Información local:
cercana a la comunidad
Es, en definitiva, nuestro objetivo: confianza de nuestros lectores, relevancia como medio con nuestros contenidos y contribuir a fortalecer a nuestra comunidad.
Somos localistas, súper localistas... para nosotros, información se escribe con L de local... así ha sido siempre nuestra fórmula y de hecho aún entre las dos ciudades donde distribuimos el periódico impreso, a cada uno le damos su toque aún más local.
Así nacimos hace más de 50 años, “oliendo” a chilorio, decía nuestro director fundador, Silvino Silva, “oliendo” ahora a camarón, a ceviche, a aguachile, a puerto, a campo, a maíz y a tomate... “oliendo” a Sinaloa, con todo lo que eso implica.
Estamos orgullosos de ello, así ha sido y así seguirá siendo, por eso nos satisface aún ahora leer a expertos recomendar esa localía, tal vez porque algunos medios no la ven como tal aún, no han seguido esa veta.
Nos referimos en concreto a un artículo del Laboratorio de Periodismo, de la Fundación Luca de Tena, de España, publicado en septiembre, que a su vez refiere a un informe reciente estadounidense.
El título del artículo en cuestión es “Un nuevo informe insta a los medios a centrarse en las comunidades locales para recuperar relevancia y confianza”.
Y nos llama la atención estos dos últimos conceptos a recuperar: relevancia y confianza.
¿Por qué? Porque ciertamente son dos conceptos ineludibles para un medio serio y profesional como nos consideramos nosotros.
De hecho el artículo de la Fundación española plantea en primer lugar la crisis que enfrentamos los medios de comunicación, y es tajante al plantearla:
“El periodismo atraviesa una crisis profunda. La disrupción del modelo de negocio tradicional, agravada por la irrupción de las redes sociales y empresas tecnológicas, entre otros factores, ha mermado la capacidad de las redacciones para producir noticias de calidad, al tiempo que se ha erosionado la confianza del público”.
En este contexto es donde se plantea un nuevo informe del Agora Journalism Center, el cual propone una estrategia para revertir esta situación: volcarse en las comunidades locales.
Aunque no es novedoso para nosotros, como ya lo dijimos, vale la pena repasar lo que señala el experto Damian Radcliffe en el informe, titulado “Advancing Community-Centered Journalism”, que explora cómo los medios pueden reinventarse poniendo a las comunidades en el corazón de su labor informativa.
El documento, dice el artículo, subraya la necesidad de que los medios dejen de ser meros observadores y se conviertan en colaboradores activos con sus comunidades.
Esto implica, continúa el texto, cambiar de un modelo que informa “sobre” la comunidad a uno que informa “con” la comunidad.
“El periodismo centrado en la comunidad enfatiza la creación de noticias para y con las comunidades, en lugar de simplemente informar sobre ellas”, señala el informe. Con esto en mente, el artículo da cinco prácticas clave para la implementación de este modelo y el primero no nos es desconocido para nada, al contrario, es cercanamente familiar:
“Alinear el contenido con las necesidades informativas de la comunidad: es esencial que los medios identifiquen y prioricen las preocupaciones y preguntas más urgentes de su audiencia”.
Esto significa escuchar a esa audiencia y es lo que en Noroeste tratamos de hacer día a día: nos llaman, nos escriben, nos reclaman... nuestros lectores siempre están presentes de un modo u otro y tenemos muy claras las líneas a seguir en las publicaciones.
Otro punto a seguir señala el artículo: “Comprender el flujo de información dentro de la comunidad: los medios deben mapear cómo circula la información en su entorno local, identificando canales clave y puntos de encuentro. Esto permite una integración más efectiva en el ecosistema informativo y la posibilidad de colaborar con otras organizaciones y líderes comunitarios”.
Clarísimo lo tenemos. De hecho lo medimos diariamente y con las nuevas tecnologías podemos detectar como y dónde se mueve la información que generamos. Tal vez no al 100 por ciento pero sí en gran medida y eso nos sirve para reforzar o para ajustar y corregir.
El tercer consejo que da el artículo también nos es cercano: “Llegar a las audiencias en sus propios espacios: adaptar las estrategias de distribución a los hábitos y preferencias de consumo de información de la comunidad es crucial. Esto puede implicar el uso de plataformas no tradicionales, como aplicaciones de mensajería o redes sociales específicas, e incluso métodos más directos como boletines impresos o eventos locales”.
