Fosa común del Panteón de Dolores se llena de velas y flores para los fallecidos sin nombre

Animal Político
03 noviembre 2024

En la fosa común, además de las personas integrantes de las poblaciones callejeras, están quienes fallecieron en la vía pública, hospitales o albergues sin que existieran datos que permitieran identificarlos

Por Eréndira Aquino


Por segundo año, autoridades de la Comisión Nacional de Búsqueda, la alcaldía Miguel Hidalgo y la asociación civil El Caracol organizaron una misa y coordinaron el montaje de la ofrenda para quienes fallecieron en calidad de desconocidos y terminaron en la fosa común de la Ciudad de México, ubicada en el Panteón Civil de Dolores.

“En este lugar donde se siente el dolor y la angustia, también hoy es día de fiesta, ya que por segunda ocasión nos reunimos para rendir homenaje a las personas que por alguna circunstancia están en la fosa común, a los desaparecidos, a los olvidados que hoy descansan en este lugar lleno de paz”, explicó Luis Enrique Hernández, director de El Caracol, una organización que trabaja a favor de las personas en situación de calle y ha localizado algunos de sus cuerpos en este espacio.

“Es muy bonito, porque desde El Caracol lo que estamos buscando es hablar del duelo y del derecho que tienen las personas que murieron a ser lloradas, y del derecho que tienen los familiares a vivir el dolor a partir de que encuentran a sus seres queridos, en el caso de las poblaciones callejeras, también su familia social”.

“Uno de los temas por los que hemos tratado de luchar es que nos reconozcan como familia social, porque evidentemente no son nuestros hijos o nuestros hermanos, pero también nos duele... Ustedes no saben el dolor que vive el equipo del Caracol cuando buscan a una persona”, mencionó Luis Enrique.

Entre los asistentes a la ofrenda estaban Cecilia, Margarita y Víctor, quienes acudieron a dejar flores a Hermelinda y Belén, dos de sus compañeras que han sido localizadas en la fosa común, y cuyos cuerpos no han podido ser exhumados para darles sepultura en otro espacio, por lo que por segundo año les llevaron flores y veladoras hasta la fosa.

Mónica, otra de las asistentes, mencionó que ella acudió para visitar a un familiar, quien estaba con reporte de desaparición, hasta este año que la CNB le informó que se encontraba en la fosa común: “y pues ahorita ya tiene nombre y apellido”.


La labor de nombrar y dignificar a quienes murieron como desconocidos

En la fosa común, además de las personas integrantes de las poblaciones callejeras, están quienes fallecieron en la vía pública, hospitales o albergues sin que existieran datos que permitieran identificarlos.

Por ello, desde hace cinco años la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) trabaja en colaboración con el Panteón Civil de Dolores y la asociación El Caracol para identificar a estas personas fallecidas, ya que en muchos casos cuentan con reportes de desaparición.

“Esta vinculación con la Comisión de Búsqueda se da a partir de las bases de datos que elaboramos en El Caracol con la campaña Chiras Pelas, y con ella nos ayudan a identificar a algunas personas, aunque ahora también hemos hablado de realizar búsquedas en vida en la calle, porque hay muchas personas con temas mentales, o que llegan a albergues y ahí pierden su identidad”, detalló Luis Enrique Hernández.

Omar Villena, director de Acciones de Búsqueda en la CNB, celebró que gracias al trabajo en conjunto con el panteón y Caracol “podemos observar que ya han surgido varios nombres (de los fallecidos en calidad de desconocidos) y mantener la esperanza en vías a la restitución de estas personas”.

“Las técnicas de búsqueda requieren que las autoridades tengamos mejores registros, que son los que nos han permitido hacer estas localizaciones. Nos damos cuenta de que lo que las autoridades hacemos, aunque no tenga que ver directamente con búsquedas, es útil para colaborar en esta misión”, apuntó Villena.

De acuerdo con Mauricio Tabe, alcalde de Miguel Hidalgo -donde se ubica el Panteón Civil de Dolores-, antes de que existiera este convenio de colaboración se identificaba a tres personas por mes en la fosa común, y actualmente se identifican a 20 mensualmente.

“Parece que es poco, pero es mucho el esfuerzo que hay detrás de cada una de las exhumaciones y la atención que se da a las familias. No me imagino el dolor que viven cientos de miles de personas que esperan noticias sobre sus familiares desaparecidos, por ello, esta labor busca poder cubrir un poco esa incertidumbre”, subrayó.


Un memorial para quienes murieron en calle

Además de la misa y los testimonios compartidos por parte de familias asistentes, este sábado se inauguró un memorial instalado por El Caracol para honrar la memoria de las personas en situación de calle que mueren sin ser nombradas ni reclamadas.

“En este espacio hay muchas personas que conocíamos, a los que abrazamos, con quienes festejamos logros y cumpleaños, y otras veces los acompañamos en momentos muy complicados, y el hecho de que llegaran aquí como desconocidos nos indignó, por lo que un día pensamos que teníamos que encontrar una forma de llorarles y visitarlas”, expresó Gerardo, del Caracol.

“Es muy bonito porque desde el caracol lo que estamos buscando es hablar del duelo y del derecho que tienen las personas que murieron hacer lloradas y del derecho que tienen los familiares a vivir el dolor a partir de que encuentran a sus familiares, por eso es tan importante que este día haya tantas voluntades reunidas”, agregó Enrique Hernández.

La placa colocada a la entrada de la fosa común lleva escrita la leyenda: “por la dignidad de las poblaciones callejeras; por nuestro dolor. Sin personas desconocidas. Sin personas desaparecidas”.