Amor en pareja | ¿Cuál es la razón para ir a terapia?

Ana Miriam Valdez
14 febrero 2022

Las infidelidades en matrimonios mayores de 30 años, celos y la violencia en relaciones de menor edad son los motivos principales por los que las parejas acuden a terapia psicológica, ya sea en consulta doble o de forma individual, dice el especialista en Psicología Clínica, Luis Ángeles Salinas Gudiño

¿Qué es el amor? Muchos definen el concepto de amor de diferentes maneras, hacia los hijos, los padres, hermanos, amigos, incluso mascotas.

Pero realmente el amor que muchos buscan es el amor de pareja, y cuando lo encuentran, siempre surgen dudas sobre si esa persona realmente es la indicada.

El especialista en Psicología Clínica, Luis Ángeles Salinas Gudiño, detalla cuáles son los principales temas por los que las parejas acuden a terapia, y cómo se deben enfrentar estas vivencias, y aunque no hay una regla, muchos son similares hasta llegar a terapia.

Las infidelidades en matrimonios mayores de 30 años y la violencia en relaciones de menor edad de parejas que están casadas, en unión libre o noviazgo, son los motivos principales por los que las parejas acuden a terapia psicológica, ya sea en consulta doble o de forma individual, dice el presidente de la asociación “Ayudemos a los jóvenes”.

Sin embargo, detalla que de manera general las razones que más generan conflictos en las relaciones de pareja son los celos, las infidelidades y la falta de comunicación asertiva.

No obstante, aclara que cada etapa se vive de manera diferente, aunque las nuevas tecnologías han llegado a intensificarlas, como sucede en el caso de los celos.

“La manera de vivirlas es diferente, la cuestión de los celos y la desconfianza ha evolucionado porque hay un antes y un después en que las redes sociales lo han intensificado, eso marca un hito donde se eleva el nivel de celos y desconfianza que está teniendo la pareja”, sostiene.

“Y ese es el motivo número uno de consulta (celos), sin embargo muchas veces recae con un trasfondo de autoestima de la persona que cela, que se debe tratar de manera individual, pues muchas veces cae con una baja autoestima o percepciones cognitivas, ya sea del hombre, la mujer o ambos”.

En otros casos, los matrimonios que van por problemas de celos, en terapia señalan que se debe a infidelidades, las cuales surgen por diversos motivos, entre ellos, la falta de comunicación.

Explica que la comunicación asertiva a veces se confunde, al creer que por hablar todo el día se cumple con ello, sin embargo, cuando no se cumple con ella genera otro cúmulo de problemas que se basan en supuestos de la pareja que en su momento no expresó lo que sentía.

“Aquí la cuestión de un canal sin ruido es que la persona exprese lo que siente, ya sea positivo o negativo en el momento, y no se lo guarden, por ejemplo, que me gritó, en ese momento se debe de externarlo porque sino ahí ya hay una barrera y lo indicado es hacerlo con la mejor claridad posible, porque a veces también damos mensajes dobles”, expone.

Salinas Gudiño precisa que hablar con la pareja todo el día por medio de Whatsapp u otra red social no significa que eso sea tener buena comunicación, pues ahí también se distorsiona la información que se quiera dar, incluso, pueden representar una falsa ilusión de querer tener controlada a la persona.

Un ejemplo que se presenta en la falta de asertividad, dijo, es en la sexualidad.

“En consulta ¿qué es lo que se quejan la mayoría de las mujeres? que al principio de la relación o ya casados, es que mucho del acto sexual del hombre, como dicen coloquialmente, el hombre ‘va a lo que va’ y no hay un preludio de excitación y muchos de los hombres no lo entienden, entonces llegan a tener estas dificultades sexuales con la pareja”, dice.

“Y en el caso de los hombres, ellos se quejan de que la mujer tiende a ser menos exploratoria, como que solo buscan una posición y punto, cuando el esposo pide cosas nuevas, cosas diferentes (así que) tengo que hablar con mi pareja y saber lo que le gusta, lo que no le gusta, de qué manera puedo hacer que mi pareja goce más (pues) la sexualidad es uno de los pilares de la relación, pero tiene que haber una correcta comunicación”, expresa.

