Niega IMSS tratamiento a mujer con cáncer; ella logra resolución por discriminación para que otras personas sean atendidas
Luego de siete años de una lucha legal en contra del IMSS, Isolde Boadicee logró que el Conapred emitiera una resolución para que todas las personas con melanoma, un tipo de cáncer en la piel, sean atendidas con tratamientos de calidad
Isolde Boadicee ha luchado los últimos siete años para que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) atienda con medicamentos adecuados a los pacientes con melanoma, un tipo de cáncer en la piel. Su batalla comenzó en 2017, luego de que un médico del Centro Médico Siglo XXI le advirtió en su primera cita que no le darían las medicinas que requería por su alto costo.
Para ese momento, Isolde necesitaba Pembrolizumab, también conocido como Keytruda, un medicamento con un costo de 100 mil pesos que debía suministrarse una vez cada tres semanas. Era la única forma de detener el melanoma en fase avanzada que le habían detectado, el tipo de cáncer de piel más agresivo, según autoridades mexicanas.
Desde el 28 de marzo de 2017, cuando Isolde fue diagnosticada, pudo cubrir el costo de 18 dosis de Pembrolizumab gracias al seguro médico privado de la empresa donde trabajaba y con el apoyo del Instituto Nacional de Cancerología (INCan).
Para aminorar los costos de su tratamiento, y ante el riesgo de que el financiamiento de su seguro médico privado se terminara, acudió al Centro Médico Siglo XXI del IMSS para solicitar que le dieran otras 17 dosis de medicamento que aún le faltaban en su tratamiento.
La respuesta del primer médico que la recibió fue la antesala de su lucha legal: el Instituto no le daría su tratamiento porque no estaba en el cuadro básico de medicamentos y porque, en su opinión, no era seguro que el Pembrolizumab tuviera un efecto positivo en su salud.
“El trato de los médicos fue sumamente inhumano con comentarios como: ‘pues a usted le puede estar yendo bien ahorita, ¿pero cómo nos vamos a gastar un millón y medio en usted si prácticamente todos los pacientes terminan muertos?’”, relata Isolde.
Fue ahí cuando decidió buscar la ayuda de un abogado para interponer un amparo en contra de la IMSS, además de una queja en el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) para que esta institución convocara a una reunión conciliatoria entre ella y funcionarios del Instituto.
Animal Político buscó al IMSS para que ofreciera una postura sobre el tema, pero hasta el cierre de la edición, no hubo una respuesta.
Aunque Isolde interpuso estos recursos legales para que el IMSS se hiciera cargo de su tratamiento, al considerar que es responsabilidad del gobierno garantizar el acceso a la salud, también lo hizo pensando en las personas que han fallecido a causa de melanoma. Uno de esos casos fue el de su papá, quien murió a los 39 años.
“Yo me quedé huérfana a los 7 años y también lo quiero hacer en su memoria y en su honor (de mi papá). Yo decidí luchar, afortunadamente aquí estoy y quisiera apoyar a las personas que no tienen la misma suerte”, señala Isolde.
Melanoma, el cáncer de piel más agresivo
En México se registran, en promedio, dos mil casos de melanoma cada año. Aunque esta enfermedad representa solo entre el 12 % y 18 % de los casos de cáncer de piel, el 80 % se encuentra en una fase avanzada y por lo tanto aumenta el riesgo de muerte.
De los tipos de cáncer de piel que existen, el melanoma “es de los más letales, su frecuencia se ha incrementado exponencialmente en los últimos años y es considerado el tumor maligno con aumento de casos más rápido”, señala un comunicado del IMSS.
Según información del propio IMSS y de la Secretaría de Salud, la oportunidad de curar el melanoma depende de que sea detectado en una etapa temprana.
El melanoma es un cáncer cutáneo que se origina en los melanocitos, que son células que dan color a la piel. Para detectarlo es importante que las personas examinen los nuevos lunares que salen en su cuerpo y revisar antecedentes familiares de esta enfermedad.
Los sitios frecuentes en los que llegan a aparecer los lunares, que se caracterizan por ser manchas negras que aumentan su extensión, son las extremidades inferiores, debajo de las uñas de los dedos de los pies y de las plantas.
La lucha de Isolde contra el IMSS
Aunque el IMSS difunde información constante sobre cómo prevenir el melanoma y cómo atenderlo de manera temprana, el Centro Médico Siglo XXI negó desde un principio el tratamiento que médicos especialistas habían recetado a Isolde. Contrario a eso, el Instituto buscaba tratarla con algún medicamento del cuadro básico.
Para frenar esta enfermedad, en 2017 Isolde requería unas 35 dosis de Pembrolizumab, un diagnóstico que fue respaldado por médicos del INCan y del Hospital Ángeles del Pedregal, donde fue notificada de su condición el 28 de marzo de ese año.
