Fernando Mejía realizó más de mil saltos como integrante del Segundo Batallón de Fusileros Paracaidistas
El militar retirado comparte que esta disciplina ha ido cambiando con los años, pero básicamente lo que separa un salto seguro de una tragedia,es respetar siempre a la alturas y al paracaídas
Fernando Mejía Sánchez fue soldado en la Brigada de Fusileros Paracaidistas en el Segundo Batallón, en la Ciudad de México, y ahora está en Mazatlán con motivo de la Décima Primera Convención Internacional de Paracaidistas Militares, Marinos y Deportivos en Mazatlán, como parte del Mes del Paracaidista.
Entrevistando a José Alejandro Pescador Jiménez, presidente de la Fraternidad “General Plutarco Albarrán López”, se le pregunta sobre el miembro que esté en Mazatlán con más saltos del grupo, él no duda en llamar a Fernando, quien tiene más de mil saltos en su haber.
Ya retirado, sin hacer muchos saltos dado que la actividad es cara, Fernando comparte que en sus tiempos tener más de mil saltos en paracaídas era una hazaña, sin embargo ahora la actividad se ha ido extendiendo, y ya muchas personas con facilidad alcanzaron lo que él hizo, que anteriormente era considerado una proeza.
“Ahorita yo tengo pocos, mil 350 saltos, me refiero a que ahorita hay gente que tiene arriba de 10 mil 15 mil saltos aquí en México, yo cuando inicié en el paracaidismo deportivo, el que lograba superar los mil saltos era un ‘semidiós’, había muy poca gente que tenía tal experiencia, pero ahorita ya se está difundiendo el deporte y se ha apoyado en las tecnologías, los materiales nuevos que hay”, explica.
“Yo me lancé más veces en la época de los 90, del 2000; ahorita es diferente a lo que era antes, es diferentes en que ahora los aparatos son mucho más modernos, son más veloces, son más pequeños incluso, que los de antes, que teníamos que empacar paracaídas muy grandes”, detalla.
El paracaidista con más de 30 años de experiencia, sostiene un error puede ser fatal en el aire; la gran mayoría de accidentes suceden porque se pierde el respeto al deporte, y eso es algo que nunca debe de suceder.
“Normalmente los accidentes suceden en un 99.9 por ciento por un error humano, uno de los factores que inducen a los accidentes es el exceso de confianza, el perderle el respeto al equipo, al salto, a la actividad”, comparte.
“Yo incluso tuve un accidente fuerte, la fractura de un pie y una mano, en una exhibición en Pachuca, tuve más, pero el más grave fue ese, lo que pasa es que uno a veces tiene que tomar decisiones en fracciones de segundo, y si toma uno la decisión equivocada lo conduce al accidente”, añade.
“A través del tiempo te pones a reflexionar ¿qué hice bien, qué hice mal, pude haber hecho otra cosa? pero en ese momento es una fracción de segundo para tomar una decisión”, profundiza.
El militar retirado ya no se lanza desde los aires a 15 mil pies de altura como quisiera, ahora tiene que pagar para poder hacer lo que ama, pero siempre que tiene oportunidad, revive su más gran pasión en la vida, sentir el aire en su cuerpo durante una caída libre.
“Actualmente ya no son tan seguidos principalmente por la economía, anteriormente tenía más posibilidades, porque ahora me cuestan los saltos... ahorita para un paracaidista experimentado, con su equipo propio, vale 600 pesos un salto”, lamenta.