Familias en Mazatlán mantienen la fe de encontrar a sus desaparecidos

En la ciudad hay cuatro sitios que se han convertido en punto de atención para los desaparecidos

A pesar del aumento en los reportes de privación de la libertad, familias en Mazatlán se resisten a agregar las fotos de sus seres queridos a los sitios donde se recuerda a los desaparecidos. La esperanza de un reencuentro prevalece.

A lo largo de la ciudad, existen cuatro lugares que han sido habilitados como sitios de memoria para las personas desaparecidas, donde las familias que ya no tienen a dónde acudir buscan consuelo. Estos lugares reflejan el dolor colectivo.

El muro de los desaparecidos en la base de la Policía de Investigación, el santuario en la Plazuela Zaragoza, y otros sitios similares, recuerdan a quienes han desaparecido en Mazatlán. Estos espacios son visitados frecuentemente por familiares y amigos.

A pesar de la visibilidad que ofrecen estos lugares, algunas familias prefieren no sumar a sus seres queridos a las filas de quienes desconocen su paradero. El hecho de no ver sus fotos ahí les permite mantener la esperanza de un reencuentro.

Aunque algunos familiares ya han colocado las fotos de sus seres queridos en estos espacios antes, otros se aferran a la idea de que podrían volver. La resistencia a incluirlos en estos sitios refleja una fe inquebrantable en la posibilidad de reencontrarse.

Mazatlán se encuentra entre los municipios más afectados por las privaciones de libertad en Sinaloa, sólo después de Culiacán. Las autoridades locales, colectivos y grupos de búsqueda trabajan intensamente en la localización de las personas desaparecidas.

En Mazatlán, la violencia reciente ha dejado un saldo de al menos 20 personas reportadas como privadas de la libertad, del 7 al 26 de septiembre, de las cuales el 70 por ciento siguen desaparecidas. Sin embargo, las familias aún no pierden la esperanza de que sus seres queridos regresen a casa.

El promedio de desapariciones diarias en Mazatlán es de 1.57, según informes oficiales, y la mayoría de las víctimas son hombres jóvenes, quienes han desaparecido principalmente en colonias como El Toreo, Emiliano Zapata, Jabalíes, Flores Magón, Valle Bonito e incluso la zona turística.