'Las mujeres necesitan sentarse en la mesa para que sus voces sean escuchadas': Rania Al Abdullah

Leopoldo Medina
25 septiembre 2020

"La reina de Jordania aborda temas como la desigualdad en la mujer, y cómo el mundo enfrenta la pandemia, en el evento anual México Siglo 21, que organiza cada año para sus becarios la Fundación Telmex"

"Las mujeres necesitan sentarse en la mesa para que sus voces sean escuchadas, instaurando nuevas métricas, y así esperar a que ocurra algo mejor", señaló Rania Al Abdullah, la reina de Jordania, al participar en el evento México Siglo 21, organizado por la Fundación Telmex-Telcel en beneficio de sus becarios.

"Es un verdadero placer para mí unirme a ustedes y a todos los maravillosos estudiantes que nos acompañan y que tratan de hacer realidad. Desearía poder conocerlos en persona, espero que cuando todo esto termine pueda realmente asistir a este evento y verlos a todos”, expresó la reina.

La charla con la esposa del rey Abdalá II inició con la pregunta sobre cuáles han sido las causas que ha apoyado a lo largo de su vida, defendiendo los derechos de los niños, promoviendo la educación de las niñas, así como el empoderamiento de las mujeres.

A esto la reina comentó que en su caso, no debería necesitar una visión diferente para la mitad de la población, y que incluso antes de la pandemia, aún se hablaba de salarios desiguales, de respeto y de representación desigual.

”Toda mujer en algún momento de su carrera llega al momento de revelación en el que se dice a sí misma que si no fuera mujer, no la tratarían de esta manera, yo misma lo viví en distintos momentos, y no estoy diciendo que no hayamos logrado ningún avance, pero estamos muy lejos de donde deberíamos de estar”, señaló Rania Al Abdullah.

Puso como ejemplo que en términos de representación parlamentaria femenina de su país, en los últimos 10 años, solo han mejorado entre el 5 y el 25 por ciento de la representación, y que cuando buscan gobiernos con mayoría femenina en su gabinete, solo se encuentran tres, el de Ruanda, Cuba, y Bolivia.

La reina detalló que a pesar de que se sabe que el 70 por ciento de los trabajadores de la salud en todo el mundo son mujeres, y que aunque su trabajo es importante, no las tratan así.

Respecto a México, destacó que en cuestión de datos, si se quiere conocer información por género sobre la propiedad de tierras, o sobre el registro de nacimientos o de educación de las jóvenes, son muy difíciles de conseguir, al igual que los datos específicos de género en asuntos como el trabajo infantil.

Resaltó que se tiene que hacer un mejor trabajo al incluirlos en las estadísticas, además de dejar en claro que ninguno de los hoy presentes en dicho evento llegará a estar vivo para ver la igualdad de género.

“De acuerdo con el Foro Económico Mundial, estamos a un siglo de alcanzarla. Hay mucha injusticia en el mundo y debemos corregir estos errores”.

La reina indicó que durante este último periodo de la pandemia han salido a la luz algunas de estas desigualdades, pero el tema no es el que haya injusticia, sino la manera en cómo se abordará, que en su opinión no debería ser con agresión, o de manera antagónica, sino más bien pragmática, ya que nadie gana una guerra.

“Tenemos que enfocarnos en donde queremos que las mujeres estén, en el objetivo final, porque al fin de cuentas, no se trata únicamente de los derechos humanos y justicia, se trata del éxito y del progreso para todos nosotros”.

Al Abdullah detalló que a nivel mundial, el planeta está perdiendo 168 millones de dólares anuales debido a la desigualdad, por lo que se necesita que hombres y mujeres, progresistas, liberales, y conservadores, se suban al “barco” para tratar de impulsar a las mujeres hacia adelante.

La reina resaltó también que históricamente siempre se ha tratado de adaptar a las mujeres a los sistemas e instituciones que fueron hechas por hombres para hombres, por lo que las mujeres siempre han sido medidas con las expectativas de los hombres, de cómo debería ser el liderazgo.

Reconoció que cualidades como la compasión, la empatía, todas esas cualidades femeninas no solían ser tan valoradas, a pesar de lo importante que son ahora para tratar este tema de la pandemia, lo que representa una oportunidad única para tener una nueva conversación, una visión audaz para reestructurar realmente todo el ecosistema de trabajo para las mujeres.

