Jesús Madueña Molina y la misión de salvar a la UAS
La principal amenaza a la Universidad Autónoma de Sinaloa es su estabilidad financiera y Jesús Madueña Molina ha llegado a la Rectoría con la misión de salvarla
ÚLTIMA DE DOS PARTES
Cada año, la Universidad Autónoma de Sinaloa llega a final de año con sus finanzas maltrechas; durante meses su Rector invierte gran parte de su tiempo en buscar los recursos necesarios para completar con las necesidades de la máxima casa de estudios de Sinaloa.
Se ha convertido en una tradición ver al personal docente y a los trabajadores esperar con ansiedad si a final de año la Universidad tendrá los recursos necesarios para cubrir salarios y aguinaldos.
En un toma y daca que en ocasiones ha empujado a trabajadores y estudiantes a salir a las calles para exigir que no se abandone a la UAS, al final el Gobierno federal o el Gobierno estatal entran al quite y terminan entregando los recursos necesarios para terminar el año.
Jesús Madueña Molina conoce perfectamente el problema y asegura que tiene las claves para resolverlo, para empezar ha decretado una política de austeridad que se propone acabar con los gastos faraónicos que rodeaban a los anteriores rectores y con los gastos innecesarios que se realizaban en congresos y otros eventos estudiantiles.
Además, el nuevo Rector se ha reunido con funcionarios del Gobierno federal y les ha planteado una fórmula que evitaría que la Universidad sinaloense viva las mismas penurias económicas que sufre cada año.
Si lo consigue, Madueña Molina pasaría a la historia como el gran salvador de la UAS, pero no lo tiene fácil, las urgencias económicas de la máxima casa de estudios son enormes, el Gobierno federal ya no confía en ninguna universidad y habrá que educar a directores y mandos intermedios a vivir con un bajo presupuesto.
Desde dentro
Jesús Madueña Molina no es nuevo en la UAS, la mitad de su vida ha transcurrido en sus corredores, en sus aulas, en sus laboratorios.
Desde 1985, cuando llegó de las montañas de la sierra para convertir su sueño en realidad: se convirtió en un universitario de tiempo completo, además de sus aulas lo devoró la intensa vida política que se vive dentro de la máxima casa de estudios.
Cuando se recibió como médico, Madueña Molina salió a hacer su año de servicio social en Higueras de Abuya y en un Centro de Salud de la Colonia Lázaro Cárdenas, de Culiacán, pero regresó a la Universidad a realizar sus prácticas en un laboratorio de la Facultad de Medicina.
“Cuando estaba haciendo mi servicio social, me llaman de la Universidad porque tenía un espacio en un laboratorio de la Facultad de Medicina, para que pudiera hacer mis prácticas”, recuerda Madueña Molina.
Es el 1 de marzo de 1995, Rubén Rocha Moya se encuentra como Rector en la Universidad, hasta 1997, para después salir a buscar la Gubernatura de Sinaloa, por el Movimiento Popular Sinaloense, siempre apoyado por Madueña Molina.
En esa época, Madueña Molina se integra al grupo de Aarón Quintero, al que apoya para intentar conseguir la Rectoría, pero después sale a hacer una especialidad en Medicina deportiva, en el Politécnico Nacional.
En el 2001 regresa a la Universidad y hace un acuerdo con otro personaje que va a marcar su futuro dentro y fuera de la Universidad: Héctor Melesio Cuén Ojeda.
“Hicimos un acuerdo político con el maestro Héctor Melesio Cuén, era Rector Gómer Monarrez, y en el 2003 llegué a ser el director de la Facultad de Medicina”.
Desde ese momento, Madueña Molina va a pertenecer a la corriente de Cuén Ojeda y lo apoya para que intente convertirse en Rector de la Universidad, pero en el primer intento fracasan, al caer en la elección ante Aarón Quintero, pero en el 2005 consiguen hacer Rector a Cuén Ojeda.
En el 2007, Madueña Molina es invitado por Cuén Ojeda para convertirse en el secretario general de la Universidad, un cargo que ostentará en más de una ocasión y que le permitirá conocer a la Universidad desde dentro, ya que participa en la llamada reforma de la UAS.
El Ayuntamiento
Jesús Madueña Molina bromea y asegura que su vida ha estado marcada por los puestos de secretario, ya que después de ser secretario general de la Universidad, Héctor Melesio Cuén Ojeda lo invita a convertirse en Secretario del Ayuntamiento.
“En 2010, el maestro Cuén gana la Presidencia Municipal de Culiacán y me invita a ser Secretario del Ayuntamiento, yo estaba destinado a ser secretario toda la vida. Y ahí me quedo los tres años”.
La experiencia en el Ayuntamiento será definitiva para el médico, quien asegura que fuera de la UAS adquirió una madurez política hasta entonces desconocida para él, debido a que se enfrentó a problemas y retos que nunca hubiera conocido en la Universidad.
Después de su experiencia como Secretario del Ayuntamiento, Madueña Molina es invitado en 2013 a regresar a la Universidad como Secretario General, puesto que va a desempeñar hasta el 2021, con el Rector Juan Eulogio Guerra Liera.