Sobre la violencia en los matrimonios jóvenes, la que más se presenta es la psicológica, donde en cualquiera que se dé el caso, hombre o mujer, se viven humillaciones, groserías, manipulación, control o chantaje. También se han presentado casos de adolescentes que acuden en pareja por lo mismo.

“Aunque llegan a ir por pareja, también se recomienda ir a terapia individual, pues el que la ejerce (violencia psicológica) tiene que ver con un trastorno, y al que la tolera, algún tipo de codependencia y/o de autoestima por aguantar ese tipo de tratos y conductas, incluso justificándolo”, apunta.

El especialista informa que al principio, en la mayoría de los casos, cuando una persona está enamorada, las reacciones químicas que produce el cerebro le impiden darse cuenta de que está viviendo violencia, aunque no sea física, por lo que es importante detectar los signos de alerta.

Llama a las personas a no alejarse de los amigos o la familia cuando se está en una relación, pues ellos serán la red de apoyo que sabrán identificar una pareja destructiva.

“En cuanto mi pareja me pida que ya no tenga o ya no salga con mis amistades, no frecuente a mis familiares, me pida mis contraseñas, a uno como persona me tiene que saltar, pues estoy con una pareja que no me conviene, pues ya está dando los primeros rasgos de violencia psicológica y de manipulación”.

¿Cómo tener una relación sana?

Salinas Gudiño dice que todas las personas tienen diferentes conceptos de una buena relación matrimonial o de noviazgo, y aunque es normal que todas tengan altas y bajas, hay algunos puntos que se acercan más a estar dentro de un ambiente sano.

Como ya lo ha explicado, es importante tener comunicación asertiva, explicar cómo te sientes, qué te incomoda y decirlo en el momento.

Hay que tener, pues, metas en conjunto e individuales.

Admiración: Una de las cosas que se necesitan para poder tener una relación exitosa es la admiración y eso no significa que deba tener un buen trabajo o un gran sueldo.

Respeto en los gustos y decisiones del otro: Puede haber momentos donde uno se pueda adaptar al gusto del otro, aunque para eso se necesita la comunicación. Puede darse en la vestimenta, género musical, películas, entre otros.

Respeto a la sexualidad: Tener diversiones afines e individuales, sobre todo respetarse a uno mismo y defender su dignidad.

¿Qué hacer ante una ruptura?

El experto en psicología detalla que si la relación ya no puede continuar, lo primero que no se debe hacer es que la persona no se refugie en otro amor inmediato, viva su duelo y sobre todo lo acepte.

“Hay un dicho popular que dice que ‘un clavo saca otro clavo’, y eso no es cierto porque simplemente te va a estar distrayendo del dolor y arrastrar esos problemas a otras relaciones (...) hay que aceptar que nos duele para que se pueda ir y vivir ese dolor”, explica.

“Hay que empezar a ocuparnos, podríamos volver a reactivar amistades que habíamos dejado, actividades que habíamos dejado, el ejercicio es muy bueno, y una terapia ocupacional, incluyendo vida social, es positivo para mantener la mente ocupada”, asegura.

Se deben cuidar los extremos y no autodestruirse, pues es algo que muchos suelen hacer, sostiene.

“La etapa de enamoramiento puede llegar a extenderse a concluir a los cuatro años, de acuerdo con neurofisiólogos que han descubierto que los neurotransmisores que causan la etapa de enamoramiento inicial, a los cuatro años dejan de tener las mismas cantidades de producción, así que nuestra percepción hacia esa persona es distorcionada”, precisa.

Salinas Gudiño dice que es importante ir a terapia con un especialista, y más cuando la persona ha detectado que se encuentra dentro de una relación dañina que le afecta en sus actividades cotidianas y vida personal, también cuando el dolor es tan fuerte que no les deja ver qué rumbo podría ser el más adecuado a seguir.

EL AMOR EN SINALOA EN 2020

Estado civil (de la población de 12 años y más)

36.9%

casada

16.8%

unión libre

33.5%

soltera

12.8%

separada, divorciada o viuda

11 mil 557

matrimonios se registraron en 2020

4 mil 199

divorcios se registraron en 2020

Duración del matrimonio

En 29 de cada 100 divorcios el matrimonio tuvo una duración de más de 20 años.

En 23 de cada 100 divorcios el matrimonio duró de uno a cinco años.

Fuente: INEGI