De las rifas a la Barbie buscadora: así se financian las madres buscadoras de desaparecidos en México

Animal Político
22 julio 2023

Las madres buscadoras en México enfrentan la falta de recursos económicos y el apoyo de las autoridades, por lo que cada día luchan por financiar las búsquedas de sus desaparecidos

Con juegos de lotería, rifas, donaciones e incluso muñecas Barbie, las madres buscadoras de personas desaparecidas en México luchan para obtener recursos económicos y financiar sus recorridos ante la falta de apoyo de las autoridades.

En México hay 111 mil 432 personas desaparecidas y no localizadas, de acuerdo con el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, al 19 de mayo de 2023

De enero a mayo de este año se registraron 3 mil 900 personas desaparecidas y no localizadas y se estima que en promedio desaparecen 27 personas todos los días en México, es decir, poco más de una cada hora.

Ante ese panorama se han creado grupos de familias, principalmente mujeres, que salen a buscar a las calles, a las montañas, en ríos, terrenos baldíos y en entierros clandestinos a sus desaparecidos; sin embargo, aunque la Ley General en Materia de Desaparición obliga a la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) a realizar esta labor, son ellas quienes se organizan y con recursos propios realizan las búsquedas.

“Siempre estamos batallando por falta de recursos, pero no podemos dejar de buscar. Las autoridades le han fallado, primero que nada, a los desaparecidos y luego a las madres. Nosotros publicamos nuestro número de cuenta en las redes para quien nos quiera hacer donaciones, también hacemos rifas, boteos y entre las compañeras andamos buscando el apoyo, hay muchas personas sensibles con nuestra causa y gracias a sus donaciones podemos seguir adelante. Te puedo decir que hay muchas personas que son más sensibles que las propias autoridades”, dijo a Animal Político Cecilia Flores, líder de las madres buscadoras de Sonora.

De las rifas a la Barbie buscadora

En días recientes el colectivo 10 de marzo A.C. en Tamaulipas, aprovechó el estreno de la película de Barbie para crear a una muñeca que representara a las madres buscadoras. Aunque algunos colectivos se manifestaron en contra de la propuesta, la agrupación consideró que es una manera de visibilizarse y de solicitar el apoyo para poder seguir con las búsquedas.

“Se me vino a la mente vestir a una de las muñecas que mi hija ya no usa así como nosotras vamos a campo, el tema creció mucho y aunque algunos colectivos no están de acuerdo, el 95% con los que hemos hablado están a favor e incluso se quieren sumar para que cuando recibamos una donación, podamos regalar estas muñecas como una forma de retribución a su apoyo”, explica Delia Quiroga, líder de la agrupación de Reynosa, Tamaulipas.

La muñeca lleva una playera blanca con la foto de una persona desaparecida, un pantalón y una gorra; las protecciones contra el sol en el cuello y brazos y un listón blanco en el brazo por la tregua de paz solicitada a los grupos del crimen organizado.

Aunque la imagen de la Barbie buscadora se hizo viral, no es la única forma en la que consiguen recursos. Quiroga explica que la mayoría de los colectivos organizan ventas y rifas para poder financiarse, además de que buscan donaciones, sin embargo, menciona que esto se les complicó durante el gobierno actual con las nuevas legislaciones para las asociaciones civiles y donatarias, por lo que, en su caso, hasta enero de este año lograron regularizar su situación.

“Nosotros hacemos bingos, juegos de lotería, rifas, vendemos postres y desde enero ya podemos hacer campañas de donativos porque todo requiere permisos de Hacienda. Nosotros nos constituimos el 16 de mayo del 2016 pero tuvimos que cambiar el acta constitutiva por toda la nueva reglamentación y aunque tenemos una política de libros abiertos, sabemos que ponerse al día es un obstáculo para todos los colectivos porque implica invertir recursos que no tenemos o que mejor los dedicamos a las búsquedas”, dijo.

Para hacerse de recursos, también hay colectivos que tocan las puertas de empresas locales, fábricas, maquilas y restaurantes y los que utilizan sus redes sociales para vender productos o solicitar donaciones en especie.

“Definitivamente falta apoyo de las autoridades. Ahorita estamos batallando más que en otros tiempos, por eso estamos dándole difusión a las actividades que hacemos para no depender del gobierno porque es bien desgastante, se ponen en un plan como si fuera necesario rogarles, nos hacen sentir humilladas, es como si el dinero fuera a salir de la bolsa del servidor público que nos está atendiendo y eso no se vale”, dijo a Animal Político Delia Quiroga.

