Manifestantes y ONG acusan represión en marcha 8M de la Ciudad de México; autoridades dicen que se respetó libre expresión

Animal Político
09 marzo 2021

El operativo de seguridad incluyó cercos policiacos, uniformadas con equipo antimotín instruidas por hombres y uso de extinguidores para replegar a las manifestantes

Cercos policiacos, un hombre ‘armado’ sobre Palacio Nacional, miles de uniformadas y el uso de extinguidores para replegar a las manifestantes marcaron el operativo de seguridad por la marcha del 8M en la Ciudad de México, que de acuerdo con autoridades concluyó con un saldo de 62 policías y 19 civiles lesionadas, de las cuales nueve uniformadas y una asistente fueron hospitalizadas.

Alrededor del mediodía, en calles aledañas a Paseo de la Reforma y el primer cuadro del Centro Histórico, policías auxiliares aguardaban a recibir instrucciones para contener los distintos contingentes de ciudadanas, colectivas, organizaciones sociales, sindicatos, quienes se movilizaron desde diversos puntos con rumbo al Zócalo.

La mayoría de ellas eran mujeres policía uniformadas, con cascos, escudos y extinguidores para replegar a las manifestantes. Las coordinaban hombres vestidos de civil.

El primer cerco policiaco ocurrió entre Paseo de la Reforma e Hidalgo, donde replegaron a un grupo de manifestantes que acudió a la marcha con objetos como martillos y palos.

De manera paralela, más policías fueron desplegadas para acompañar a la manifestación durante su recorrido.

En el Zócalo, el operativo fue replegado hacia un costado de la plancha, hasta que las manifestantes comenzaron a golpear las vallas metálicas que protegen Palacio Nacional. Entonces se les ordenó pararse frente a ellas y resguardarlas con sus escudos.

No resistieron mucho antes de que algunas de las manifestantes les arrebataran sus escudos y comenzaran a insultarlas, por lo que fueron enviadas a resguardar el sitio pero desde detrás del muro metálico, que continuó siendo golpeado por mujeres que lanzaban consignas en exigencia de justicia.

A partir de ese momento, el actuar policiaco se concentró en accionar extinguidores para impedir que se derribaran las vallas y en resguardarse del fuego que les lanzaban algunas protestantes, quienes encendieron aerosoles apuntando hacia ellos por unas ranuras situadas en el muro a la altura del rostro.

Mientras tanto, en el techo de Palacio Nacional apareció un grupo de hombres, uno de ellos con un objeto que parecía un arma, lo que fue denunciado por parte de asistentes a la marcha. Ante la inquietud que generó su presencia, la oficina de Presidencia respondió que se trataba de un inhibidor de drones.

El vocero de Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, compartió una fotografía del dispositivo y precisó que “nunca hubo personal armado. Se trató de personal de resguardo que usó un inhibidor de drones tipo Hikvision para evitar vuelos sobre Palacio por ser un área reservada por seguridad”.

Balas de goma, gas y una fotógrafa detenida

A lo largo de la jornada, activistas denunciaron el uso de gas y balas de goma para replegar a las inconformes.

En redes sociales, el colectivo de activistas y periodistas ‘Rompe el Miedo’ documentó que elementos de la Secretaría de Seguridad Pública habrían disparado “balas de goma y gotcha directamente contra manifestantes e integrantes de la Brigada Marabunta”.

“Ninguno de estos proyectiles se contemplan en el protocolo policial. Exigimos a las autoridades garantizar el derecho a la protesta”, reclamó el colectivo.

Animal Político constató que en algunas ocasiones, el humo que disparaban las policías desde atrás de las vallas metálicas provocaba ardor e irritación en la piel, ojos, nariz y garganta, además de provocar episodios de tos y sensación de dificultad para respirar.

Sin embargo, autoridades capitalinas negaron “categóricamente” que estos artefactos hubieran sido utilizados por las policías. En su versión, fueron las manifestantes quienes “registraron diversas agresiones con gases, petardos e incendios”.

En conferencia de prensa, la SSC y la Fiscalía capitalina señalaron que el objetivo del operativo de seguridad implementado fue “el de garantizar el derecho a la libre manifestación y expresión de las ciudadanas, más aún cuando se trata de una causa tan legítima como la lucha de las mujeres”.

De acuerdo con su versión, se realizó un cerco policiaco en metro Hidalgo porque detectaron que “portaban palos, varillas, tubos, martillos y bombas molotov, entre otros objetos”, mismos que fueron entregados a las autoridades varias horas después.

“Posteriormente, en su arribo al Zócalo de la Ciudad de México, un grupo de personas en actitud violenta intentaron saltar y derribar las vallas ubicadas frente a Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana, lanzaron petardos, bombas molotov y prendieron fuego en repetidas ocasiones, por lo que elementos de la SSC utilizaron únicamente extintores para evitar un incendio mayor”, informaron.

Señalaron que se registraron diversas agresiones con gases, petardos e incendios contra mujeres policía, y negaron “categóricamente el uso de gas lacrimógeno u otro tipo de sustancia irritante para usar contra las manifestantes”.

También informaron sobre un incidente entre uniformados, manifestantes y periodistas gráficas al interior de la estación Hidalgo de la línea 3 del Metro, donde el personal de la Policía Bancaria Industrial trató de contener a mujeres que realizaban pintas, lo que provocó una riña en la que hubo jaloneos, golpes y empujones y derivó en la detención de una fotógrafa.

Derivado de estos hechos, la Dirección General de Asuntos Internos de la SSC inició una carpeta de investigación, identificó al mando que dio la instrucción de detener a estas mujeres y lo suspendió. Los policías involucrados y las afectadas fueron contactadas por personal de Asuntos Internos para que presenten su denuncia correspondiente.

La directora general de Gobierno, Adriana Contreras, calificó como “inusual” la marcha, pues dijo, “se buscó en todo momento el diálogo con las manifestantes y la intermediación a través de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad y de organizaciones de la sociedad civil, como se había venido haciendo en otras ocasiones, sin embargo hubo negativa al diálogo”.

Las autoridades también señalaron que en diversos momentos de la marcha detectaron que las agresiones eran realizadas o incitadas por hombres presentes durante la movilización.

De acuerdo con la red ‘Rompe el Miedo’ se registraron 12 agresiones a la prensa y 4 contra integrantes de la Brigada Marabunta, entre ellas robos y daños a equipo de trabajo, ataques físicos y una campaña de desprestigio en redes sociales.