A la pregunta sobre qué es lo que requiere para lograr esa igualdad, resaltó que un paso importante es reconocer la oportunidad que existe hoy por la situación que el mundo está atravesando.

Ahora hay pruebas convincentes de que en los países liderados por mujeres se están logrando significativamente mejores resultados contra el Covid-19, donde el promedio de muertes en países es de casi la mitad, destacando el trabajo realizado en países como Alemania, Nueva Zelanda, Finlandia, Dinamarca, Taiwán y Bangladesh.

Reconoció que las mujeres que lideran estos países generalmente ponen a las personas primero, lideran con empatía y compasión, porque tienen el instinto de proteger a su familia, a su pueblo.

Para cambiar las cosas, dijo, hay que darse cuenta de que todos están involucrados en esto, y todos tienen que trabajar para lograrlo de manera sustancial y práctica, se tiene que asegurar que las mujeres tengan un lugar en la mesa, y en este momento existe la oportunidad de hacer mejor las cosas.

‘Las mujeres necesitan sentarse en la mesa para que sus voces sean escuchadas, instaurando nuevas métricas, y así esperar a que ocurra algo mejor, debemos implementar nuevos indicadores en las empresas y en gobierno que midan la diversidad, la paridad de género, el número de mujeres representantes de gobiernos en los parlamentos, en juntas directivas de las empresas, en puestos de distintas corporaciones, estas son cosas importantes a las que hay que ponerle atención”.

Rania resaltó también que durante las crisis todo el mundo se ve afectado, pero las mujeres mucho más y de manera desproporcionada por las desigualdades existentes, las cuales se han corregido en el pasado, y durante esta pandemia los padres que normalmente están en la oficina, ahora están pasando tiempo en casa, reconociendo y apreciando el trabajo de administrar un hogar o criar a los hijos.

“En tiempo de crisis a menudo esperamos que las mujeres asuman la carga, tomen el relevo y esperamos que sufran en silencio, pero de vez en cuando que se nos recuerde el valor del trabajo de las mujeres”.

Señaló que en marzo en México, cuando las mujeres se esfumaron de la noche a la mañana de las calles, de las escuelas, y de las oficinas para protestar por la violencia, solo ese día le costó a la economía mexicana más de mil 370 millones de dólares.

Agregó que a través de su trabajo a lo largo de los años se ha encontrado con tantas mujeres que cuando se trata de sus hijos harán cualquier cosa, pero se espera que lo hagan todo, por lo que aconseja a las mujeres que se aseguren de mantenerse firmes en su lucha, que pidan apoyo a sus familiares, empleadores, sus representantes.

“No creo que las mujeres necesiten consejos en este momento, lo que necesitan es apoyo, y necesitan estar presentes en la sala, y en el proceso de toma de decisiones”, resaltó la reina.

Sobre la forma en que el mundo está lidiando con esta pandemia, Al Yassin destacó que esta situación tomó al mundo desprevenido, no estaba preparado, y que ahora el mundo está tratando de alcanzar a un virus que se mueve rápidamente.

“Estamos aprendiendo de la práctica, solo a través de ensayo y error, al mismo tiempo intentamos equilibrar las preocupaciones de salud, con una larga lista de conflictos sociales, políticos y económicos, no ha sido fácil, es un territorio muy desconocido, pero creo que dos palabras para describir el estado de nuestro mundo son incertidumbre y desigualdad”.

Incertidumbre porque nadie sabe con seguridad cómo se comporta este virus, si hay un tratamiento efectivo, cómo se verá el mundo después, y si se saldrá de la crisis, ni cuál será la nueva normalidad, añadió.

Desigualdad en la forma en la que distintas personas han sido afectadas por el virus y desigualdades en su recuperación; sin embargo, algo que se sabe con certeza, señaló, es que el mundo está experimentando una de las peores contracciones de la historia, sin contar las guerras.

“La OCDE predice una contracción del 6 por ciento en la economía mundial, y hasta el 7.5 por ciento en caso de haber una segunda ola de la enfermedad. Esta pandemia nos ha demostrado que estamos juntos en esto, y que la globalización para bien o para mal, no puede revertirse”, consideró.

Al Abdullah precisó que lo que se tiene que hacer es trabajar juntos, que la colaboración es absolutamente esencial, esto se puede ver en la comunidad médica y científica que está compartiendo información, y cooperando entre sí para encontrar la vacuna, sin esta cooperación se tardaría 10 veces más en poder encontrar la cura.