Lo hacemos prácticamente todo: nacimos como periódico impreso y lo seguimos siendo con dos ediciones diarias para cada una de los dos principales ciudades del estado, pero además desde hace más de una década estamos en el mundo digital con un sitio web que se alimenta con información durante casi 20 horas al día, publicamos en nuestras cuentas de redes sociales de manera constante en la operación diaria, tenemos un noticiero en vivo por internet de lunes a viernes, tenemos boletines que llegan por correo electrónico, notificaciones al momento. noticias directas entregadas vía WhatsApp y hasta un canal en esta misma aplicación. En fin, por distribución no paramos, y aunque sabemos que siempre podremos incursionar en lo que sigue y reforzar lo que ya hacemos, sabemos que estamos en el camino correcto y así seguiremos, siempre actualizándonos.
La recomendación número cuatro es crucial: “Abordar las desigualdades y reconstruir la confianza: reconocer y corregir las brechas históricas en la cobertura y representación es fundamental. Esto incluye diversificar las redacciones y garantizar que las voces de todos los segmentos de la comunidad sean escuchadas y reflejadas en las noticias”.
Pluralidad es la clave y tratamos de hacerlo, aunque a veces nos acusen de no hacerlo, de no ser incluyentes, pero basta ver nuestras página de Opinión para ver que buscamos reflejar diferentes corrientes de pensamiento, además de que en nuestras notas y temáticas buscamos llevar varias voces y dar derecho de réplica.
De hecho esto es de lo más difícil de lograr porque casi nunca es realmente apreciado o identificado claramente por los lectores y mucho menos por las fuentes. Pero esto no impide que siempre estaremos trabajando en ello. Tal vez a veces no lo logramos del todo, pero está siempre dentro de nuestras prioridades.
Como última recomendación, el artículo señala: “Contar historias de manera diferente: adoptar nuevas narrativas que reflejen la complejidad y diversidad de las experiencias comunitarias. Esto implica enfocarse en soluciones, destacar historias positivas y desmantelar estereotipos arraigados”.
Se oye complejo y lo es, pero no imposible. De hecho es de los conceptos que más aspiramos y que tal vez más nos cuestan: adoptar nuevas narrativas, nuevas formas de contar y, sobre todo, aportar con un periodismo de soluciones. Estamos en ello.
El artículo es claro en cuanto a los desafíos que tenemos en este camino los medios: “El informe reconoce que implementar este enfoque no está exento de obstáculos. Entre los principales desafíos se encuentran la resistencia al cambio dentro de las organizaciones, la inversión de tiempo y recursos necesarios para construir relaciones sólidas con la comunidad y la necesidad de demostrar el impacto y valor de este modelo a inversores y anunciantes”.
Ciertísimo. Coincidimos plenamente. Todo lo planteado en este aparente sencillo párrafo lo enfrentamos pero también lo afrontamos.
Pero eso no es todo, el artículo da en el clavo en lo siguiente: “Además, la formación de periodistas con las habilidades necesarias para llevar a cabo este tipo de periodismo es crucial. Esto incluye habilidades de escucha activa, comunicación intercultural y construcción de relaciones, que van más allá del conjunto de competencias tradicionales del periodista”.
Selección y capacitación constantes es la clave. Se nos dificultan ambas. No es sencillo, menos en estos tiempos, enfrentar las necesidades de recurso humano. Lo hemos comentado en artículos anteriores y sigue vigente: detectar, reclutar, capacitar y formar periodistas con las características que se requieren para hacer el periodismo que necesitamos es una labor titánica en la que a veces sentimos que hasta topamos con pared, pero eso no nos impide continuar en esa cuestión vital para un medio vivo que de manera permanente se está reinventando.
Finalmente el artículo concluye: “Al centrarse en la comunidad, los medios locales tienen la oportunidad de reconstruir la confianza perdida y reafirmar su relevancia en la vida cotidiana de las personas. Esto no solo mejora la calidad y utilidad de la información proporcionada, sino que también fortalece el tejido social al fomentar el diálogo y la participación ciudadana”.
Es, en definitiva, nuestro objetivo: confianza de nuestros lectores, relevancia como medio con nuestros contenidos y contribuir a fortalecer a nuestra comunidad.
En eso estamos, es nuestra motivación y aunque nos pudiera sorprender que la localía apenas se vea como una fórmula novedosa, sabemos que en realidad esta fórmula siempre está en boga, pero a la vez va evolucionando... pero a nosotros sobre todo, artículos como éstos nos satisfacen porque nos refuerzan nuestra premisa fundacional: hacer periodismo local para nuestra comunidad.
