A casi dos años, desplazados del sur de Sinaloa reciben propuesta para vivienda

Sibely Cañedo
21 abril 2019

"En Mazatlán podrían recibir casas duplex en el predio de La Raqueta o ser reubicados en un predio de la Colonia Urías, aunque faltan recursos para servicios públicos, adelanta dirigente del MASS"

MAZATLÁN._ Por cumplirse dos años del éxodo masivo de la sierra de Concordia, por fin se plantearon propuestas para dotar de vivienda a 418 familias que viven en Mazatlán de manera precaria, tras huir de sus comunidades a causa de la violencia.

Desesperados por no tener dónde vivir, desplazados habían amagado con manifestarse en los hoteles del gobernador Quirino Ordaz Coppel, en caso de no obtener una respuesta antes de Semana Santa. Desistieron de su intención al ser atendidos por funcionarios de Gobierno del Estado el sábado 13 de abril, quienes les adelantaron alternativas para su reubicación en esta ciudad, ya que aseguran no poder retornar por temor a los grupos delictivos.

Una de las opciones es lotificar y construir casas tipo duplex en el predio conocido como La Raqueta, que mide aproximadamente 3 hectáreas y se encuentra ubicado en la periferia de la ciudad entre los fraccionamientos Loma Bonita y Villa Verde. Es un terreno que pertenece a la Comisión de Vivienda del Estado de Sinaloa (antes Invies), al que le hace falta la introducción de servicios públicos.

La otra propuesta de Gobierno del Estado es la compra de un predio de 3.5 hectáreas en la colonia Urías, a la salida sur de la ciudad. Lo anterior lo dio a conocer Miguel Ángel Gutiérrez Sánchez, representante del Movimiento Amplio Social Sinaloense, organización que ha acompañado a las personas desplazadas en diversas gestiones.

Los afectados fueron atendidos por Álvaro Ruelas Echave, secretario de Desarrollo Social (Sedesol); y Salvador Reynosa Garzón, director de la Comisión de Vivienda del Estado de Sinaloa (antes Invies), quienes se comprometieron a tramitar recursos para la posterior introducción de la red de agua potable, drenaje y luz eléctrica.

“La gente ya no aguanta más, pero se puso un plazo para que en el lapso de dos meses se formalice la asignación de terrenos, pues si los terrenos no están asignados no se pueden buscar los subsidios”, explicó Gutiérrez Sánchez.

El líder social indicó que se hará un análisis de costos para ver cuál es la mejor propuesta, sobre todo por el costo de los servicios públicos. Por ser vivienda para personas desplazadas, se buscará que el costo sea subsidiado hasta en 90 por ciento.

De igual forma, reconoció que ha habido respuesta del gobierno estatal, aunque no ha sucedido lo mismo con el gobierno municipal ni con el gobierno federal, por lo que pidió al Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres respaldar la integración de los desplazados a la comunidad mazatleca.

Entre otros apoyos pendientes, de parte de la Sedesol ya comenzó la entrega de estufas de gas a cuatro cilindros a las familias procedentes de Concordia, así como las que han arribado del municipio vecino de Rosario.

“Se habían venido sin nada, y la mayoría carece de lo más indispensable, ni refrigerador ni estufa o camas, por eso estos apoyos les caen muy bien, era algo que necesitaban”, expresó.

Aunque por ahora confían en la palabra de los funcionarios, el dirigente del MASS pidió respetar los plazos para la asignación de vivienda, puesto que ya en julio se cumplen dos años del desplazamiento colectivo que causó el terror en los altos y provocó que cientos de personas perdieran su patrimonio.

La estampida más reciente se dio a principios de abril del presente año, cuando llegaron a Mazatlán 20 nuevas familias desplazadas de la localidad de La Rastra, Rosario. Escapaban de la violencia en la zona tras dos atentados, que dejaron como resultado a cuatro personas muertas entre el 22 y el 26 de marzo.

 

ANTECEDENTE:

En enero de 2019, el Congreso del Estado reasignó una partida de 30 millones de pesos para la atención a la problemática del desplazamiento forzado en Sinaloa, de los cuales una parte será utilizada para la construcción de vivienda, que es la necesidad más apremiante.