Las 9 revelaciones de Lozoya que cimbran a la clase política mexicana y al régimen PRI-PAN
"El ex director de Pemex detalló una serie de nombres, fechas y lugares que vinculan a Salinas, Calderón y Peña Nieto en la participación de 'una asociación de corte delictivo' que saqueó a México durante años para beneficios privados"
Ciudad de México.- La filtración de la denuncia completa que presentó el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, ante las autoridades judiciales de México, detonó un escándalo político sin precedentes en el país, de acuerdo con RT.
En su denuncia de hechos, luego de ser extraditado desde España para declarar por su presunta responsabilidad en la compra de AgroNitrogenados –una planta chatarra de fertilizante– y por haber recibido sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, Lozoya detalló una serie de nombres, fechas y lugares que vinculan a políticos de alto perfil en la participación de “una asociación de corte delictivo” que saqueó a México durante años para beneficios privados.
A lo largo del documento, Lozoya acusa al ex Presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) y a su mano derecha, el ex secretario de Hacienda y excanciller Luis Videgaray, de encabezar una serie de sobornos millonarios a legisladores con el objetivo de aprobar reformas legales para beneficiar a empresas que, a su vez, inyectaron dinero ilegal a las campañas electorales.
Estas son algunas claves para entender a fondo el caso.
1. Empresas extranjeras financian sobornos de Peña Nieto
En su denuncia, de 63 páginas, Lozoya dice haber sido encomendado a “gestionar recursos de empresas extranjeras para financiar la campaña electoral” cuando fue nombrado Coordinador de Asuntos Internacionales de la campaña presidencial de Peña Nieto, en noviembre de 2011.
Según el documento filtrado, el exdirector de Pemex pidió a Luis Weyll, director de Odebrecht México, 6 millones de dólares para la campaña de Peña Nieto a principios de 2012. El dueño de la constructora brasileña, Marcelo Odebrecht, ya había ofrecido dinero al ex Presidente desde que era Gobernador del Estado de México (2005-2011).
Pero los sobornos no se habrían limitado a la campaña electoral. Según relata Lozoya, en el segundo semestre de 2012, con Peña Nieto ya en la Presidencia, éste se reúne con Marcelo Odebrecht en Sao Paulo (Brasil) junto con directivos de Braskem (filial de Odebrecht) para fortalecer la alianza. En ese encuentro se habría pactado el pago de dinero a cambio de contratos de la reforma energética que impulsaría la nueva administración. La reunión se llevó a cabo en secreto por órdenes de Videgaray, según Lozoya.
Además, de acuerdo con el ex director de Pemex, Videgaray alguna vez le confesó que había presiones para obtener 10 millones de dólares provenientes de dinero del erario y/o empresas, toda vez que “ya había muchos compromisos con grupos empresariales extranjeros”.
2. Pago a consultores extranjeros
Durante las campañas electorales, según la denuncia, Odebrecht pagó 4 millones de dólares a Lozoya, de los cuales, 2,5 millones irían directos a la campaña presidencial de Peña Nieto.
Videgaray le habría ordenado al exdirector de Pemex que ese dinero se usara para pagar a consultores extranjeros, casi todos con cuentas en EU y una en Alemania. En total, Lozoya afirma haber pagado 1.6 millones dólares a las siguientes firmas de consultoría:
Dirk, Zavala, Rubarth
International Strategic Solutions
Bean LLC
José Eshkenazi Smeke
JC Llorden Sabat
The Markham Group
Bendixen & Associates
Chlopak, Leonard, Schechter & Associates Inc.
T. Investment Corporation
Mauricio Sánchez
La mayor parte del dinero se depositó en una cuenta de Lozoya en Suiza y la otra se recibió en efectivo a través de operadores de una socia de Odebrecht en México.
3. Los negocios de Salinas, 'cabildero'
Una de las mayores revelaciones fue el involucramiento del expresidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) en la red de corrupción a través de negocios turbios en Pemex.
Lozoya señala a Salinas como un “comisionista y cabildero del PAN”, acusándolo de operar políticamente para que legisladores de esa formación aprobaran la reforma energética impulsada por Peña Nieto. El objetivo era obtener beneficios a través de empresas privadas de las cuales Salinas sería socio.
Esto se desprende luego de que, según la denuncia, el empresario Federico Martínez Armenta, director de la empresa Tradeco, se acercáse en una ocasión al Presidente Peña Nieto para decirle que “él y su socio, Carlos Salinas de Gortari, estaban esperando para sumar al PAN y conseguir votos para las reformas estructurales”.
Lozoya cuenta que Salinas contactó a su padre, Emilio Lozoya Thalmann (quien fuera secretario de Energía en el sexenio de Salinas) para que Federico Martínez pudiera tratar con el director de Pemex varios negocios relacionados con proyectos de infraestructura. Negocios en los cuales también estaría involucrado un hijo de Salinas (Juan Cristóbal).