Somos localistas, súper localistas... para nosotros, información se escribe con L de local... así ha sido siempre nuestra fórmula y de hecho aún entre las dos ciudades donde distribuimos el periódico impreso, a cada uno le damos su toque aún más local.
Así nacimos hace más de 50 años, “oliendo” a chilorio, decía nuestro director fundador, Silvino Silva, “oliendo” ahora a camarón, a ceviche, a aguachile, a puerto, a campo, a maíz y a tomate... “oliendo” a Sinaloa, con todo lo que eso implica.
Estamos orgullosos de ello, así ha sido y así seguirá siendo, por eso nos satisface aún ahora leer a expertos recomendar esa localía, tal vez porque algunos medios no la ven como tal aún, no han seguido esa veta.
Nos referimos en concreto a un artículo del Laboratorio de Periodismo, de la Fundación Luca de Tena, de España, publicado en septiembre, que a su vez refiere a un informe reciente estadounidense.
El título del artículo en cuestión es “Un nuevo informe insta a los medios a centrarse en las comunidades locales para recuperar relevancia y confianza”.
Y nos llama la atención estos dos últimos conceptos a recuperar: relevancia y confianza.
¿Por qué? Porque ciertamente son dos conceptos ineludibles para un medio serio y profesional como nos consideramos nosotros.
De hecho el artículo de la Fundación española plantea en primer lugar la crisis que enfrentamos los medios de comunicación, y es tajante al plantearla:
“El periodismo atraviesa una crisis profunda. La disrupción del modelo de negocio tradicional, agravada por la irrupción de las redes sociales y empresas tecnológicas, entre otros factores, ha mermado la capacidad de las redacciones para producir noticias de calidad, al tiempo que se ha erosionado la confianza del público”.
En este contexto es donde se plantea un nuevo informe del Agora Journalism Center, el cual propone una estrategia para revertir esta situación: volcarse en las comunidades locales.
Aunque no es novedoso para nosotros, como ya lo dijimos, vale la pena repasar lo que señala el experto Damian Radcliffe en el informe, titulado “Advancing Community-Centered Journalism”, que explora cómo los medios pueden reinventarse poniendo a las comunidades en el corazón de su labor informativa.
El documento, dice el artículo, subraya la necesidad de que los medios dejen de ser meros observadores y se conviertan en colaboradores activos con sus comunidades.
Esto implica, continúa el texto, cambiar de un modelo que informa “sobre” la comunidad a uno que informa “con” la comunidad.
“El periodismo centrado en la comunidad enfatiza la creación de noticias para y con las comunidades, en lugar de simplemente informar sobre ellas”, señala el informe. Con esto en mente, el artículo da cinco prácticas clave para la implementación de este modelo y el primero no nos es desconocido para nada, al contrario, es cercanamente familiar:
“Alinear el contenido con las necesidades informativas de la comunidad: es esencial que los medios identifiquen y prioricen las preocupaciones y preguntas más urgentes de su audiencia”.
Esto significa escuchar a esa audiencia y es lo que en Noroeste tratamos de hacer día a día: nos llaman, nos escriben, nos reclaman... nuestros lectores siempre están presentes de un modo u otro y tenemos muy claras las líneas a seguir en las publicaciones.
Otro punto a seguir señala el artículo: “Comprender el flujo de información dentro de la comunidad: los medios deben mapear cómo circula la información en su entorno local, identificando canales clave y puntos de encuentro. Esto permite una integración más efectiva en el ecosistema informativo y la posibilidad de colaborar con otras organizaciones y líderes comunitarios”.
Clarísimo lo tenemos. De hecho lo medimos diariamente y con las nuevas tecnologías podemos detectar como y dónde se mueve la información que generamos. Tal vez no al 100 por ciento pero sí en gran medida y eso nos sirve para reforzar o para ajustar y corregir.
El tercer consejo que da el artículo también nos es cercano: “Llegar a las audiencias en sus propios espacios: adaptar las estrategias de distribución a los hábitos y preferencias de consumo de información de la comunidad es crucial. Esto puede implicar el uso de plataformas no tradicionales, como aplicaciones de mensajería o redes sociales específicas, e incluso métodos más directos como boletines impresos o eventos locales”.
