GIEI expresa ‘su más profunda tristeza ante falta de verdad’ en caso Ayotzinapa; pide investigación seria
Advierte que de parte de la Secretaría de la Defensa Nacional se han negado a proporcionar toda la información que tienen sobre la desaparición de los estudiantes normalistas
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes aseguró que según un peritaje forense, no se puede determinar la autenticidad de los mensajes de Whatsapp contenidos en el informe que dio a conocer la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, presidida por Alejandro Encinas Rodríguez, Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, de la Secretaría de Gobernación.
Solicitado por el propio Gobierno de México desde el 2014, el GIEI fue un grupo de asesoría técnica conformado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el que participaron Carlos Martín Beristain, Angela Buitrago, Francisco Cox Vial, Claudia Paz y Paz y Alejandro Valencia Villa. Sin embargo, dejó el caso en abril del 2016. Pero regresaron a investigar al territorio mexicano, a principios de marzo del 2019.
En conferencia de prensa, en la sede de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, el GIEI indicó que, de 467 capturas de pantalla contenidas en el informe, en 181 imágenes se determinó que existen incoherencias e inconsistencias entre los metadatos y las capturas de pantalla, por lo que no podrían ser usadas como pruebas judiciales, en el caso los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, desaparecidos el 26 de septiembre del 2014, en Iguala, Guerrero.
Los presentado por el GIEI, se da tras pedir una prórroga para extender su participación en la investigación y analizar las capturas de pantalla presentadas por la Comisión, a las cuales tuvieron acceso el 23 de septiembre de 2022, apenas seis días antes de su último informe ante medios de comunicación.
En un pronunciamiento conjunto, los expertos advirtieron que la prisa por dar resultados, ha originado una crisis, por lo que pidieron retomar el camino de una investigación seria, que permita dar respuesta a los padres de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa.
El GIEI indicó que decidieron someter a peritaje los mensajes luego de que estos fueran dados a conocer el 18 de agosto de 2022, sin que los integrantes del GIEI previamente supieran de su existencia y ante las dudas que generaron entre los padres de los 43 jóvenes normalistas desaparecidos.
Sin embargo, los expertos aseguraron que la existencia de dichos mensajes no altera las investigaciones realizadas por la de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa, de la Fiscalía General de la República, debido que la solicitud de 83 órdenes de captura no se basaron en los datos contenidos en el informe presentado por la Comisión presidida por Encinas Nájera.
Asimismo, el GIEI dio a conocer que ante la confusión que se ha registrado en las últimas semanas con la renuncia de Omar Gómez Trejo -ex titular de la UEILCA- y el desistimiento de órdenes de aprehensión que ya habían sido concedidas por el Poder Judicial, determinaron que dos de sus integrantes le den seguimiento al caso, pero sólo por otros dos meses más.
El GIEI, en el nuevo mandato estaba compuesto por cuatro integrantes, sin embargo, solo dos de ellos, Ángela Buitrago y Carlos Martín Beristain continuarán, en tanto que Francisco Cox Vial y Claudia Paz y Paz, terminarán con su labor.
Beristain recordó que el mandato del Grupo terminaba hace un mes, sin embargo, decidieron prorrogar, ante las dudas que generaron los mensajes dados a conocer por la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa y la renuncia de Gómez Trejo.
“Se puede evidenciar que algunos mensajes fueron emitidos el 8 de enero de 2015 y la metadata muestra fecha de creación el 1 de octubre de 2014, por lo tanto, no existe confiabilidad en la metadata, ya que no es posible obtener una captura de pantalla de un mensaje que aún no ha sido generado y enviado. En total, se logran determinar 181 imágenes, tipo screenshot que presentan este tipo de situación”, señaló Francisco Cox Vial, uno de los integrantes del GIEI.
“Como conclusión del presente informe forense, se establece que los mensajes analizados no pueden considerarse como una prueba digital, teniendo en cuenta que no fueron extraídos directamente de los dispositivos, que supuestamente fueron utilizados para el uso de la aplicación Whatsapp”, indicó el miembro del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes.
“De acuerdo con el análisis realizado de los ficheros entregados como evidencia digital se determina que no es posible garantizar la originalidad de los mensajes que fueron capturados en imágenes o mediante registros fotográfico, ya que no se puede determinar, mediante el estudio de la metadata, de los ficheros su autenticidad, dado que no es posible verificar la fecha de creación original del mensaje, mediante la herramienta ExifTool”, agregó Cox Vial.
“Tampoco es posible verificar el tipo de dispositivo celular donde se encuentra configurada la cuenta de Whatsapp de la cual se realizó la copia tipo screenshot o captura de pantalla, objeto del análisis forense solicitado [...] Lo que sí hay que investigar es, ¿por qué se entregaron? ¿quién los entrego? y ¿cómo los obtuvo? Y ese es un elemento fundamental”, señaló, por su parte, Ángela Buitrago.
