Padres mazatlecos recuerdan en panteones a sus hijos fallecidos

Ana Miriam Valdez
02 noviembre 2021

Sean chicos o grandes, la pérdida de un hijo no deja de doler, dicen padres en los panteones de Mazatlán

Para una madre o un padre la pérdida de un hijo es, en algunos casos, la “muerte en vida” para ellos mismos.

El dolor es brutal y no se logra asimilar. Nada los prepara para esa ausencia.

En el orden natural de las cosas, los padres deberían fallecer antes que los hijos, pero cuando sucede a la inversa, no hay poder humano que mitigue ese sentimiento.

Durante las festividades del Día de Muertos y los días previos, decenas de historias se entrelazan en los panteones del puerto.

Este 1 de noviembre los camposantos humedecieron sus pastos de los sollozos de los padres que recordaron sus hijos que ya partieron.

Quienes viven la pérdida de un hijo, simplemente viven “muertos en vida”, así lo expresan al pie de las tumbas de sus seres queridos.

“Cuando él se fue para mí el alma se me acabó, luego se fue mi esposo y luego mi papá, o sea, vivo porque tengo que seguir para adelante, nada más. Tengo que seguir para adelante porque tengo a mis dos hijos, me necesitan, pero... pues solamente yo sé cómo ando parada”, dice una mujer a quien llamaremos Esthela.

“Sean chicos o grandes (los hijos) de verdad que es feo, así sea...hasta un aborto”, asegura.

Llenos de globos, juguetes, juguitos, dulces y rehiletes es como se observaron los camposantos este Día de los Santos Angelitos, en donde los padres que perdieron a sus hijos los recuerdan y extrañan.

Incluso, hay quienes los recuerdan con algunos chascarrillos, como si ellos estuvieran presentes físicamente.

“Pero que salga guapo, eh”, expresó la mamá del joven Luis, cuando alguien se acercó a tomarle una fotografía a su tumba.

La conmemoración del Día de Muertos en México es una tradición prehispánica, que durante la Conquista española fusionó algunos rasgos europeos.