En la función jurisdiccional no buscamos aplausos, dice la Ministra Norma Lucía Piña
La independencia judicial no solo es una aspiración, es un pilar esencial de la democracia y la protección de los derechos, señala la Ministra Presidenta en su primer Informe de Labores
En un “clima de adversidad”, la Ministra Presidenta Norma Lucía Piña Hernádez dio su primer Informe de Labores frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, en el que destacó que los expedientes no son únicamente papeles y archivos, sino que representan la vida de las personas.
Informó que del 1 de diciembre de 2022 al 30 de noviembre de 2023, en la Oficina de Certificación Judicial y Correspondencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se recibieron 16 mil 405 asuntos, de los cuales 8 mil 217 corresponden a amparos directos en revisión; 2 mil 724 a expedientes varios; 994 a amparos en revisión; 934 a solicitudes de facultad de atracción; 837 a recursos de reclamación; 547 a controversias constitucionales; 406 a contradicciones de criterios; 231 a acciones de inconstitucionalidad, y 222 a solicitudes de reasunción de competencia; entre otros.
“Entre nosotros entendemos muy bien que en la función jurisdiccional no buscamos aplausos. Nuestra guía es honrar y preservar la justicia. Impartirla con plena convicción, con excelencia, con la mayor firmeza, y con absoluta lealtad a nuestra Constitución. Ésta es nuestra convicción. Esta es la premisa que da sentido a nuestra vida profesional”, informó Piña Hernández.
Señaló que el Poder Judicial de la Federación, al emitir sentencias, no sólo imparte justicia, sino que se convierte en un catalizador de cambios sociales y culturales, todos ellos necesarios para alcanzar la efectiva materialización de los derechos humanos.
Destacó que entre los asuntos más relevantes, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió diversas acciones de inconstitucionalidad presentadas por partidos políticos, personas integrantes del Congreso de la Unión, y un organismo autónomo en contra de dos decretos que reformaron leyes en materia política-electoral.
“El Pleno invalidó ambos decretos porque la mayoría del Congreso de la Unión incurrió en violaciones al procedimiento legislativo”, declaró.
Habló sobre la política de cero tolerancia a la corrupción como un principio fundamental que desde hace mucho subraya el compromiso firme de la SCJN con la integridad y la justicia en todos los niveles de la sociedad.
“Esto no solo es una declaración de buenas intenciones, es un mensaje claro: aquellos que participan en actividades corruptas enfrentarán consecuencias severas”, sentenció.
Casi al finalizar su informó reconoció la Suprema Corte al ser una institución pública no está exenta de fallas.
“No reconocerlo sería un error, no reconocerlo sería incompatible con la obligación de rendir cuentas, propia de un Estado constitucional y democrático de derecho, no reconocerlo sería negar el necesario progreso y evolución de las instituciones y de quienes las integramos”, dijo.
Concluyó haciendo alusión a la independencia judicial como un pilar esencial de la democracia y la protección de los derechos, y no solo como una aspiración.
“Hoy, la situación que se nos presenta en el futuro inmediato no solo pone a prueba al Poder Judicial, sino a los propios cimientos de una sociedad basada en los equilibrios democráticos y en el respeto por la ley. No podemos olvidar que la justicia no es un monopolio del Poder Judicial Federal, es una responsabilidad de Estado que incluye la seguridad, la procuración de justicia, el desarrollo social y el combate a la desigualdad”.
La Ministra presidenta pidió a todos los trabajadores del Poder Judicial sacar lo mejor de sí mismos por medio del diálogo, de la inclusión, de los hechos y la participación activa.
“Estos momentos de cambio exigen que saquemos lo mejor de nosotros mismos. No por medio de la obstinación, sino del diálogo. No por medio del sectarismo, sino de la inclusión. No por medio de las palabras, sino de los hechos. No por medio del protagonismo, sino de una participación activa y, sobre todo, colaborativa”.