EU inicia disputa comercial con México, a través del T-MEC, por el maíz transgénico
El Gobierno estadounidense considera que la prohibición a este grano modificado genéticamente no está basada en ciencia
Katherine Tai, Representante Comercial del Gobierno de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), informó que la Administración encabezada por el Presidente Joe Biden solicitó consultas de resolución de disputas con México, en el marco del T-MEC, por un decreto emitido por Andrés Manuel López Obrador, por el que se prohíbe adquirir, utilizar, distribuir, promover e importar maíz genéticamente modificado, además del glifosato.
“Estados Unidos ha expresado repetidamente su preocupación de que las políticas biotecnológicas de México no se basan en la ciencia y amenazan con interrumpir las exportaciones estadounidenses a ese país”, afirmó Thai.
“Las políticas de biotecnología de México también sofocan la innovación agrícola que ayuda a los agricultores estadounidenses a responder a los desafíos climáticos apremiantes, aumentar la productividad agrícola y mejorar los medios de vida de los agricultores”, indicó la titular de la USTR.
El 1 de junio, más de 60 congresistas estadounidenses llamaron al Gobierno de Estados unidos a iniciar acciones contra México, por hacer cambios poco significativos en sus políticas sobre la importación de maíz transgénico, luego de finalizar el periodo de consultas técnicas.
El 7 de marzo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que el Gobierno de México tenía un mes para atender las consultas solicitadas por su homólogo de Estados Unidos, por un decreto por el que se prohíbe adquirir, utilizar, distribuir, promover e importar maíz genéticamente modificado, además del glifosato, pero que de no llegar a un acuerdo, se tendría que afrontar un panel de controversias en el marco del T-MEC.
En esa conferencia de prensa matutina dijo que existía un acuerdo con la Administración de Joe Biden, para que una agencia de Estados y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios lleven a cabo un estudio, para determinar si dicho producto era idóneo para el consumo humano.