La Catedral de Mazatlán, una joya arquitectónica del puerto
Una visita obligada a quienes visitan Mazatlán, y una referencia de localización para quienes habitan en el puerto, es la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción
Quienes la conocen, ubican al menos tres estilos arquitectónicos básicos: en su exterior, una combinación del morisco y gótico y en su interior, el barroco.
Se trata de la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción, una joya arquitectónica del Centro Histórico de Mazatlán.
La Catedral Basílica se empezó a construir en 1855, una época en que Mazatlán estaba en pleno auge económico e incluso era la capital de Sinaloa.
Sin embargo, fue hasta 1880 cuando fue inaugurada su nave principal, y 13 años más tarde se empezaron a construir las torres, siguiendo los planos de otra catedral, la de Guadalajara. Finalmente, el templo fue bendecido y consagrado en 1899.
En su diseño se combinan los estilos morisco y gótico en su exterior, y brillante barroco en su interior compuesto por tres naves y un altar de mármol, adornado éste por una serie de santos y ángeles del mismo material.
La Catedral alberga verdaderas obras de arte, como candiles franceses de cristal cortado, pinturas restauradas, figuras de mármol italiano y esculturas europeas representando el Vía Crucis.
Mención aparte merece un órgano francés que, aunque fuera de servicio y propuesto para ser restaurado, mantiene su valor histórico, al grado que es conocido como La joya dormida de Catedral.