Mujeres insisten en las calles en que el derecho a decidir sea para todas
Cientos de mujeres salieron a las calles, una vez más, para exigir la garantía del derecho a decidir de las mujeres que siguen en prisión por abortar
Tras el momento más álgido de la marcha de este sábado por el Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible, las manifestantes decidieron tomarse de los brazos para seguir avanzando en línea, advirtiendo que “el patriarcado va a caer y el feminismo va a vencer”.
Entre esa y otras expresiones continuaron exigiendo en las calles, una vez más, la garantía del derecho a decidir de las mujeres que siguen en prisión por abortar, de las que están acusadas del delito pese a que ya no debería criminalizarse según la Suprema Corte de Justicia, y pese a que la jornada se dividió en múltiples convocatorias, menos numerosas, y entre las que muy pocas llegaron hasta el Zócalo capitalino.
“Aborto sí, aborto no, eso lo decido yo”, corearon desde temprano las mujeres que acudieron a concentraciones menos numerosas que las de otros años, pero más diversas y que se desarrollaron a lo largo de todo el día.
Desde las 11 de la mañana, en la Glorieta de las Mujeres que Luchan un grupo hizo una intervención para poner ese nombre en una señalización urbana, y después leer un pronunciamiento. Por las que hoy nos hacen falta, por las periodistas asesinadas, por las defensoras de la tierra, por las activistas y las madres buscadoras asesinadas y por las víctimas de violencia vicaria, señalaron las activistas al renombrar la Glorieta a tres años de su toma.
En el micrófono, recordaron que la despenalización del aborto no implica que el Estado garantice el derecho en cada clínica y hospital de manera gratuita y segura. Este 28 de septiembre, Animal Político publicó que además de falta de información e insumos, así como resistencias del personal médico, en todos los estados del país siguen abriéndose carpetas de investigación por el delito de aborto, y a nivel nacional se han incrementado.
“Para que el aborto sea un derecho efectivo, es necesario que no esté penalizado, pero eso solo significa un primer paso. Llamamos a seguir movilizadas para lograr la legalización del aborto en todo el país. El Estado debe asumir la responsabilidad de asumir esta problemática como una cuestión de salud pública, que requiere presupuesto para realizar sin ningún impedimento los procedimientos que permitan garantizar nuestro derecho a decidir. No nos conformamos con que el aborto pase de ser clandestino a ser precario”, se escuchó durante el mitin convocado por la coordinación del 8M.
Advirtieron que las mujeres no dejarán de movilizarse en las calles de manera independiente a “este gobierno que no puso su fuerza legislativa, hoy mayoritaria, en las Cámaras al servicio de resolver esta demanda profundamente sentida”. En muchos casos incluso negándose a legislar el derecho a decidir, como en Zacatecas.
Diversas colectivas, diversas exigencias
Durante el transcurso de la mañana, colectivas llegaban y se iban de manera escalonada de la Glorieta de las Mujeres que Luchan.
El reclamo adquirió muchas formas. Luego del pronunciamiento, vinieron las consignas acompañadas por batucada, el baile, los discursos por casos y exigencias individuales, así como expresiones culturales y artísticas.
En círculo o bailando en fila, al ritmo de la batucada coreaban: “aborto legal, seguro y gratuito”; “esas morras sí me representan”; “aborto sí, aborto no, eso lo decido yo”, y “aborto legal, en el hospital”.
“Somos la marea verde que sube, somos la marea verde que canta, somos la marea verde que lucha, somos la marea verde que grita... aborto legal, seguro y gratuito”, continuaron en una concentración que se prolongó hasta las tres de la tarde en la Glorieta.
En medio del megáfono y las consignas, Jen Mulini, de Mexicanas con Discapacidad y del Movimiento de personas con discapacidad, aguardaba frente a un par de carteles que recordaban: 64% de las mujeres con discapacidad han vivido violencia sexual, nuestros derechos sexuales también importan. “Nuestras abuelas nos dieron el voto, nuestras madres el divorcio, nosotras el derecho al aborto”, agregaba una más.
Los colectivos a los que pertenece Jen, explicó, hicieron presencia este 28S por el respeto del derecho a su cuerpo, a su libre acceso y decisión porque los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres con discapacidad no solo son cuestionados, sino que hay todo un sistema que las oprime y las aparta de poder tener vidas dignas.
“En este espacio el día de hoy venimos también a pronunciarnos por el aborto seguro para las mujeres con discapacidad... Lamentablemente no existe una justicia accesible que pueda hacer que nosotras las mujeres con discapacidad tengamos justicia”, señaló.
Jen cree que el camino que falta por avanzar para garantizar el derecho a decidir tiene que ver con proveer suficiente información, así como una legislación transversal, interseccional y que entienda que no solo la acción de abortar, sino la información sobre el servicio debe ser accesible, disponible en Lengua de Señas Mexicana o audios descriptivos para las personas ciegas.
“No les vamos a ceder ni un cachito de calle”
Unos minutos después, pasadas las 3 de la tarde, un par de los contingentes reunidos en la Glorieta de las Mujeres que Luchan salieron a marchar sobre Paseo de la Reforma rumbo al Zócalo capitalino. Pocas pero enérgicas, avanzaron con el grito: “Alerta, alerta al que camina, la lucha feminista por América Latina, y tiemblen, y tiemblen los machistas, que América Latina será toda feminista”, y “Aquí sí se hace lucha, aquí nadie se rinde”.
A su llegada a El Caballito, se encontraron con varias líneas de mujeres policías capitalinas que circundaban todas las inmediaciones. En cuanto avanzaron sobre Juárez, dos de esas filas por la derecha y una por la izquierda comenzaron a flanquear su avance. Ese marcaje se convirtió en tensión a la altura del Hemiciclo a Juárez.
Las manifestantes comenzaron a exigir, cada vez más fuerte, que las policías se replegaran y salieran de la ruta de la marcha. Después de algunos acercamientos y empujones, las mujeres que marchaban por el derecho a decidir decidieron parar y reagruparse por unos momentos. Llamaron a evitar provocaciones, mientras cada vez más filas de policías formaban una escuadra alrededor de ellas.
Para remontar las tensiones y luego de que las mujeres policías tomaron, al fin, una distancia, las manifestantes decidieron formar líneas tomadas de los brazos para seguir avanzando en la exigencia de sus derechos. Había pasado el momento más álgido y juntas llegaron a la Antimonumenta, donde tres pañuelos verdes colgados las recibieron con la leyenda: “Libertad a las presas por abortar”.
En ese punto la batucada volvió, por momentos para corear de cara a la línea de policías que se mantenía pegada a la pared sobre Juárez: “No les vamos a ceder ni un cachito de calle, aquí están las feministas contra la violencia”; en otros, para cantar junto con las manifestantes “De nuestros ovarios, saquen sus rosarios; de nuestras vaginas, saquen sus doctrinas”.
Mientras algunas permanecieron y resistieron encarando a la línea de policías, algunas otras, las menos, terminaron de avanzar hacia el Zócalo, donde el canto y el baile por el derecho a acceder a abortos seguros, libres y gratuitos continuó hasta que la lluvia terminó de disipar una plancha del Zócalo ya de por sí semivacía.
*Con información de María Cristerna