Expulsa Gobierno de Nicaragua al Comité Internacional de la Cruz Roja
CICR reitera que su misión en Nicaragua estuvo enfocada en objetivos exclusivamente humanitarios y que están abiertos a entablar un diálogo
La dictadura orteguista expulsó al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
La Cruz Roja anunció el cierre de sus oficinas en Nicaragua por “pedido de las autoridades nicaragüenses... terminando así su misión humanitaria en el país”, según un comunicado, publicado en su sitio web.
“El CICR recibió en 2018 la autorización de las autoridades de Nicaragua para abrir una misión en el país, enfocada en objetivos exclusivamente humanitarios. En enero de 2019 el CICR estableció una Misión permanente en Managua, y en marzo de ese mismo año el CICR y el Gobierno de Nicaragua formalizaron un acuerdo para visitar a personas detenidas”, relata el comunicado.
La prensa local destaca que tras esta expulsión por parte de la Administración de Daniel Ortega se retira el único organismo internacional que quedaba en la nación para documentar las condiciones en las que permanecen los presos políticos.
En su declaración, el Comité Internacional de la Cruz Roja recordó que desde enero de 2019 se estableció una misión permanente en Nicaragua y que dos meses más tarde, en marzo, el CICR y el Gobierno de Ortega formalizaron un acuerdo para visitar a personas detenidas.
Las visitas debían realizarse “en silencio y en confidencialidad”, explicó en 2021 el entonces jefe de la misión, Thomas Ess.
Pero aun tras obtener el visto bueno de las autoridades, desde junio de 2021 los representantes del CICR dejaron de tener acceso para reunirse con los presos de la cárcel El Chipote.
Una situación que solo fue conocida públicamente hasta el pasado mes de marzo. Ex presos políticos detenidos a mitad del 2021 aseguraron que únicamente recibieron una visita del Comité Internacional de la Cruz Roja, debido a que la Administración de Ortega impidió su ingreso.
Otro de los grandes golpes para la misión humanitaria llegó en marzo de 2022, cuando Ess fue expulsado del territorio nicaragüense. El entonces director de la delegación indicó que la decisión, que le fue comunicada en una carta, tomó a la organización “por sorpresa”.
El CICR indicó que desconocía las razones. No obstante, la medida tuvo lugar en medio de una represión por parte de las autoridades locales contra organizaciones civiles y defensores de Derechos Humanos.