Es en estos últimos años cuando la UAS entra en un problema financiero que lo sume en conflictos y reclamos que llegan a desestabilizarse, y de los cuales saldrá siempre avante, pero con un desgaste interno acelerado.
Problemas financieros
Las razones de los problemas financieros de la UAS, según la visión de Madueña Molina, fueron originados por cambios en las decisiones políticas del Gobierno federal, pero acepta que al interior de la UAS también se cometieron errores.
“En el periodo del maestro Cuén todo funcionó bien porque tuvimos mucho apoyo de la Federación. El maestro fue un gran gestor, tuvo una gran relación con Josefina Vázquez Mota y con Lujambio. Tan solo en su administración consiguió 3 mil millones de pesos de recurso extraordinario, lo que permitió cambiar el rostro de la Universidad”.
Madueña Molina asegura que Cuén Ojeda no solo cambió la infraestructura de la Universidad, también se consiguió hacer una reforma laboral y educativa que cambió para siempre a la máxima casa de estudios de Sinaloa.
“Antes, tú entrabas a las aulas y estaban todas pintorrajeadas, parecía una cárcel, y en solo cuatro años la infraestructura de la Universidad cambió completamente”.
Sin embargo, Madueña Molina revela que una vez que terminaron los grandes apoyos de los gobiernos federales panistas, llegó al poder el sexenio del priista Enrique Peña Nieto, y con él desapareció el apoyo a las universidades en todo el País.
“Con la llegada de Enrique Peña Nieto comienzan a desaparecer bolsas económicas, con las que las universidades se ayudaban y comienzan las universidades a entrar en crisis”.
En el 2015 comienzan las universidades a enfrentar graves problemas de liquidez y la UAS no fue la excepción.
“Comenzamos a tener problemas para el cierre de año, ya no había para aguinaldos, fue algo muy complicado que tuvo que enfrentar el Rector Eulogio Guerra Liera en sus últimos seis años”.
Es en esos años cuando la crisis económica de la UAS obliga a sus administradores a comenzar a solicitar créditos que sólo agudizan el problema o lo trasladan unos meses para adelante.
Salvar a la UAS
La crisis económica de la Universidad Autónoma de Sinaloa continúa, asegura Madueña Molina, afecta a la mayoría de las universidades de México, y las soluciones que se han presentado solo han sido temporales.
“Nosotros apenas llegamos y ya la Universidad tiene un presupuesto hipotecado. Para cerrar diciembre tienes que dejar de pagar eventos, pero esos pagos los tendrás que hacer en febrero o marzo, entonces lo que tienes es un presupuesto incompleto”.
La respuesta a los problemas financieros de la UAS ya está en camino y Madueña Molina ha comenzado a construirla.
“Para empezar, el maestro Rubén Rocha Moya gana la Gubernatura y eso cambia completamente los escenarios. ¿Por qué? Porque llega a la Gubernatura alguien que conoce a la Universidad, que conoce los problemas de la Universidad y que quiere mucho a la Universidad”.
Las primeras reuniones con el Gobernador electo no solo consiguieron construir una base para llegar a mejores acuerdos con el futuro Gobierno estatal, también les permitió abrir nuevas puertas en el Gobierno federal.
“Ahorita yo me siento muy contento con lo que hemos logrado para este cierre de año, porque el escenario ha cambiado completamente”.
Después de varias reuniones con Rocha Moya, Madueña Molina consiguió reunirse con funcionarios federales a los que les propuso una solución que podría remediar los males de la UAS.
La propuesta
Con buenas expectativas con el Gobierno estatal, en septiembre Jesús Madueña se reunió con el Subsecretario de Educación Superior a nivel federal, Luciano Concheiro, para ver la posibilidad de encontrar una solución a los problemas financieros de la UAS y fue recibido con una pregunta.
“‘¿Cuándo regresan a clases presenciales?’, me preguntó”.
En ese momento, Madueña Molina entendió que estaban negociando así que preparó a la UAS para iniciar clases presenciales este 18 de octubre, convirtiéndose en la primera universidad en México en hacerlo.
Una vez establecida una buena relación con el Gobierno federal, Madueña Molina pudo presentar su propuesta que incluye un “borrón y cuenta nueva”.
“Antes de ir, yo les mandé una carta con los montos de las necesidades de la Universidad y cuando fui les dije: ‘si me ayudan a salir este año sin hipotecar el presupuesto del año que entra, yo les garantizo que salimos de la crisis el año que entra, y yo no vuelvo a pedirles nada’”.
Los funcionarios del Gobierno vieron con buenos ojos la propuesta, pero pidieron realizar un convenio firmado.
“‘Pero de palabra no’, me dijo el doctor, lo tiene que firmar como compromiso’. Lo firmo”.
El Gobierno federal estuvo de acuerdo, pero pidió tiempo para que asuma el Gobernador electo, Rubén Rocha Moya, y negociarlo con él, ya que los apoyos serían entre los dos gobiernos.
Madueña Molina sonríe porque sabe que Rocha Moya está listo para apoyarlos.
Una ola de optimismo recorre la UAS, si ya no se piensa en dinero, entonces habrá tiempo de pensar en educación, la especialidad de la casa.