Martínez le pidió a Peña Nieto revisar dos obras que la empresa Tradeco tenía en Pemex: un tanque de almacenamiento en Veracruz y un puente en Ciudad del Carmen, unas obras que tenían diversas quejas, retrasos e incumplimientos. El ex Presidente, a su vez, ordenó a Lozoya atender el caso.
En este contexto, Martínez le pidió a Lozoya “modificar los contratos y perdonar las penalidades” impuestas a la empresa. El denunciante dice que se negó a hacerlo, pero al final del sexenio peñista, dichos contratos habrían sido modificados luego de que José Antonio González Anaya, concuño de Salinas de Gortari, asumiese la dirección de Pemex en 2016 como relevo de Lozoya.
En otro negocio impulsado por Juan Cristobal Salinas, el hijo del ex Presidente intentó que Pemex pagara más de 15 millones de dólares en indemnizaciones a una empresa de nombre Trese, luego que la petrolera hubiera cancelado el contrato que tenía dicha compañía para operar una plataforma marítima. Lozoya señala que dicho contrato fue cancelado luego de que algunos trabajadores de la petrolera murieran por falta de mantenimiento en la plataforma marítima.
Pero la historia no queda ahí, ya que luego de una conversación que sostuvo Lozoya con el senador del PAN, Roberto Gil Zuarth, éste le habría confesado que varios de sus compañeros legisladores panistas habrían recibido dinero durante la reforma energética proveniente de la empresa Tradeco, que “les estaba facilitando apoyos económicos a cambio de votos”.
De este modo, Lozoya involucra a Salinas de Gortari en el pago de sobornos a legisladores panistas durante la reforma energética.
4. 'Extorsiones' del PAN
Lozoya también acusa a un grupo de legisladores del conservador PAN de exigir el pago de sobornos para no boicotear la aprobación de la reforma energética, aprobada en el Congreso entre 2013 y 2014. Se trataría de Francisco Cabeza de Vaca (actual Gobernador de Tamaulipas); Francisco Domínguez (actual Gobernador de Querétaro); Salvador Vega Casillas y Jorge Luis Lavalle (cercanos al ex Presidente Felipe Calderón).
El pago de estos sobornos estarían vinculados al video que se difundió recientemente en redes, en el que dos operadores del PAN en el Senado recibieron grandes sumas de dinero en efectivo.
Por otro lado, Lozoya señala a otro Senador, Ernesto Cordero, de recibir dinero a cambio de la aprobación de la reforma energética.
“No se trata de una negociación, sino que claramente fue una extorsión ejercida por parte de ellos hacia mi persona”, dice el denunciante.
Además de dicha red, Lozoya también aseguró que por órdenes de Videgaray entregó 6,8 millones de pesos (306.805 dólares) a un operador político de Ricardo Anaya, quien fuera Presidente de la Cámara de Diputados durante la aprobación de la reforma energética, para luego convertirse en presidente del PAN y posteriormente en candidato presidencial en 2018.
El dinero a Anaya habría sido entregado durante la primera semana de agosto de 2014.
5. Calderón, Meade y Etileno XXI
La denuncia también señala que los negocios oscuros de Odebrecht en México comenzaron a gestarse durante el mandato de Felipe Calderón (2006-2012), cuya administración dio un descuento de 25 por ciento a Braskem, filial de Odebrecht, para el suministro de etano a través de la planta Etileno XXI, lo que representó pérdidas millonarias para Pemex.
Además de eso, Braskem se habría beneficiado no solo con el precio preferencial, sino también mediante “elevadísimas penalizaciones por incumplimiento en la entrega de etanol”.
Por este asunto, “muchos panistas dentro del sexenio de Calderón recibieron fuertes sumas de dinero”, denuncia Lozoya.
Incluso, menciona que se hizo una sesión del Consejo de Administración de Braskem en la residencia oficial del Presidente, en octubre de 2011, cuando Marcelo Odebrecht fue invitado a comer con una comitiva.
Para mantener el contrato de Etileno XXI, Lozoya dice que Videgaray entregó sobornos a José Antonio González Anaya por 4,39 millones de pesos (198 mil 70 dólares) y otros 4 millones de pesos (180 mil 474 dólares) a José Antonio Meade quien fuera secretario del gabinete de Calderón y Peña y posteriormente candidato presidencial del PRI.
Esto habría ocurrido el 15 de septiembre de 2014. También se entregaron otros cuatro millones de pesos para Carlos Treviño Medina, quien sería director de Pemex en la recta final del sexenio peñista. El dinero se habría entregado en sus respectivos domicilios en portafolios de trabajo.
Además, Lozoya afirma que en el primer trimestre de 2013, Meade le habría pedido no criticar un crédito otorgado al sindicato petrolero y el contrato de Etileno XXI, aprobados durante el sexenio de Calderón.
6. Grupo Higa y la Casa Blanca
Otra revelación tiene que ver con los vínculos entre la constructora Grupo Higa y su dueño, Juan Armando Hijonosa, con negocios en Pemex.
