Con la pandemia del Covid se ha hablado también del hongo negro, pero, ¿a quiénes afecta?

Noroeste/Redacción
24 agosto 2021

Microbiólogas y Parasitóloga de la UNAM aclaran que el hongo negro no afecta a quienes tienen un sistema inmunológico adecuado, incluso no es la infección más frecuente entre pacientes con Covid-19, a menos que tengan factores de riesgo como diabetes descompensada, cáncer, uso prolongado de esteroides, quemaduras o uso de drogas inyectadas

Desde hace varios años, existen en México reportes de mucormicosis”, enfermedad que ahora es conocida como el “hongo negro, que en realidad es de baja frecuencia y morbilidad, razón por la cual no se puede decir que “ya llegó a México” o que es de “nueva adquisición”.

Edith Sánchez Paredes y Laura Rocío Castañón Olivares, integrantes del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina, de la Universidad Nacional Autónoma de México explicaron que si antes no se conocían tantos casos como hoy en día es porque este tipo de infecciones no eran de reporte obligatorio.

“Sin embargo, al revisar informes epidemiológicos, se observa que en un periodo de 12 o 15 años se registraron un máximo de 10 mil casos en la nación, pero su frecuencia no es considerable”, añadieron.

Al participar en la conferencia de prensa a distancia ¿Qué es el hongo negro?, Edith Sánchez Paredes, descartó que la infección se transmita de una persona a otra.

Explicó que ese padecimiento es provocado por hongos microscópicos filamentosos que forman colonias de color blanco-grisáceo con una apariencia de pelusa. Generalmente no causan daño, crecen en los alimentos como verduras, pan o carne, cuando están en proceso de descomposición. En la punta tienen estructuras de reproducción llamadas esporangios, dentro de las cuales se encuentran cientos de esporas que se dispersan en el aire y que, en un momento dado, se pueden respirar.

La principal forma de infección es a través de la vía respiratoria al inhalar las esporas. Pero la inoculación también se puede dar por la vía cutánea, cuando se pegan a una lesión de la piel (herida o quemadura); o mediante la ingesta de alimentos, es decir, por vía gastrointestinal.

Sánchez Paredes recalcó que todas las personas se enfrentan a estos hongos a diario, aunque no todas las personas desarrollan la enfermedad. En condiciones normales, con un sistema inmunológico adecuado, son inocuos.

“Para que causen una infección se requiere la presencia de factores de riesgo: diabetes mellitus descompensada, es decir, pacientes sin control de sus niveles de glucosa; asimismo, cáncer, uso prolongado de esteroides, quemaduras o uso de drogas vía intravenosa, principalmente”, dijo.

El hongo negro puede afectar la piel, mucosas, músculos, cartílagos y huesos. Una vez que se instala y causa la infección, puede diseminarse a cualquier parte del cuerpo. Se trata de una micosis de rápida evolución.

“Una vez que el paciente comienza con los primeros signos y síntomas, en una semana podría tener afectación en todos esos tejidos y morir”, advirtió la especialista.

La mucormicosis puede ser rinocerebral, cuando provoca inflamación de la cara de manera unilateral, “caída” del párpado, dolor de cabeza, congestión nasal, lesiones negruzcas en la nariz o paladar, y fiebre: pulmonar, con tos, dolor de pecho y dificultad para respirar; y gastrointestinal, con dolor abdominal, náuseas y vómito y hemorragias gastrointestinales.

Edith Sánchez resaltó que la mortalidad de la enfermedad es alta. Se considera que es de aproximadamente 90 por ciento, sobre todo en quienes no son diagnosticados a tiempo y, por lo tanto, su tratamiento es inadecuado.

En su oportunidad, Castañón Olivares abundó que el diagnóstico del hongo negro es sencillo: se toman muestras de flema, fragmentos de tejido, exudados donde se identifica su presencia. De ahí la importancia de hacer, desde un principio, análisis microscópico; el problema radica cuando el médico no sospecha la presencia de la mucormicosis y esto retrasa su diagnóstico y tratamiento.

El tratamiento

Para atender el padecimiento, explicó Castañón Olivares, se administra Anfotericina B que, en algunas ocasiones, se acompaña de Fluconazol, ambos antifúngicos que tienen una buena efectividad.

“A veces se requiere limpieza quirúrgica, porque el hongo va dejando tejido muerto”, dijo.

La especialista aclaró que esta micosis no es la más frecuente entre pacientes con Covid. Existen otros hongos, como Aspergillus, que han reportado mayor número de casos. Empero, mucormicosis llama la atención por la mortalidad que registra.

Al respecto abundó que si es el caso, a la diabetes de un paciente hay que agregar la inmunosupresión que provoca la presencia del coronavirus SARS-CoV-2; eso abate aún más sus defensas, lo que permite el crecimiento del hongo.

El hongo negro se presenta en pacientes hospitalizados en estado de salud muy grave, es difícil que una persona que vemos en la calle lo desarrolle. Pero en caso de que una persona diabética -quien no se apega a su tratamiento- presentará inflamación en la cara o lesiones necróticas (de muerte de tejido), flemas o escurrimiento nasal con sangre, hay que acudir al hospital para que se haga el diagnóstico y se instaure el tratamiento.

Aunque la enfermedad se cura, refirieron las expertas, puede dejar secuelas estéticas (por pérdida de uno o los dos ojos, por ejemplo) o afecciones a nivel del Sistema Nervioso Central, concluyeron.

¿Qué es el hongo negro?

El padecimiento es provocado por hongos microscópicos filamentosos que forman colonias de color blanco-grisáceo con una apariencia de pelusa. Generalmente no causan daño, crecen en los alimentos como verduras, pan o carne, cuando están en proceso de descomposición. En la punta tienen estructuras de reproducción llamadas esporangios, dentro de las cuales se encuentran cientos de esporas que se dispersan en el aire y que, en un momento dado, se pueden respirar.

¿Cuál es la forma de infección?

La infección no se transmite de una persona a otra. La principal forma de infección es a través de la vía respiratoria al inhalar las esporas, también se puede dar por la vía cutánea, cuando se pegan a una lesión de la piel (herida o quemadura); o mediante la ingesta de alimentos en descomposición.

Todas las personas se enfrentan a estos hongos a diario, aunque no todas desarrollan la enfermedad. En condiciones normales, con un sistema inmunológico adecuado, son inocuos.

Para que causen una infección se requiere la presencia de factores de riesgo: diabetes mellitus descompensada, cáncer, uso prolongado de esteroides, quemaduras o uso de drogas vía intravenosa, principalmente.

Puede causar la muerte

El hongo negro puede afectar la piel, mucosas, músculos, cartílagos y huesos. Una vez que se instala y causa la infección, puede diseminarse a cualquier parte del cuerpo. Se trata de una micosis de rápida evolución que en una semana podría tener afectación en los tejidos y morir.

La mucormicosis puede provocar inflamación de la cara: “caída” del párpado, dolor de cabeza, congestión nasal, lesiones negruzcas en la nariz o paladar; causar fiebre: pulmonar, con tos, dolor de pecho y dificultad para respirar; y gastrointestinal, con dolor abdominal, náuseas y vómito y hemorragias gastrointestinales.

El diagnóstico

El diagnóstico del hongo negro es sencillo: se toman muestras de flema, fragmentos de tejido, exudados donde se identifica su presencia. Es más frecuente en personas con el sistema inmunológico deprimido, el hongo negro se presenta en pacientes hospitalizados en estado de salud muy grave, es difícil que una persona sana, que esté haciendo su vida normal lo desarrolle.