Guardias cuentan a Vice News que cobraban $200 a migrantes para liberarlos
Solo había dos formas de salir: o transferías o te devolvían a tu País, confirma un migrante venezolano en Ciudad Juárez
Vice News publicó este jueves que tres sobrevivientes y dos guardias del Instituto Nacional de Migración de Ciudad Juárez declararon que la cárcel donde murieron 40 migrantes el pasado 27 de marzo era un “centro de extorsión” de facto: pues solo los migrantes que podían transferir al menos 200 pesos a uno de los agentes podrían ser liberados; quienes no, tendrían que permanecer en la cárcel y ser enviados a la Ciudad de México o deportados a su país de origen.
“Cada migrante pagaba entre $200 y $500 para ser liberado. Cerramos las puertas a las 7:00 pm y si pagaban antes, los dejábamos salir. De lo contrario, eran deportados a sus países o enviados a la Ciudad de México”, cita Vice News a un guardia que trabajó en las instalaciones durante cuatro años, incluida la noche del incendio.
En el reportaje narran que un migrante de Venezuela estuvo encerrado en el centro durante cuatro horas el mismo día del incendio, pero escapó de la muerte porque su familia en Venezuela transfirió el dinero antes de las 19:00 horas. El venezolano señala que ese es el plazo que le dieron los guardias para depositar el dinero o ser deportado al día siguiente.
“Solo estoy vivo porque mi familia pagó”, dijo el migrante a Vice News.
El medio señala que tanto los oficiales del INM como los guardias supuestamente dirigieron la operación basada en transferencias electrónicas para estafar y extorsionar a los migrantes detenidos, según una denuncia oficial.
“Los familiares de los inmigrantes detenidos depositaron los pagos de la extorsión en las cuentas bancarias personales de los guardias de seguridad privados para evitar que el dinero fuera a parar a los funcionarios mexicanos; las ganancias luego se repartían entre quienes administraban el esquema, incluido el personal del INM”, dijeron a VICE World News dos guardias de seguridad privados que trabajaban en el centro de detención.
En la tarjeta migratoria matutina emitida el 31 de marzo emitida por la Secretaría de Gobernación y el Instituto Nacional de Migración citan un reportaje del periódico La Razón.
Informan que “Daniel” llegó a trabajar al Grupo de Seguridad Privada CAMSA, S.A. de C.V.
“Refiere que, en ocasiones, vio cómo agentes de Migración sacaban sus tarjetas bancarias para pedirle a las familias de los extranjeros que les realizaran transferencias de dinero para ‘soltarlos’, como si se tratara de delincuentes, o bien decían: ‘para arreglarles rápido sus papeles y pudieran estar en México o irse’”, se informa.
En el reportaje se detalla que los recursos que hacían llegar las familias de los migrantes detenidos se lo repartían entre los agentes migratorios y los encargados de la estación.
Citan que la estación migratoria de Ciudad Juárez es un punto que concentra mucha corrupción y que los obligan a estar callados porque se maneja mucho dinero.
“Las personas que llegan se ven mal, pero siempre traen un ahorradito y pagan mucho dinero a los funcionarios federales para que les hagan trámites que son falsos”, comenta “Daniel”.