Desde la madrugada, vecinos de la Colonia Libertad de Expresión se levantan a llenar las cubetas

Antonio Olazábal
07 septiembre 2021

Nicolasa comenta que desde las 5:00 horas ya se ven filas de personas en el andador Manuel Burgueño Orduño, buscando llevar agua para sus casas

Son muchos los años que ha vivido Nicolasa Gómez Carrillo en la Colonia Libertad de Expresión, pero en todo ese tiempo, no recuerda una escasez de agua como se está viendo actualmente en Mazatlán.

Ella es de las pocas personas afortunadas, a las que a su casa le llega al menos un “chorrito” de agua, esto luego que desde que el Huracán Nora golpeó a Mazatlán, muchas personas han tenido problemas con el agua potable.

En la mayoría de las casas que se ubican en el andador de la Calle Manuel Burgueño Orduño, a las primeras horas del día, desde que se reportaron fallas en el suministro de agua, salen a buscar llenar baldes o lo que sea para llevar el vital líquido a sus casas.

Nicolasa comenta que no recuerda una falla de este nivel en el agua desde que vive en Mazatlán, cómo desde la mañana, las familias buscan agua de donde sea, la mayoría llena sus baldes en la llave del andador, que es donde sale una mejor presión, pero solo por unos momentos.

“De ahora que llegaron las lluvias, cuando fue la tormenta, de ahí para acá hemos tenido problemas con el agua, ayer me dijo Ana (su hija) que en la tarde iba haber, pero nada, y pues la gente anda, va y viene, unos en bicicleta, otros en moto, buscando agua por donde sea”, comparte.

“Allá en mi casa sale, pero un rato, nada más, suele salir más agua aquí en el andador, en la llave de la calle, desde temprano, como a las cinco o seis, la gente hace fila para llenar baldes y cubetas para aguantar todo el día, desde temprano se acaba el agua, ahorita no hay agua (lo dice mientras está en el andador, y no sale agua de la llave)”, añade.

Nicolasa explica que ella tiene la suerte de que en su casa llega un poco, y a como puede, en ocasiones ayuda a los vecinos que no tienen esa suerte, les llena cubetas y los apoya, pues sabe lo complicado que es estar sin agua, pero la presión del vital líquido es mínima.

“Vuelve un chorrito de agua, y por la tarde se vuelve a ir... cuando más hay, es la madrugada-mañana, pero ya en la tarde sale un chorrito, apenitas, tarda mucho en llenarse una cubeta”, señala.

“En la mayoría de las casas no hay, en mi casa sale muy poquito, pero sale, ahorita vino un vecino a pedirme agua, y tardó rato en llenarse la cubeta, pero ahí apoyamos con lo que se puede”, agrega.