Celebra Obispo en Catedral de Mazatlán la Última Cena de Cristo
El Obispo de Mazatlán, Mario Espinosa Contreras, recordó la humildad de Jesús de Nazareth al lavarle los pies a sus discípulos
MAZATLÁN._ La Última Cena del Señor, donde se celebra la instauración de la Eucaristía y del Sacerdocio, fue celebrada la tarde de este viernes en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción de este puerto, donde también se recordó la humildad de Cristo al lavarle los pies a sus discípulos.
Al oficiar la misa, el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Monseñor Mario Espinosa Contreras, recordó que tras ser liberado el pueblo de Israel de la esclavitud que vivía en Egipto, Dios les pidió celebrar cada año en una Cena de Pascua en la que comían cordero asado y esa fue la Última Cena que degustó Cristo con sus discípulos, donde previamente les lavó los pies.
“Era su fiesta nacional y Jesús previó celebrar esa Cena Pascual, ritual, de gratitud de la manera mejor posible y escogieron un lugar muy hermoso, que era, se dice la tradición, de la familia de Marcos el Evangelista, su familia facilitó ese hermoso cenáculo donde van a acontecer grandes hechos de nuestra historia de salvación porque ahí va ser la Última Cena y la primera Eucaristía, después ahí también va ser Pentecostés”, añadió Monseñor Espinosa Contreras.
“Y Jesús ahí pronunció un discurso de despedida que así se le llama el Discurso del Adiós o de la Despedida, lleno de emoción, lleno de sentimiento porque Jesús preveía que eran pocas las horas que le quedaban, que iba a venir el prendimiento y la consumación de la mala obra de quienes no lo veían bien”.
Ante decenas de religiosos, religiosas y fieles añadió que Jesús vive la Cena Pascual como estaba prescrito en la Ley de Moisés que tenía también tres libaciones.
“Y después de hacerlas ahí instituye Jesús la Eucaristía, entonces Jesús viva la última Cena Pascual Judía y vive la primera Eucaristía transformando el pan en su cuerpo y el vino en su sangre, hermosa realidad que hoy recordamos con gratitud en una secuencia con la Cena de los Judíos porque todo el Antiguo Testamento estaba orientado Cristo y a preparación de Cristo”, recordó el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, que comprende todo el sur de Sinaloa.
“Y Cristo quiso dejarnos el memorial de su entrega, de su amor, de su muerte, de su resurrección”.
En la misa celebrada a las 18:00 horas también se recordó la humildad de Jesús al lavar los pies de sus discípulos pidiéndoles que, así como lo hizo él con ellos, sus discípulos debían hacerlo entre ellos, pero desde que se inició la pandemia del Covid-19 no se lleva físicamente a cabo.
“Y nos invitó que esa realidad de la eucaristía no la celebráramos ya cada año como los judíos, sino todos los días y así se celebra en todo el mundo, ...desde donde sale el sol hasta el ocaso, está siempre celebrándose en el mundo el memorial de la entrega del Señor donde se nos da verdaderamente su vida, su fuerza, su gracia un verdadero alimento para el peregrinar de nuestra vida”, reiteró Monseñor Espinosa Contreras.
“Por eso hoy la Iglesia agradece el don de la Eucaristía y junto con la Eucaristía el sacerdocio ministerial que también en esa Cena se instituyó porque va vinculado, los celebrantes de la Cena del Señor, de la eucaristía, los sacerdotes que están llamados a acompañar el peregrinar del pueblo de Dios, de alimentarlo con los sacramentos, con la palabra de Dios, con el amor, con la oración, con el afecto”.
Por ello pidió por todos los presbíteros para que sean más dignos del Señor y de los hermanos y hermanas y también que amen más y más la sagrada eucaristía como la amaron los santos y el beato Carlo Acutis que cada día se alimentaba de la palabra de Dios.
Al término de la misa, el Obispo bendijo los panes que llevaron varios fieles para ello.
En la Semana Santa se conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.