¡Notre Dame, abre tus puertas!

Noroeste/Redacción
07 diciembre 2024

Con ese rito en presencia de varias decenas de jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo, la Catedral de Notre Dame quedó oficialmente reinaugurada tras cinco años y medio de restauración

Las puertas de la Catedral de Notre Dame fueron abiertas por el Arzobispo de París, Laurent Ulrich, en una ceremonia tradicional: golpeó las pesadas puertas de entrada de la iglesia medieval con un báculo.

El báculo estaba hecho de madera rescatada del techo carbonizado de la catedral.

Se cantó un salmo desde el interior de la catedral. El órgano de 8 mil tubos de la Catedral también se utilizó para responder a la invocación del Arzobispo, ya que cuatro organistas interpretaron el salmo.

“¡Notre Dame, abre tus puertas!”, fue la plegaría que el Arzobispo de París repitió tres veces, ante el umbral de la catedral gótica destruida por el fuego en 2019.

Después de que se cantara el salmo tres veces, las puertas se abrieron.

Los invitados entraron por la fachada occidental de la catedral para la ceremonia.

Las actuaciones se centraron en un mensaje de armonía que celebraba la resurrección de la Catedral y su papel como santuario.

Tras abrir las puertas del templo Ulrich se ha dirigido a la pila con el agua bendita antes de volver al exterior para invitar a entrar al Presidente Macron, a la Primera Dama francesa, Brigitte Macron, y a la Alcaldesa parisina, Ana María Hidalgo. Con eso ha dado comienzo la parte política de la ceremonia, en la que ha sonado La Marsellesa, el himno nacional francés.

Notre Dame, reflejo de lo que debe ser una nación

En su discurso, Macron ha subrayado que con el proyecto de restauración de la catedral “hemos descubierto lo que las grandes naciones pueden hacer: realizar lo imposible”. Se refería así a la promesa de reinaugurar el emblemático templo en tan solo cinco años.

“Esta catedral es también la metáfora feliz de lo que debe ser una nación y el mundo”, ha añadido. “Nos dice que nuestros sueños, incluso los más audaces, solo son posibles gracias a la voluntad de cada uno y al compromiso de todos”.

Dado ya el paso a la parte religiosa de la celebración, el Obispo parisino ha procedido a “despertar” al órgano. Lo ha invocado ocho veces, recibiendo como respuesta improvisaciones musicales de cuatro organistas.

A continuación se ha celebrado una breve liturgia similar a vísperas, con salmos y cánticos, el magníficat y el padrenuestro, seguidos de un Te Deum.

Emotiva entrada

Cinco años después, las campanas vuelven a sonar. La maravilla de la catedral de Notre-Dame, con su aguja, sus pináculos y sus vidrieras, vuelve a abrir sus puertas con los golpes del báculo del Arzobispo Laurent Ulrich.

Bajo las altísimas columnas góticas, la emotiva entrada del Presidente francés Emmanuel Macron acompañado de su esposa y Alcaldesa de la ciudad, Ana María Hidalgo Aleu.

Es el orgullo nacional y mundial que se manifiesta tras el terrible incendio del 15 de abril de 2019. Más de 2 mil artesanos, arquitectos e ingenieros participaron, y 250 empresas, en lo que se recuerda como una restauración colosal.

“Merci” : es la enorme escritura luminosa proyectada en la fachada.

Estuvieron presentes aproximadamente mil 500 personas, entre ellas 13 obispos franceses, dos patriarcas orientales, un metropolitano ortodoxo y los Caballeros del Santo Sepulcro.

Se levanta un atronador aplauso de cinco minutos en presencia de decenas y decenas de bomberos uniformados. Es una ovación de pie con los Jefes de Estado y de Gobierno llegados de todas partes y que han aceptado estar presentes en este momento histórico para la capital.

El Presidente francés está al lado del Presidente estadounidense electo, Donald Trump. El canto coral de los niños y un momento musical con violín y violonchelo expresan una emoción vibrante frente a una piedra que ya no tiene rastro de hollín. Es un despertar colectivo.

“En este momento devolvemos esta iglesia al cristianismo, a Francia y al resto del mundo. Esta tarde Notre-Dame renace”, afirma Macron en su discurso.

“La promesa de respetar el plazo de cinco años se cumplió”, afirma el prelado, recordando la valentía y el trabajo incansable realizado. Y lo que expresa el Papa Francisco en el mensaje a monseñor Ulrich, leído por el Nuncio Celestino Migliore, es agradecimiento y exhortación. Gracias a quienes trabajaron para restaurar este lugar simbólico de París a su antiguo esplendor, y una invitación a aprovechar esta oportunidad para dar un nuevo impulso a la Iglesia francesa.

El mensaje del Papa Francisco por la reapertura de Notre Dame

Mons. Celestino Migliore, Nuncio Apostólico en Francia, leyó el mensaje del Santo Padre para esta ocasión.

“Me alegra mucho unirme a usted, Excelencia, en el pensamiento y la oración, así como a todos los fieles aquí reunidos y a todos los presentes, en este día solemne en que su Catedral se reabre al culto”, señala el Papa Francisco en su mensaje.

“Todos recordamos aún el terrible incendio que dañó gravemente el edificio hace cinco años. Nos dolía el corazón ante el riesgo de ver desaparecer una obra maestra de la fe y de la arquitectura cristianas, un testimonio milenario de vuestra historia nacional”, continuó el Pontífice.

“Hoy, la tristeza y el luto han dado paso a la alegría, la celebración y la alabanza. Saludo a todos aquellos, especialmente a los bomberos, que trabajaron con tanto valor para salvar este monumento histórico”.

El Papa Francisco también dio gracias a todos los que han colaborado con la reconstrucción “Esta efusión es señal no sólo del compromiso con el arte y la historia, sino también -¡y esto es muy alentador! - la señal de que el valor simbólico y sagrado de un edificio así sigue siendo ampliamente percibido, desde el más pequeño al más grande”.

El Santo Padre hizo votos para “que el renacimiento de esta admirable iglesia sea un signo profético de la renovación de la Iglesia en Francia. Invito a todos los bautizados que entrarán con alegría en esta catedral a sentir un legítimo orgullo y a reivindicar su patrimonio de fe. Queridos fieles de París y de Francia, esta morada, que habita nuestro Padre celestial, es vuestra; ustedes son sus piedras vivas”.

“Notre Dame pronto volverá a ser visitada y admirada por inmensas muchedumbres de personas de toda condición, origen, religión, lengua y cultura, muchas de ellas en busca del absoluto y del sentido de sus vidas”, subrayó el Papa Francisco.

Para concluir, el Santo Padre imploró “sobre la Iglesia de Francia, y sobre todo el pueblo francés, la protección de Notre Dame de París, les imparto a ustedes y a todos los presentes la bendición de todo corazón”.

El Arzobispo de París continuó la ceremonia con el “diálogo” con el órgano de la catedral, en el que le pedía al “instrumento sagrado” volver a sonar para animar a los fieles.