Dentro de la queja que Isolde tramitó ante el Conapred hay un documento del InCan, emitido en 2019, donde ese instituto especializado en cáncer advierte que debe seguir con su tratamiento: “La paciente es evaluada por primera vez en oncología médica el 24 de abril del 2017, se revisa de manera integral a la paciente y expediente, la paciente refiere que había iniciado una dosis de tratamiento con pembrolizumab (Keytruda) en médico privado tres semanas previas a su evaluación, consideramos que por las condiciones de la paciente y el excelente estado funcional deberá de continuar dicho manejo”.
En 2018, la Comisión Interinstitucional del Cuadro Básico y Catálogo de Insumos del Sector Salud actualizó el cuadro básico de medicamentos. Ahí incluyó el Pembrolizumab como parte del tratamiento para el cáncer de pulmón.
Isolde volvió al Centro Médico Siglo XXI y argumentó que el Pembrolizumab ya estaba en el cuadro básico de medicamentos y por lo tanto podía tener acceso a él, sin embargo, el personal de salud ahora argumentó que el tratamiento solo era para cáncer de pulmón.
El 21 de enero de 2019, luego de detectar una nueva lesión relacionada al melanoma, un médico del Hospital Ángeles del Pedregal suspendió la aplicación del Pembrolizumab y le recetó dos nuevos medicamentos a Isolde: Dabrafenib, también conocido como Tanfilar, y Trametinib, conocido como Mekinist.
Ambas medicinas, en las que Isolde invierte unos 140 mil pesos mensuales debido a que debe tomar dos dosis al día, también fueron negadas por el IMSS al argumentar que no se encontraban dentro del cuadro básico de medicamentos. Para comprar sus medicamentos, Isolde relata que ha tenido que hipotecar su casa y recibir ayuda de personas cercanas.
Así han pasado los últimos siete años para Isolde, quien terminó por depositar su esperanza en las resoluciones que el Conapred y el Poder Judicial pudieran emitir a su favor luego de tramitar su queja y su amparo. Para su sorpresa, fue el Consejo quien emitió una mejor resolución a su favor.
Para Isolde, la lucha ha sido desgastante y la atribuye a la falta de actualización del sector salud. “Las guías de tratamiento dentro del IMSS para la atención de melanoma no están actualizadas, o no quieren reconocer las nuevas alternativas terapéuticas porque son tratamientos de alto costo, pero uno no elige el tipo de cáncer que padece”, señala.
Una resolución del Conapred obliga al IMSS a atender el melanoma
Después de siete años de lucha contra el IMSS, Isolde ve por fin una luz al final del túnel. El pasado 24 de agosto, el Conapred emitió la resolución por disposición 14/2024 a su favor para que el Instituto le proporcione a ella, y a todos los pacientes de melanoma, un tratamiento con los medicamentos de los más altos estándares.
La resolución del Conapred tomó por sorpresa a Isolde y a su abogado. Ambos admiten que la queja tramitada ante el Consejo tenía el objetivo de tener una reunión de conciliación con el IMSS, sin embargo, fue esta institución la que terminó por emitir un fallo más completo.
En su dictamen final, el Conapred acusa al IMSS de discriminación porque no facilitó a Isolde el Pembrolizumab, el primer medicamento que solicitó en el Centro Médico Siglo XXI y que en 2018 fue incluido al cuadro básico de medicamentos para cáncer de pulmón.
Que el Pembrolizumab ya estuviera en el cuadro básico de medicamentos, y que el IMSS no hiciera una excepción en su aplicación en Isolde por la gravedad del melanoma, fue lo que provocó que el Conapred señalara al Instituto por discriminación.
“Tal omisión, así como la falta de actualización de sus guías clínicas y la carencia de mecanismos flexibles para adaptarse a casos específicos, constituye una clara violación a su derecho a la salud y un acto de discriminación directa, al no garantizarle el derecho al acceso al más alto nivel de salud posible, en consecuencia, se vulneraron sus derechos”, señala la resolución del Conapred.
Para elaborar su resolución, el Conapred se basó en información del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención Americana de Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y la Ley General de Salud.
Héctor Pérez Rivera, abogado de Isolde, destaca la resolución por disposición del Conapred que debe ser acatada en su totalidad por el IMSS. En su página de internet, el Consejo da cuenta de haber emitido 52 documentos de este tipo entre 2005 y 2024.
“El Conapred decide, incluso sin siquiera avisarnos, esta resolución por disposición que tiene efectos amplísimos. Parte del logro del caso es que ordena medidas de carácter general que van en el sentido de que se garantice el derecho a la no discriminación de los pacientes con melanoma, y a que se hagan guías de tratamiento conforme a las cuestiones científicas más avanzadas”, expresa el abogado Héctor Pérez.
La resolución del Conapred también ordena a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) otorgar una reparación del daño a Isolde por los daños que pudo haber sufrido ella y su proyecto de vida.
Si bien este fue un triunfo para Isolde, la victoria no está cantada, pues todavía el IMSS podría impugnar la resolución del Conapred. De cualquier manera, Isolde celebra el documento que el Consejo emitió tras años de lucha.
“Representa la posibilidad de ver cristalizada la lucha de tantos años para que, como paciente de melanoma, reciba el tratamiento que necesito para estar viva, no un paliativo. También representa el que otros pacientes de melanoma puedan recibir estos medicamentos”, concluye.