Lo hacemos prácticamente todo: nacimos como periódico impreso y lo seguimos siendo con dos ediciones diarias para cada una de los dos principales ciudades del estado, pero además desde hace más de una década estamos en el mundo digital con un sitio web que se alimenta con información durante casi 20 horas al día, publicamos en nuestras cuentas de redes sociales de manera constante en la operación diaria, tenemos un noticiero en vivo por internet de lunes a viernes, tenemos boletines que llegan por correo electrónico, notificaciones al momento. noticias directas entregadas vía WhatsApp y hasta un canal en esta misma aplicación. En fin, por distribución no paramos, y aunque sabemos que siempre podremos incursionar en lo que sigue y reforzar lo que ya hacemos, sabemos que estamos en el camino correcto y así seguiremos, siempre actualizándonos.
La recomendación número cuatro es crucial: “Abordar las desigualdades y reconstruir la confianza: reconocer y corregir las brechas históricas en la cobertura y representación es fundamental. Esto incluye diversificar las redacciones y garantizar que las voces de todos los segmentos de la comunidad sean escuchadas y reflejadas en las noticias”.
Pluralidad es la clave y tratamos de hacerlo, aunque a veces nos acusen de no hacerlo, de no ser incluyentes, pero basta ver nuestras página de Opinión para ver que buscamos reflejar diferentes corrientes de pensamiento, además de que en nuestras notas y temáticas buscamos llevar varias voces y dar derecho de réplica.
De hecho esto es de lo más difícil de lograr porque casi nunca es realmente apreciado o identificado claramente por los lectores y mucho menos por las fuentes. Pero esto no impide que siempre estaremos trabajando en ello. Tal vez a veces no lo logramos del todo, pero está siempre dentro de nuestras prioridades.
Como última recomendación, el artículo señala: “Contar historias de manera diferente: adoptar nuevas narrativas que reflejen la complejidad y diversidad de las experiencias comunitarias. Esto implica enfocarse en soluciones, destacar historias positivas y desmantelar estereotipos arraigados”.
Se oye complejo y lo es, pero no imposible. De hecho es de los conceptos que más aspiramos y que tal vez más nos cuestan: adoptar nuevas narrativas, nuevas formas de contar y, sobre todo, aportar con un periodismo de soluciones. Estamos en ello.
El artículo es claro en cuanto a los desafíos que tenemos en este camino los medios: “El informe reconoce que implementar este enfoque no está exento de obstáculos. Entre los principales desafíos se encuentran la resistencia al cambio dentro de las organizaciones, la inversión de tiempo y recursos necesarios para construir relaciones sólidas con la comunidad y la necesidad de demostrar el impacto y valor de este modelo a inversores y anunciantes”.
Ciertísimo. Coincidimos plenamente. Todo lo planteado en este aparente sencillo párrafo lo enfrentamos pero también lo afrontamos.
Pero eso no es todo, el artículo da en el clavo en lo siguiente: “Además, la formación de periodistas con las habilidades necesarias para llevar a cabo este tipo de periodismo es crucial. Esto incluye habilidades de escucha activa, comunicación intercultural y construcción de relaciones, que van más allá del conjunto de competencias tradicionales del periodista”.
Selección y capacitación constantes es la clave. Se nos dificultan ambas. No es sencillo, menos en estos tiempos, enfrentar las necesidades de recurso humano. Lo hemos comentado en artículos anteriores y sigue vigente: detectar, reclutar, capacitar y formar periodistas con las características que se requieren para hacer el periodismo que necesitamos es una labor titánica en la que a veces sentimos que hasta topamos con pared, pero eso no nos impide continuar en esa cuestión vital para un medio vivo que de manera permanente se está reinventando.
Finalmente el artículo concluye: “Al centrarse en la comunidad, los medios locales tienen la oportunidad de reconstruir la confianza perdida y reafirmar su relevancia en la vida cotidiana de las personas. Esto no solo mejora la calidad y utilidad de la información proporcionada, sino que también fortalece el tejido social al fomentar el diálogo y la participación ciudadana”.
Es, en definitiva, nuestro objetivo: confianza de nuestros lectores, relevancia como medio con nuestros contenidos y contribuir a fortalecer a nuestra comunidad.
En eso estamos, es nuestra motivación y aunque nos pudiera sorprender que la localía apenas se vea como una fórmula novedosa, sabemos que en realidad esta fórmula siempre está en boga, pero a la vez va evolucionando... pero a nosotros sobre todo, artículos como éstos nos satisfacen porque nos refuerzan nuestra premisa fundacional: hacer periodismo local para nuestra comunidad.