Hablemos de cómo nos fue a la prensa en este sexenio que termina
Recién hablamos de la situación de la violencia contra medios y abarcamos algunos datos que en febrero de este año informó la organización Artículo 19 sobre la situación en México de lo registrado en el año 2023.
Y días después, hace menos de dos semanas, la misma organización emitió y transmitió su informe no sólo anual, sino de todo el sexenio del Gobierno federal que está a punto de concluir.
Deseamos abordarlo ahora, aunque parezca repetitivo, porque nos sentimos, aludidos, incluidos... identificados.
De hecho, en el acto de Artículo 19, realizado en la Ciudad de México, Noroeste, junto con otros medios mexicanos, fue incluido en un documental presentado ahí y donde se explicó la situación de la prensa en el País, sometida a presiones fuertes desde varios flancos, que nos tienen en una situación delicada, de alarma.
“Derechos pendientes: informe sexenal sobre libertad de expresión y derecho a la información en México” es el título del documento y del evento en sí, y ambos puedan consultarse por internet en el sitio de la organización.
“¿Cuáles son los retos y retrocesos en la libertad de expresión frente a un cambio de administración?”, fue el subtítulo y remate de dicho informe.
Lo primero que se señaló es que en esta administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador se han registrado 3 mil 408 agresiones contra la prensa, equivalentes a una agresión cada 14 horas. Casi dos diarias. Y esto representa un incremento del 62.13 por ciento respecto al sexenio anterior.
Uno de cada tres ataques se registraron en línea y en casi la mitad del total (45.75 por ciento) se identifica al Estado mexicano como el atacante, manteniéndose así como el principal agresor contra la prensa al identificarse en mil 559 casos.
Artículo 19 también compartió que durante el sexenio se registraron 179 agresiones en las “mañaneras” e identificó que autoridades municipales y estatales de 20 entidades de la República repitieron 62 veces el mismo discurso estigmatizante, con señalamientos como: “hampa del periodismo”, “hipócritas”, “prensa fifí, “conservadores”, “fantoches”, “doble cara” y “corruptos”.
Pero lo más letal, preocupante y alarmante es que 46 personas periodistas fueron asesinadas y cuatro han desaparecido en estos seis años.
Otro aspecto que nos impacta a los medios en general y que se incluyó en este informe sexenal es el de la publicidad oficial, que se usa como estrategia de control de líneas editoriales que mantiene el Gobierno a través del gasto en comunicación oficial.
Se señaló que de 916 medios que recibieron publicidad oficial durante ese sexenio, tan sólo 10 medios del País concentraron el 47.08 por ciento del gasto del Gobierno en este rubro. Es decir, se sigue usando el dinero de la publicidad oficial para premiar y para castigar a los medios, como se ha hecho desde tiempos inmemoriales.
Y para rematar hablemos de espionaje. Sí, así es, tal como se ha hecho durante décadas, el Gobierno actual continúa con la práctica del espionaje a medios, a periodistas, a políticos, a opositores y a todos los que consideren personas de interés.
En efecto, la organización denunció que a pesar de declarar en diciembre de 2018 que ya no había espionaje, la administración de AMLO continuó con la adquisición y operación de equipo espía de diversa gama y sofisticación.
El hito más preocupante, dice Artículo 19, fue el expuesto por la investigación de “Ejército espía”, en la cual se detectó la utilización del sistema Pegasus contra personas defensoras de derechos humanos y periodistas durante el sexenio actual.
Y todo esto podrían verse como cifras frías y datos abstractos, pero la realidad es que detrás de ellas estamos personas de carne y hueso, jefes y jefas de familia, jóvenes novatos o periodistas experimentados... cada cifra nos representa, cada hecho nos duele y nos lastima, de cada dato salimos vulnerados.
Los retos que vienen con el nuevo sexenio no serán menores, son enormes, y aunque quisiéramos sentirnos esperanzados, los medios y periodistas independientes como Noroeste y muchos otros en el País lo que más somos es realistas: no la tenemos fácil, pero por trabajo y vocación no paramos.
