Ricardo Monreal, el negociador de Morena que por momentos se distanció de las reformas de AMLO
Quien hasta esta semana fue líder de los senadores de Morena fungió como pieza clave para que se aprobara la mayoría de las principales reformas de López Obrador, aunque él mismo marcó distancia de algunas propuestas presidenciales, como el “plan B”
En su última intervención como senador en activo en la actual Legislatura, Ricardo Monreal presumió las cifras de reformas y leyes aprobadas en los últimos cinco años, agradeció a sus compañeros de Morena y a los coordinadores de las demás bancadas, y se despidió en medio de elogios a su trabajo como presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), incluso por parte de legisladoras y legisladores de oposición.
“Señor senador Monreal, quiero decirle que, a nombre de mi grupo parlamentario, a nombre del PAN, reconociendo que somos la primera fuerza política numérica de oposición en este país, (queremos) reconocerle que en muchas ocasiones pudimos construir”, dijo la panista Kenia López Rabadán, mientras la Comisión Permanente del Congreso se alistaba para aprobar la solicitud de licencia que Monreal presentó para separarse de su escaño y poder competir por la candidatura presidencial de su partido.
La licencia de Monreal se aprobó el martes 13 de junio y entró en vigor este viernes 16, mismo día en el que el político originario de Zacatecas se registró en la lista de aspirantes para representar a la “cuarta transformación” en las elecciones de 2024.
En esta carrera, Monreal busca el máximo cargo político del país, luego de que ya ha sido regidor de Fresnillo (1986-1987), gobernador de su estado (1998-2004), jefe delegacional de Cuauhtémoc (2015-2017), diputado federal en tres ocasiones y senador titular en dos. En ese tiempo y esos cargos, ha pasado por los partidos PRI, PRD, MC y Morena, desde la fundación de este último en 2014.
A lo largo de esa trayectoria, no ha estado libre de críticas y acusaciones, desde aquellas que lo tachan de ser un “chapulín” político hasta las notas periodísticas que señalaron que su hija Catalina Monreal obtuvo contratos millonarios de dependencias federales, o bien, que el Senado compró a sobreprecio libros de la autoría del legislador.
Frente a estos y otros señalamientos, Monreal siempre ha sostenido que su carrera política se ha apegado a la ley.
Además, desde finales de agosto de 2018, cuando asumió el cargo de senador, afirmó que su labor sería impulsar la “cuarta transformación” del presidente Andrés Manuel López Obrador a través de reformas en el Congreso.
El negociador del Senado
Monreal se convirtió en senador plurinominal en 2018, después de las elecciones federales en las que López Obrador ganó la presidencia y su partido quedó como la primera fuerza en ambas cámaras del Congreso.
En el Senado, Monreal se quedó al frente de una bancada con más de 60 integrantes —actualmente son 59, tras reacomodos entre grupos parlamentarios—, así como ubicado como una pieza clave para sacar adelante las reformas del presidente, ya fuera utilizando la mayoría legislativa del bloque Morena-PT-PVEM-PES o tratando de negociar con la oposición.
Uno de sus logros —reconocido por políticos opositores y analistas— fue lograr que en febrero de 2019 se aprobara por unanimidad la reforma constitucional con la que se creó la Guardia Nacional. Monreal consiguió el respaldo de las demás bancadas al negociar y ceder en un punto que consideraban clave: que la nueva corporación tuviera un carácter civil.
En 2022, sin embargo, la oposición echó en cara a Morena y a Monreal haber aprobado en la Constitución una Guardia Nacional con carácter civil y, años tres años después, promover una nueva reforma legal para transferir la institución de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Finalmente, dicha reforma legal se aprobó y se publicó, pero en abril pasado fue invalidada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Además de reformas, otro tema que Monreal negoció para el presidente y su partido fueron los nombramientos del actual fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, y los de cuatro ministros de la SCJN: Juan Luis González Alcántara Carrancá, Margarita Ríos Farjat, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz.
No obstante, la oposición y organizaciones civiles reclaman que él y su partido mantienen frenadas otras 85 designaciones, en especial las de tres comisionados del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
En una sesión reciente de la Comisión Permanente del Congreso, el senador Germán Martínez, del Grupo Plural, acusó directamente a Monreal de haber incumplido un acuerdo sobre esos nombramientos y, con ello, provocar que el pleno del INAI quedara paralizado por falta de quorum.
“No sabe cumplir acuerdos el señor senador presidente de la Jucopo (...) Ya ni el Santo Niño de Atocha le cree a Monreal”, dijo Martínez en tribuna, en referencia a una figura religiosa de la que Monreal afirma ser creyente.
No al “plan B”, sí a la aspiración presidencial
Desde 2018, uno de los momentos que causaron más tensiones para Monreal como líder de Morena en el Senado fue su rechazo al llamado “plan B” de reforma electoral impulsado por el presidente López Obrador.
Luego de que la Cámara de Diputados rechazó el “plan A” del mandatario, que consistía en una reforma constitucional, el gobierno y Morena presentaron un paquete con propuestas de modificación a seis leyes secundarias, que se aprobaron de forma exprés en San Lázaro y fueron enviadas a los senadores.
En la Cámara alta, Morena y sus aliados utilizaron su mayoría para aprobar el “plan B”, pero Monreal desentonó al votar en contra. En tribuna, justificó su decisión argumentando que, desde su perspectiva, lo planteado era contrario a la Constitución.
“Nunca ha sido fácil para mí tomar decisiones y en el documento (su voto particular) se expresa por qué razón creo que se vulnera la Constitución; con seriedad, atendiendo la doctrina, la jurisprudencia, los principios generales del derecho, afirmo y sostengo que algunas de las normas que pudieran aprobarse esta noche pueden alejarse de los principios constitucionales y esa es mi defensa”, dijo en la sesión del 14 de diciembre pasado.
En ese entonces, su voto en contra del “plan B” le valió críticas de seguidores del presidente —quienes lo tacharon de traidor al movimiento de López Obrador—, así como versiones de que sería removido como coordinador de Morena.
Sin embargo, se mantuvo al frente de la bancada y comenzó sus últimos meses como legislador, antes de dejar su escaño para registrarse como uno de los seis aspirantes a la presidencia de la alianza Juntos Hacemos Historia. Los otros cinco en esa lista son los morenistas Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, junto con el senador del PVEM Manuel Velasco y el diputado del PT Gerardo Fernández Noroña.
Este viernes, tras registrarse para competir en el proceso interno, Monreal dijo sobre sus compañeros de emblema: “Es una buena selección del partido y quien resulte electo de los cuatro, todos tenemos que sumarnos y luchar juntos por mantener en alto las banderas de la cuarta transformación”.