En la ola violenta, la precisión se complica, pero sigue siendo prioridad

Noroeste
29 septiembre 2024

Hay características básicas que deben tener las notas, y son las que la teoría periodística marca...

Veracidad, objetividad, claridad, precisión... que aunque se oigan como de pizarrón o hasta obvias, en realidad no es sencillo lograrlas y se les tiene que invertir mucho esfuerzo, tiempo y recursos, tanto por parte de reporteros como de editores.

Y es ésta última, la precisión, una de las que más se complica cuando no fluye suficiente información y, sobre todo, cuando no fluye rápidamente.

Si de por sí lograr la precisión es difícil, lo es más aún en un contexto como el actual, donde los sucesos violentos son hasta trepidantes, van y vienen de manera constante, rápida, y el movimiento nos arrastra, pero aunque la sucesión de hechos es muy seguida, la realidad es que la fluidez de los datos no corre con la misma rapidez, nosotros no podemos constatarla toda, necesitamos datos al menos extraoficiales en la espera de que lleguen los oficiales, en fin, tener datos precisos de manera rápida sobre los hechos delictivos, que siempre ha sido complicado, ahora lo es más por la cantidad de sucesos que se dan.

En medio de toda esta vorágine, nosotros tratamos de ir rápido pero con claridad, tener inmediatez en el sitio y en las redes sociales pero al mismo tiempo ir lo más precisos posible.

En esta urgencia de subir la nota al sitio web y las redes, por supuesto que hacemos uso de fuentes extraoficiales, pero también por este contexto actual a veces hasta las mismas fuentes extraoficiales pueden equivocarse o nos llegan a fallar.

Nos pasó, por ejemplo, con el caso de un detenido hace días, cuyos datos erróneos nos filtraron y publicamos en el sitio web y en las redes, no así en el ejemplar impreso, porque afortunadamente la información fue desmentida a tiempo y pudimos corroborar la correcta, pero por unas horas confundimos el nombre y apodo del detenido con otro, por los datos extraoficiales incorrectos que recibimos.

En estos días tuvimos otro detalle que, aunque fue información oficial, luego se prestó a malas interpretaciones y, como casi siempre pasa, nos acusaban a nosotros de manipular información y hasta de mentir.

Fue el caso de un hombre fallecido en un operativo en la zona de Tres Ríos en Culiacán, al cual la autoridad señaló como ser uno de los tres armados abatidos por los elementos policiacos y militares, sin embargo, a través de redes sociales nos señalaron que era una persona inocente y no un integrante de algún grupo delictivo, sin embargo, el dato salió de una fuente oficial y así fue adjudicado.

Lo que hicimos fue publicar una nota con el reclamo realizado en las redes sociales y la versión del Gobierno de que la Fiscalía estaba investigando el caso en específico.

Y nos pasa con muchos otros datos que aunque en redes sociales o en otros medios se publican, y luego son desmentidos, nosotros no llegamos a publicar por eso mismo, porque no hay confirmación oficial o confirmación nuestra o de nuestras fuentes.

Por ejemplo esta semana empezó a fluir información de que estaban quemando un trailer en la autopista Mazatlán-Culiacán, y algunos portales así lo publicaron de inmediato, pero al revisar bien pudimos confirmar que en realidad se trataba de un accidente, y fue así como lo publicamos nosotros.

Desgraciadamente ayer sábado sí se dio el bloqueo de esa vía con unidades incendiadas, pero ese es otro tema, no del artículo actual.

Vaya, en cuestiones de precisión, hasta con lo de los conciertos de Luis Miguel nos tuvieron en vilo con la información, pues primero no fluía pero sí se sospechaba de la cancelación en el caso del de Culiacán. Finalmente la empresa organizadora confirmó oficialmente, pero quedaba en duda el de Mazatlán, que era otra la empresa promotora.

Y mientras en redes sociales se decía una y otra cosa, que sí se realizaría o que sí se cancelaba, nosotros no podemos darnos el lujo de especular. Entonces, en tanto no fluía información oficial, durante más de 24 horas de especulaciones, lo único que podíamos decir es que el de Mazatlán estaba aún en duda. Y así lo hicimos, hasta que finalmente la empresa promotora emitió comunicado para confirmar la cancelación en Mazatlán.

Es decir, la información fluye, pero no de manera oficial, y nosotros no podemos arriesgarnos a lanzar datos a diestra y siniestra sólo porque se dicen en redes, nosotros debemos darnos a la tarea de “amarrarlos” bien con fuentes confiables, aunque éstas sean extraoficiales, pero mucho mejor si son datos oficiales.

Ser cautos, pero de la manera más rápida y eficiente confirmar o desmentir datos, es la prioridad en estos momentos de desinformación y hasta de confusión. En medio de toda esta vorágine violenta, insistimos en que la prioridad es alertar y prevenir, pero no alarmar sin sentido. Ya bastante tenemos con la realidad, no es necesario estirarla.