Ledis y Saturnino han entregado más de 30 años a la decoración de la ermita de la Virgen en el Cerro de la Nevería
Originarios de Guerrero, llegaron a Mazatlán para buscar nuevas oportunidades hace 50 años, sin embargo, nunca olvidaron su devoción a la Morenita
MAZATLÁN._ Orgullosos de sus tradiciones y creencias, los amigos Ledis Juárez y Saturnino Mejía, presumen ser quienes se encargan de continuar con la tradición de la ermita de la Virgen de Guadalupe que se ubica el Cerro de la Nevería, en el que cada diciembre se festeja y adorna el espacio para conmemorar su día.
Es una pequeña capilla ubicada en el cerro de la calle Morelos, la cual está recién pintada de color blanco, con figuras de diversos tamaños de la morenita del Tepeyac, con luces, flores, el nacimiento de Jesús y banderines de colores los que se aprecian en adoración a su santa madre.
“Nosotros somos del sur, pero ya somos sinaloenses, tenemos años aquí, y esto es lo que hacemos nosotros para la tarde todo adornado, la abuelita que cuidaba aquí le platicamos y nos dijo que trajeramos las decoraciones y le gustó y lo hicimos año con año, bendito Dios tenemos esta tradición que desde nuestros ancestros nos enseñaron algo y pues no perdimos todas esas costumbres que hacían en aquel tiempo a la virgen”, explicaron los amigos.
Originarios de Guerrero, llegaron a Mazatlán para buscar nuevas oportunidades hace 50 años, sin embargo, nunca olvidaron su devoción a la morenita, pues al tiempo en que llegaron, externaron a sus vecinos el interés en realizarle un altar a la virgen, entonces una de sus ellas, la señora Guadalupe Zamora, iniciaron con su familia el culto a su Santísima madre.
“Aquí cuidaba una abuelita que se llamaba Lupita Zamora, ahí vivía (a un lado de la ermita) pero pues ya nos dejó encargado a nosotros aquí como somos de los que hacemos los arreglos, nos lo encargó y seguimos la tradición”.
“Nosotros somos católicos y nos gusta hacer esto todos los años con la fé de nuestra madre en esta fiesta máxima, que no hay otra más que la virgen y ese es nuestro sentir que sale de aquí (del corazón)”.
Explicaron que durante la tarde y noche es cuando se realiza el festejo, dando inicio con una misa, la cual este año presidirá por primera vez el padre Óscar Mercado, pues quien lo hacía, monseñor Trino, fue víctima de Covid-19.
“El obispo nos dijo que si buscabamos a alguien para precidir la misa no había problema, será el padre Óscar es del Sagrado Corazón, el año pasado no hicimos nada por la pandemia, nada más rezamos un rosario”, explicó.
Después de la misa, llega la banda a tocar las mañanitas a la virgen; posteriormente comienza a tocar música regional al mismo tiempo que un torito de luz y pirotecnia baila por los pasillos, al final lanzan fuegos pirotécnicos al cielo.
“Nosotros somos católicos al cien y estamos muy orgullosos de nuestras tradiciones”, finalizó Ledis.