“Como conclusión del presente análisis forense, se establece que los mensajes analizados no pueden considerarse como una prueba digital, teniendo en cuenta que no fueron extraídos directamente de los dispositivos que supuestamente fueron utilizados para el uso de la aplicación WhatsApp y que lo que se tiene como evidencia son ficheros tipo capturas de pantalla que no garantizan la originalidad de estos”, dijo el experto del GIEI.
“Ante este cambio de escenario y, tras un examen crítico de las condiciones necesarias para seguir y las implicaciones para los familiares y el propio caso, de una posible salida del GIEI de México, el Grupo ha tomado la decisión de proponer a las autoridades mexicana, a la Comisión Interamericana, a los familiares y representantes, una medida transitoria de que dos de sus miembros sigan adelante con el desarrollo del mandato”, indicó, en su turno, Beristain.
Por otra parte, el GIEI también reveló que Secretaría de la Defensa Nacional se ha negado a entregar toda la información relacionada con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, que demuestra que estaba enterada de lo que estaba sucediendo con los jóvenes.
Ángela Buitrago, indicó que ya le solicitaron al presidente Andrés Manuel López Obrador que el Ejército entregue los archivos y dé acceso a los investigadores, para que no se obstaculice la investigación en la búsqueda de los estudiantes desaparecidos.
En concreto, precisó Buitrago, se trata de información generada por el Centro Regional de Fusión de Inteligencia (CERFI), el cual recopiló información de la complicidad entre autoridades e integrantes del grupo criminal Guerrero Unidos.
“El GIEI ha seguido insistiendo en que se necesita proporcionar toda la información existente en los archivos de inteligencia de Sedena y en el Centro Regional de Inteligencia y otros que puedan tener información clave para la búsqueda, que incluyen los monitoreos o escuchas telefónicas en tiempo real del 26 de septiembre de 2014 y de los días subsiguientes, incluido el 4 de octubre de 2014”, dijo Buitrago.
“Entre otras, que se encuentran parcialmente recogidas en notas oficiales de los archivos de Sedena que muestran que se tenía conocimiento de los hechos en el mismo momento en que se estaban dando. Dichos mensajes del Centro Regional de Inteligencia no han sido proporcionados”, señaló la experta.
Buitrago agregó que la SEDENA ha negado la existencia de dichos archivos, sin embargo, el GIEI tiene información de que sí fueron generados. Además, insistió que existen datos que demuestran la relación de elementos del Ejército con integrantes de Guerrero Unidos, quienes presuntamente desaparecieron a los 43 jóvenes normalistas.
“El GIEI ha pedido al presidente Andrés Manuel López Obrador que ordene la presentación de toda la información de dichos archivos y el acceso al lugar donde se encuentran, sin lo cual, se obstaculiza la búsqueda de los desaparecidos”, enfatizó la experta.
“Igualmente, existe evidencia de que numerosos miembros del 27 batallón estuvieron al tanto de los hechos desde la llegada de los jóvenes a Iguala, fueron testigos de las detenciones, no actuaron para su protección mientras tenían reportes de inteligencia de lo que estaba sucediendo y además controlaban el C4 y existe, al menos un testimonio, que lo relaciona con haber tenido a un grupo de normalistas en su poder”, insistió.
Buitrago recordó que el Ejército tenía infiltrados a los normalistas, ya que uno de los jóvenes desaparecidos, Julio César López Palotzin, era un militar que se hacía pasar como alumno y reportaba a mandos militares todo lo que hacían los estudiantes.
“El GIEI ha documentado que en esta clase de delitos la investigación debe ser por acción y por omisión. Eso significa que si nosotros encontramos toda una serie de información que permite afirmar que hubo conocimiento por parte del Batallón 27 de la 35 Zona Militar de la Novena Región del DN1 que llevaba a la Ciudad de México, pues no hay duda que por lo menos tienen que dar explicaciones”, agregó Buitrago.
“En un intento de acelerar los resultados del caso sin las debidas medidas de investigación a tomar para ello, han conllevado una situación de crisis en la capacidad de entes investigadores, de la independencia y confianza en los resultados de la investigación y un desconocimiento del propio papel del GIEI en la asistencia técnica internacional”, planteó Beristain.
“Se juega en Ayotzinapa la credibilidad de las instituciones. México tiene una oportunidad de mostrar que la voluntad política junto a la independencia y consistencia de la investigación son determinantes para la justicia que los familiares reclaman en este caso y en otros muchos miles que se han dado en el país”, dijeron los expertos..
Pero sobre todo se juega una respuesta digna frente al dolor y sufrimiento de unos familiares que han sido tantas veces golpeados no sólo por los hechos sino por las versiones distorsionadas o las mentiras sobre los mismos”, afirmaron los miembros del GIEI.
“A pesar de lo que se ha dicho estas semanas, la investigación está suficientemente fortalecida, ha logrado mediante pruebas fehacientes acabar con la inconsistencia y mentiras de la llamada ‘Verdad Histórica’”, afirmaron los expertos del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes.