Activistas suplen labor del Estado con indígenas tarámari de Sinaloa
"Subirán a la sierra del municipio de Sinaloa para llevarles semillas de hortalizas y podos de árboles frutales para que se puedan alimentar; están muriendo de hambre y el gobierno no voltea a verlos, lamenta Román Rubio López"
GUASAVE.- Ante los oídos sordos de los gobiernos, un grupo de activistas que conforman el Colectivo Tarahumara Sinaloense se están dando a la tarea de suplir en la medida de sus posibilidades la labor que le corresponde al Estado para apoyar a los indígenas tarámaris que viven en comunidades de la sierra de Sinaloa.
Román Rubio López, uno de los activistas, manifestó que ante las carencias de alimentos y el hambre que históricamente han sufrido los habitantes de estos pueblos, esta semana subirán a la sierra y llevarán podos de ciruelos y semillas de hortalizas, además de herramientas para que puedan sembrar y puedan tener algo de comer.
“Vamos a llevar podos de ciruelos para que con las aguas puedan desarrollar en la comunidad de Jikapory, que es la más atrasada de las que hemos encontrado ahí, pero aparte ya entregamos allá varias bolsas de semilla, unas que seguramente ya están sembradas, de pepino, calabaza, sandía y ahí mismo dejamos semilla que esperamos que tengan un poquito de agua para que siembren hortalizas a partir de finales de septiembre y octubre”, comentó.
El también Regidor del municipio de Sinaloa expuso que han conformado este equipo para impulsar lo que han exigido al gobierno: un programa de desarrollo integral, porque con las despensas que ocasionalmente les llevan, aunque ayudan, no les resuelven el problema.
“Le hemos dicho al gobierno que el asistencialismo debe ser momentáneo, el desarrollo productivo es lo que les dará a ellos las herramientas y los conocimientos para salir de la situación en la que están”, indicó.
Rubio López manifestó que en la visita que hará en los próximos días a Sinaloa el Presidente Andrés Manuel López Obrador van a buscar la manera de hacerle saber la situación en la que viven miles de personas de la etnia tarámari dispersos en varias comunidades de Sinaloa que colindan con Chihuahua, porque son seres humanos que no existen para el gobierno y que hasta ahora incluso están siendo censados.
“Ahorita andan trabajadores del INEGI ratificando la existencia de estas comunidades, hasta ahora pudimos (hacer) que los censaran, esperemos queden debidamente censados”, expresó.
Recordó que hace apenas unos días falleció por desnutrición severa un adulto mayor de la comunidad de Jikapory y apenas el domingo un compañero activista subió a la comunidad de Las Lajitas, de esa misma región, por una mujer que requería atención médica inmediata debido a que también padece desnutrición, lo que indica la urgencia de atención que requieren esas comunidades.
La mujer fue traída a Sinaloa de Leyva, donde es atendida por una enfermera que se ha unido como activista a este colectivo, supliendo una labor que de acuerdo al artículo 2 de la Constitución le corresponde al Estado.