Cerros en Mazatlán, vivir con el peligro al lado
Las construcciones en cimas y laderas de cerros en el puerto representan una amenaza para la seguridad de esos habitantes
Vivir en las laderas de los cerros es un riesgo que puede derivar en tragedias humanas.
La gente, en su desespero por contar con un patrimonio, construye en zonas que son “bombas de tiempo”, donde una fuerte lluvia puede ocasionar un deslave que arrastre enormes rocas que pueden destruir las casas abajo y causar la muerte de personas.
En agosto de 2011, Mazatlán registró una tragedia de estas dimensiones.
Dos niñas perdieron la vida al desgajarse el Cerro Colorado, en la Colonia Mazatlán II.
Pero también las construcciones en las cimas, en voladeros, como El Cerro del Obispado, en Mazatlán, dejan ver la “permisibilidad” de las autoridades en este escenario.
De acuerdo con el Atlas de Riesgos de Mazatlán, los cerros del Vigía, Nevería, del Obispado y Colorado, son sumamente vulnerables a los riesgos de derrumbes y deslaves.
Para Protección Civil Municipal, en estas zonas se deben tener obras de mitigación que reduzcan los riesgos, o de plano la reubicación de los habitantes en las áreas más propensas a los colapsos.
“Esas zonas están consideradas como vulnerables, según lo que es el Atlas Municipal de Riesgos que se acaba de hacer recientemente, pues esas zonas están consideradas como vulnerables, como muchas otras partes de la ciudad, hay unas que son de mayor incidencia que otras, específicamente hablando de deslizamientos en laderas inestables, pero también están las obras de mitigación correspondientes”, expresó Ellos Ruiz Gastélum, jefe del cuerpo de socorro.
Puso de ejemplo la reciente tragedia del Cerro del Chiquihuite, en el Estado de México, que tras desgajarse dos personas murieron, hasta el momento.
Aunque en Mazatlán no se tienen casos recientes de algún derrumbe en los cerros habitados, el riesgo existe, solo es cuestión de tiempo.
“Existe la posibilidad del desgajamiento o del material pétreo que generalmente desprenden los cerros como por ejemplo
En el caso del Cerro del Vigía, dijo, con una lluvia se viene cierta cantidad de material pétreo, existe esa posibilidad de que pueda llegar a suceder.
“Es importante también que entendamos que si estamos habitando en un cerro o en alguna ladera o colina inestable, pues que tengamos las obras de mitigación correspondientes, como estas canaletas de desprendimientos de aguas pluviales, específicamente para evitar la filtración excesiva de agua a lo que es la formación rocosa, la formación pétrea y así pues se pueda desprender, o se pueda deslavar o se pueda desgajar”.
Muros de contención
Especialistas en la materia detallan que se debe contar con muros de contención, que no todos los cerros lo tienen, pero la mayoría de los cerros que hay en la ciudad sí lo tienen, y darles el mantenimiento constante.
Estas obras, se dijo, ya le corresponden a Obras Públicas del Municipio.
En el caso del Cerro de la Nevería, existe la posibilidad de que pudiera presentarse algún desprendimiento de material pétreo, pero no se sabe si sería de pequeñas o de grandes proporciones.
En el caso del Cerro del Obispado, donde algunas casas tienen sus castillos sostenidos directamente de la roca, y otras partes de viviendas quedan prácticamente en el aire con bases de concreto, se han demolido algunas viviendas que estaban en riesgo.
“Se hicieron demoliciones hace tiempo, no hace un año o pasadito de un año, hubo unas demoliciones que se encargó Obras Públicas de ejecutarlas, entre ellas casas que estuviesen con mayor posibilidad de desprendimiento, pero ya se hizo ahí unas acciones preventivas”, explicó Ruiz Gastélum.
En el caso del Cerro del Colorado, donde el 8 de agosto de 2011 se registró un derrumbe en una vivienda donde fallecieron sepultadas dos niñas, Alma Janeth, de 12 años, y Yamileth Maricielo, de 7 años, aún se puede volver a presentar una tragedia similar, si no toman las medidas suficientes al respecto, de acuerdo con habitantes del sector.
Agripina Meza, vecina de la Calle Bahía Asunción, en la Colonia Mazatlán II, informó que tras esta tragedia las autoridades ofrecieron casa a los vecinos de las viviendas pegadas a la falda norte del cerro, para que se fueran a un lugar seguro, pero no todos aceptaron.
Los familiares de las dos niñas que perdieron la vida fueron reubicados en una vivienda del Fraccionamiento Rincón de Urías, y la mayoría no aceptó por considerar que sus casas en el Cerro Colorado tenían mayor valor económico que las que les daban.
En cerros del Vigía y de la Nevería, la oposición ciudadana
En el caso del Cerro del Vigía, en enero del presente año los vecinos se manifestaron en contra de la demolición de una parte del mismo, en el Paseo del Centenario, por no estar de acuerdo con la construcción de una torre de condominios.
Argumentaron que es una zona de deslaves y derrumbes y esos trabajos ponen en riesgo a las construcciones que se tienen en la cima.
Personal de la constructora dijo semanas después que cuenta con los permisos de las autoridades del Ayuntamiento y federales para la demolición y la obra, por lo que por algunos días continuó, pero en los últimos meses ha estado suspendida.
En el Cerro de la Nevería, frente al monumento a la Mujer Mazatleca, también se hicieron trabajos de excavación entre la roca, a pesar de ser una zona de deslaves y derrumbes, pero también personal que realiza la obra dijo que se cuentan con los permisos de las instancias correspondientes.