Otro de los problemas que enfrentan, explica Cecilia Flores, madre buscadora de Sonora, es la precariedad familiar, pues al dedicar tiempo al rastreo de personas desaparecidas, no pueden tener un empleo fijo, por lo que la mayoría de las integrantes de los colectivos se dedican a las ventas, limpieza de casas, cuidado de niños o tienen empleos informales.

“En el colectivo todos trabajamos, yo, por ejemplo, vendo Mary Kay, ropa interior de hombre y de mujer, y así estamos todos porque tenemos a nuestras familias y necesitamos también mantenernos y tener dinero para las búsquedas. Es complicado tener un trabajo fijo porque a veces nos llegan las llamadas anónimas y en ese momento lo que quieres es salir corriendo para ver si se trata de tu familiar, en esa situación, en cualquier trabajo fijo nos correrían”, explica Flores.

Los costos de buscar a personas desaparecidas

Aunque no hay un registro oficial de colectivos dedicados a la búsqueda de personas en el país, en 2021 Karla Quintana Osuna, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) dijo que se tenían identificados alrededor de 120.

Por otro lado, el Observatorio sobre Desaparición e Impunidad en México menciona más de 100 grupos y colectivos que buscan en diferentes entidades, donde crearon redes y brigadas. Las principales integrantes de las agrupaciones son las madres, hermanas y esposas.

Para realizar una búsqueda no solo basta con que los colectivos reciban una llamada o mensaje, muchas veces anónimo, con una ubicación. Los colectivos deben planear una ruta segura, avisar a las autoridades para que asignen personal que las acompañen y además hacer un presupuesto.

“Se toman en cuenta gastos para gasolina, hospedajes alimentos, agua y dejamos unos 2 mil pesos para inconvenientes porque las camionetas que manda la Fiscalía siempre se ponchan o luego falla la batería y pues nosotros la compramos para poder seguir adelante”, explica Delia Quiroga, del colectivo 10 de marzo A.C. en Reynosa, Tamaulipas.

Entre los gastos que contemplan están sillas, alguna mesa, una carpa y hasta carbón pues en ocasiones deben calentar su comida en el monte y en todo eso incluyen a los policías que las acompañan, pues, menciona, que las autoridades los mandan sin alimentos, recursos e incluso a veces sin equipo, por lo que tienen que comprarlo en el camino.

“Nosotros estamos únicamente con nuestros recursos y por ejemplo, hacemos cuentas y si una búsqueda nos sale en 20 mil pesos y si somos 300 dividimos el costo entre todas y ya cada quien aporta y luego se decide quién puede ir y vamos”, explica Quiroga.

Una situación similar ocurre en Sonora, de acuerdo con Cecilia Flores, a los gastos mencionados se le agregan otros para el traslado de quienes están a una mayor distancia, por eso, explica, intentan que las personas que estén cerca de la zona de búsqueda sean las que acudan a dar acompañamiento.

A todo esto se suma el clima de inseguridad, pues de 2021 a mayo de 2023, al menos siete personas han sido asesinadas en el país mientras buscaban a sus familiares, el último caso fue el de la madre buscadora Teresa Magueyal, atacada a balazos en las calles de Celaya.

Y desde el lunes 17 de julio fue reportada como desaparecida Catalina Vargas, del Colectivo Unidos por los Desaparecidos de León, Guanajuato. La mujer de 60 años busca a su hijo Luis Antonio Rodríguez Vargas, desde el 1 de enero del 2020.

Desaparecidos en México

Datos del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, al 19 de mayo de 2023 mencionan que en México hay 111 mil 432 personas desaparecidas y no localizadas. Tan solo en los primeros cuatro meses del año se registraron 3 mil 926 personas en esta condición.

Las entidades con más personas desaparecidas son:

-Estado de México

-Jalisco

-Tamaulipas

-Veracruz

-CDMX

-Michoacán

-Sinaloa

-Nuevo León

-Sonora

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene la cifra más alta de desaparecidos en los últimos sexenios, pues hasta mayo se contabilizaron 42 mil 29 personas; mientras que con Felipe Calderón entre 2006 y 2012 hubo 26 mil 121 y con Enrique Peña Nieto 34 mil personas.

Desde 1962 a la fecha han desaparecido 27 mil 386 mujeres, que representan el 24.5% del total de registros de la Comisión Nacional de Búsqueda, pero en el último año tres de cada diez víctimas fueron mujeres, es decir, 3 mil 93. Asimismo, las edades con más casos de desaparición van de los 15 a los 19 años.

Respecto de las fosas, en lo que va del actual sexenio han sido localizadas 2 mil 710, de acuerdo con el Mapa de Hallazgos de la Comisión Nacional de Búsqueda.