Llama Guterres a trabajar para acabar con el discurso del odio
En un momento en el que el odio se propaga a toda velocidad en las redes sociales y fomenta la división y los conflictos entre miles de personas, las Naciones Unidas pide esfuerzos a escala mundial
El Día Internacional para Contrarrestar el Discurso de Odio es una jornada en la que las Naciones Unidas hacen un llamamiento a todos para que colaboren en la construcción de un mundo más respetuoso y civil, y para que se tomen medidas eficaces que pongan fin a este fenómeno tóxico y destructivo.
“El discurso del odio refuerza la discriminación y la estigmatización y se dirige con mayor frecuencia contra las mujeres, los refugiados y migrantes y las minorías”, declara el Secretario General en un mensaje.
António Guterres añade además que “si no se controla, puede incluso perjudicar la paz y el desarrollo, ya que sienta las bases de conflictos y tensiones, así como de violaciones de los derechos humanos a gran escala”.
Las respuestas deben proteger la libertad de expresión
Sin embargo, el titular de la ONU advierte que las respuestas equivocadas y ambiguas, incluidas las prohibiciones generales y los cierres de internet, también pueden violar los derechos fundamentales al restringir la libertad de expresión.
Del mismo modo, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos afirma que la propagación de leyes que se utilizan indebidamente contra periodistas y defensores de los derechos fundamentales es casi tan viral como la propagación del propio discurso del odio.
Volker Türk subraya además que las leyes amplias, que autorizan a los países a censurar expresiones que consideran incómodas y a amenazar o detener a quienes cuestionan la política gubernamental, ponen en peligro el debate público esencial.
“En lugar de criminalizar el discurso protegido, necesitamos que los Estados y las empresas tomen medidas urgentes para hacer frente a la incitación al odio y la violencia”, afirma Türk.
Amplificar las voces que hacen frente al odio
“Pero estamos lejos de ser impotentes”, asegura António Guterres. “Podemos y debemos concienciar sobre sus peligros, y trabajar para prevenirlo y acabar con él en todas sus formas”.
El Secretario General cita la Estrategia y Plan de Acción de las Naciones Unidas contra el Discurso de Odio como el marco global de la Organización para hacer frente a sus causas y repercusiones, y señala que las oficinas y equipos del organismo mundial en todo el mundo le están haciendo frente mediante la aplicación de planes de acción locales, basados en esta estrategia.
“Las Naciones Unidas están consultando a gobiernos, empresas tecnológicas y otras entidades sobre un Código de Conducta voluntario para la integridad de la información en las plataformas digitales, destinado a reducir la propagación de la desinformación y la incitación al odio, protegiendo al mismo tiempo la libertad de expresión”, añade.
Por su parte, Voker Türk pide una serie de medidas, desde iniciativas educativas e inversión en programas de alfabetización digital hasta escuchar a los más afectados por la incitación al odio y exigir a las empresas que cumplan sus obligaciones en materia de derechos humanos.
“También hay que hacer más para hacer frente a los funcionarios y personas influyentes cuyas voces tienen un profundo impacto y cuyos ejemplos inspiran a muchas otras personas”.