A cambio de contratos públicos, Hinojosa habría financiado la llamada Casa Blanca de Peña Nieto y también una vivienda de Luis Videgaray en el municipio de Malinalco.
Lozoya relata que, durante una reunión con el empresario, éste le contó que Peña Nieto “le había instruido a hacer negocios en Pemex”para que ambos “tuvieran liquidez”.
Hinojosa también le habría revelado a Lozoya que Grupo Higa recibía comisiones entre el 2 y 5 por ciento por cada obra. Parte de ese dinero regresaba a las manos de Peña Nieto a través del empresario.
De ahí que, según la denuncia, Peña preguntaba continuamente a Lozoya cómo iba el contrato de Grupo Higa en el astillero Keppel. Un caso que no se conocía públicamente.
Grupo Higa también habría estado involucrado en el ‘Museo del Presidente’, una construcción en la cual se planeaba desplegar una serie de fotos y objetos usados por Peña Nieto durante su mandato.
Para ello, se contrató por medio de Lozoya a un fotógrafo que cobraba entre 2 y 3 millones de pesos mensuales (hasta 135.355 dólares) para dicho proyecto, que era desconocido hasta ahora.
7. Compra de periodistas y medios de comunicación
Según la denuncia, Videgaray ordenó a Lozoya comprar un bolso Chanel para entregarlo a su “amiga”, la periodista Lourdes Mendoza.
Durante este asunto, Videgaray le habría dicho a Lozoya: “Tú no sabes usar el poder, yo tengo una lista de periodistas como Lourdes Mendoza a quienes mantengo contentos con cañonazos de 50 mil a 100 mil pesos mensuales (cerca de cuatro mil 500 dólares mensuales). Es la única forma de poderle ganar a Miguel Ángel Osorio Chong [quien era secretario de Gobernación en el sexenio de Peña], que me quiere desplazar”.
Lozoya también cuenta que el periódico El Financiero acudió a Videgaray para conseguir un crédito por 100 millones de dólares con un banco estatal, Nacional Financiera (NAFIN), “ya que estaba a punto de quebrar”. NAFIN había negado el crédito y Videgaray estuvo a punto de remover a su titular, como represalia. Al final, el medio “sí consiguió” que otro banco estatal, Bancomext, le dejara el dinero, según Lozoya.
Una situación que devela una parte de cómo operaron informativamente algunos medios de comunicación durante la aprobación de las reformas estructurales impulsadas por Peña Nieto.
8. El Ferrari de Peña Nieto
Lozoya también narra un episodio en el que el Presidente Peña Nieto presumió recibir un automóvil Ferrari, como regalo del ex Gobernador de Veracruz, Javier Duarte, quien se encuentra preso por saquear las finanzas públicas de su Estado y quien ya en prisión señaló que su entrega había sido pactada con el ex Presidente.
“Enrique Peña Nieto nos dijo: ‘Miren lo que me regaló el Góber’, mostrándonos, en todos momentos, la parte interior de la carpeta. Ahí aparecían las fotos de un Ferrari con el texto: Este Ferrari perteneció al Presidente (Adolfo) López Mateos y a un lado estaban las llaves del auto”, relata Lozoya.
Según Lozoya, este episodio ocurrió durante un viaje en el avión presidencial a Veracruz con motivo del Día de la Marina.
Luis Videgaray habría instruido a Lozoya “facilitar diversos tipos de combustible al gobierno de Duarte”.
9. Pagar compromisos
Lozoya también acusa a Peña Nieto y Videgaray de intimidarlo para participar en una extensa red de corrupción que buscaba pagar favores por la inyección ilegal de dinero en campañas políticas.
“Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray crearon un esquema de corrupción en el Gobierno federal, en el cual, el común denominador era el siguiente: todas las personas que cierto modo apoyaron en la campaña presidencial tenían que ser remuneradas o compensadas. La forma en que eran recompensados, era dándoles contratos de proveeduría de insumos, contratos diversos, adquisición de empresas o inmuebles para que estas personas se beneficiaran”, señala el texto.
“Incluso en ocasiones, después de dichas operaciones, debían devolver dinero para beneficio de las futuras campañas electorales del PRI o bien para beneficio propio de Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray u otros, como el caso Odebrecht”, añade Lozoya.
El ex director de Pemex también dice haber sido utilizado para configurar “una asociación de corte delictivo, dirigida a enriquecerse no solo del erario público, sino a través de la extorsión a personas físicas y jurídicas, el fraude y el engaño –como en el caso de la denominada Estafa Maestra– contraer deuda a cargo del erario y aprovecharse económicamente en perjuicio de la nación”.
Una situación que habría vulnerado la soberanía de México.
“Existió un acuerdo para implementar un aparato organizado de poder que –desde las más altas esferas del régimen– instrumentó lo necesario, tal como ya lo señalé en el caso Odebrecht, incluyendo al Poder Legislativo, para obtener beneficios que afectaron la soberanía de México, sometiéndola a personas y grupos, nacionales y extranjeros”, remata Lozoya.