Bernie Sanders retira su nominación presidencial
"El ex vicepresidente Joe Biden va solo contra Trump en la nominación demócrata"
El Senador Bernie Sanders, de 78 años de edad, dio por terminada su campaña por la Presidencia de Estados Unidos, dejando solo al ex vicepresidente, Joe Biden, en la nominación demócrata, y quien deberá enfrentar al actual Presidente, Donald Trump, en noviembre próximo.
Sanders hizo el anuncio este miércoles en una llamada con el personal de su campaña, según dijo su campaña. La carrera presidencial del senador termina cuando el país continúa lidiando con la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 (Covid-19), que detuvo las campañas en persona para los pre candidatos, cuando muchos estados retrasaron sus elecciones primarias.
El legislador había liderado los debates del Partido Demócrata y sus políticas se hicieron más populares a lo largo de los años, así como durante las presentes primarias, mismas que también abandonó en 2016, al dejar sola a Hillary Clinton. Sin embargo, la campaña de Sanders celebró su último evento público en vivo el pasado 9 de marzo.
El ahora ex precandidato presidencial fue electo a la Cámara de Representantes en 1991; siendo reelecto hasta 2007, cuando fue votado para senador por Vermont. Sostiene el récord como el independiente con más antigüedad en la historia del Congreso de EU, siendo el único representante socialista en la Cámara alta estadounidense.
Sanders alcanzó fama al aplicar el “filibusterismo” (técnica de obstrucción parlamentaria, pretendiendo retrasar o bloquear la aprobación de una ley, gracias a un discurso de larga duración) contra la extensión de los recortes de impuestos por George W. Bush en 2010.
El senador sostiene posturas avanzadas en asuntos como en la redistribución del ingreso, la asistencia universal de salud, la baja laboral por maternidad, el cambio climático, los derechos LGTB+ y la reforma para la financiación de campañas políticas.
También es conocido por luchar a favor de las libertades y de los derechos civiles. Ha sido crítico con la discriminación racial en el sistema de justicia, así como con las políticas de vigilancia masiva, como la Ley “Patriota”.