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Recién hablamos de la situación de la violencia contra medios y abarcamos algunos datos que en febrero de este año informó la organización Artículo 19 sobre la situación en México de lo registrado en el año 2023.
Y días después, hace menos de dos semanas, la misma organización emitió y transmitió su informe no sólo anual, sino de todo el sexenio del Gobierno federal que está a punto de concluir.
Deseamos abordarlo ahora, aunque parezca repetitivo, porque nos sentimos, aludidos, incluidos... identificados.
De hecho, en el acto de Artículo 19, realizado en la Ciudad de México, Noroeste, junto con otros medios mexicanos, fue incluido en un documental presentado ahí y donde se explicó la situación de la prensa en el País, sometida a presiones fuertes desde varios flancos, que nos tienen en una situación delicada, de alarma.
“Derechos pendientes: informe sexenal sobre libertad de expresión y derecho a la información en México” es el título del documento y del evento en sí, y ambos puedan consultarse por internet en el sitio de la organización.
“¿Cuáles son los retos y retrocesos en la libertad de expresión frente a un cambio de administración?”, fue el subtítulo y remate de dicho informe.
Lo primero que se señaló es que en esta administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador se han registrado 3 mil 408 agresiones contra la prensa, equivalentes a una agresión cada 14 horas. Casi dos diarias. Y esto representa un incremento del 62.13 por ciento respecto al sexenio anterior.
Uno de cada tres ataques se registraron en línea y en casi la mitad del total (45.75 por ciento) se identifica al Estado mexicano como el atacante, manteniéndose así como el principal agresor contra la prensa al identificarse en mil 559 casos.
Artículo 19 también compartió que durante el sexenio se registraron 179 agresiones en las “mañaneras” e identificó que autoridades municipales y estatales de 20 entidades de la República repitieron 62 veces el mismo discurso estigmatizante, con señalamientos como: “hampa del periodismo”, “hipócritas”, “prensa fifí, “conservadores”, “fantoches”, “doble cara” y “corruptos”.
Pero lo más letal, preocupante y alarmante es que 46 personas periodistas fueron asesinadas y cuatro han desaparecido en estos seis años.
Otro aspecto que nos impacta a los medios en general y que se incluyó en este informe sexenal es el de la publicidad oficial, que se usa como estrategia de control de líneas editoriales que mantiene el Gobierno a través del gasto en comunicación oficial.
Se señaló que de 916 medios que recibieron publicidad oficial durante ese sexenio, tan sólo 10 medios del País concentraron el 47.08 por ciento del gasto del Gobierno en este rubro. Es decir, se sigue usando el dinero de la publicidad oficial para premiar y para castigar a los medios, como se ha hecho desde tiempos inmemoriales.
Y para rematar hablemos de espionaje. Sí, así es, tal como se ha hecho durante décadas, el Gobierno actual continúa con la práctica del espionaje a medios, a periodistas, a políticos, a opositores y a todos los que consideren personas de interés.
En efecto, la organización denunció que a pesar de declarar en diciembre de 2018 que ya no había espionaje, la administración de AMLO continuó con la adquisición y operación de equipo espía de diversa gama y sofisticación.
El hito más preocupante, dice Artículo 19, fue el expuesto por la investigación de “Ejército espía”, en la cual se detectó la utilización del sistema Pegasus contra personas defensoras de derechos humanos y periodistas durante el sexenio actual.
Y todo esto podrían verse como cifras frías y datos abstractos, pero la realidad es que detrás de ellas estamos personas de carne y hueso, jefes y jefas de familia, jóvenes novatos o periodistas experimentados... cada cifra nos representa, cada hecho nos duele y nos lastima, de cada dato salimos vulnerados.
Los retos que vienen con el nuevo sexenio no serán menores, son enormes, y aunque quisiéramos sentirnos esperanzados, los medios y periodistas independientes como Noroeste y muchos otros en el País lo que más somos es realistas: no la tenemos fácil, pero por trabajo y vocación no paramos.