Y sí, el Diablo se hizo presente en la cueva, en Mazatlán

Sheila Arias
19 abril 2018

"Un hombre aprovechó el mito de este sitio, en la zona de Olas Altas, para disfrazarse y ser el atractivo en la noche"

¿Quieres conocer al Diablo en Mazatlán?

Se las ingenió y en la “Cueva del Diablo” vio la oportunidad de negocio y, de paso, contar la leyenda urbana del puerto. Desde este punto en Olas Altas, Apolinar González, de 36 años, le narra el misterio, enfundado en un disfraz de demonio, con cuernos y alas desgarradas.

“Dicen que un grupo de jóvenes entró y cuando quisieron sacarlos metieron una cuerda, pero la sacaron quemada, a ellos nunca los encontraron, por eso se llama así, dicen que aquí es la cueva donde se esconde el Diablo”, esa es la primera versión que se sabe.

Pero hay otra, dice al tiempo que abre más los ojos y se le acerca para seguirle narrando.

“Cuentan que se robaron a una muchacha y los que vieron alcanzaron a distinguir unos cuernos, que era el Diablo el que se la llevó, y que se robó a la mujer, que nunca la volvieron a ver. Aquí el que entra ya no sale”, cuenta Apolinar, un hombre que acepta una cooperación voluntaria por contarle esta leyenda urbana y, de paso, posa para una fotografía.

No es mazatleco, Apolinar llegó de Torreón junto con un grupo de vendedores ambulantes, su éxito es su personaje, su disfraz, usted lo encuentra vestido de Diablo al pie de la cueva, un lugar emblemático de Mazatlán, con historias de fantasmas y llena de misterio.

“Hace unos años me gané un premio en Torreón por el mejor disfraz, y el año pasado que vine a Mazatlán pensé que era buena idea usar el disfraz y contarle a la gente sobre esta Cueva y lo hice, ha funcionado”, narró.

Apolinar sale en las noches, se llama “Con-ciencia”, y representa el bien y al mal. Lleva una vara atada a su brazo; sus zapatos los hizo con latas grandes de aluminio, las alas y su ropa están hechas con medias transparentes y, el toque final, son manchas de pintura roja para simular sangre.

Los cuernos, dice, esos son de papel.

“Representado al bien y al mal, la cadena es como una forma de amarrarme y evitar caer en la tentación. La conciencia es porque está en uno decidir si hace el bien o el mal”, compartió.

Si usted quiere ver al Diablo vaya a la Olas Altas después de las 18:00 horas.