Y la sequía sigue aquí; a pesar de las lluvias, la crisis hídrica se prolongará en Sinaloa

Conselva
15 octubre 2024

Por segundo año consecutivo, las presas del estado inician el ciclo agrícola muy por debajo del 50% de su capacidad. La presencia de La Niña plantea escenarios de escasez de agua en el corto y mediano plazo, advierte experto

La temporada de lluvia vino, terminó y la sequía se quedó en Sinaloa.

Cuando cerró mayo, en pleno estiaje y con el ciclo agrícola en la etapa de cosecha, las 11 presas de Sinaloa almacenaban en conjunto 1 mil 803 hectómetros cúbicos de agua y estaban apenas al 11.5 por ciento de su capacidad.

Cuatro meses después, al 30 de septiembre y con la temporada de lluvias en el espejo retrovisor, el Sistema Nacional de Información del Agua indica que los embalses de Sinaloa operaban al 31.8 por ciento de su capacidad de conservación.

La situación plantea un panorama alarmante. El agua disponible no solo debe garantizar el riego para los cultivos que se establezcan en el ciclo agrícola 2024-2025, sino que también debe asegurar el abasto para consumo humano de los próximos dos años, cuando además no se augura una recuperación en la próxima temporada de lluvias, debido a los fenómenos de La Niña, que ya empezó a manifestarse, y El Niño, que se prevé para verano de 2025.

Los niveles actuales de las presas sugieren que, si no se implementan medidas de conservación y uso eficiente del agua en el ciclo agrícola que acaba de iniciar, se agravará la crisis hídrica en el estado.

La planificación agrícola es un tema de suma relevancia. Considerado el motor económico de Sinaloa, este sector consume el 94 por ciento del agua concesionada de la entidad, por lo que el abanico de cultivos y la superficie a establecerse, deben adaptarse a la disponibilidad de este recurso.

Por primera vez en 10 años, la sequía permanece tras las lluvias

Sinaloa no sólo no ha superado la crisis hídrica, sino que los efectos negativos se están acumulando. Algunas zonas de los municipios de Choix, Culiacán y Elota presentan condiciones de sequía excepcional, la de mayor intensidad, a pesar de que acabamos de pasar por la temporada de lluvias.

Esta es la primera vez, por lo menos desde 2014, según registros del Monitor de Sequía, que el estado tiene regiones que no alcanzaron a recuperarse de la sequía con las precipitaciones pasadas.

En 2023, al 30 de septiembre, todos los municipios de Sinaloa presentaban alguna condición de sequía, sin embargo, ninguno estaba en la etapa más crítica. Hoy, al sumarse otra temporada de lluvias con precipitaciones por debajo del promedio, son 15 municipios afectados por la sequía, pero con Choix, Culiacán y Elota en la fase más grave.

La última ocasión en que el estado estuvo sin zonas con algún nivel de sequía o anormalmente seco, el indicador mínimo, fue el 15 de marzo de 2020, de acuerdo con el Monitor de Sequía del Servicio Meteorológico Nacional.

Esta fue la segunda peor temporada de lluvias en 10 años

Los expertos lo advirtieron desde hace varios años. El cambio climático traería para el norte y noroeste de México un aumento en las temperaturas, sequías más frecuentes y prolongadas y menor disponibilidad de agua. Este escenario ya se está cumpliendo en Sinaloa.

De acuerdo con registros de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa, el promedio “histórico” en el acumulado de precipitaciones es 694 milímetros de junio a septiembre.

Sin embargo, en este mismo periodo de 2023 llovieron 464 milímetros y, en esta temporada que acaba de terminar, el acumulado fue de 516.2 milímetros. Han sido las peores temporadas de lluvias de los últimos 10 años.

Como consecuencia, el nivel de almacenamiento de las presas no se ha podido recuperar y no ha subido más allá del 32 por ciento en casi dos años. La última vez que los embalses de la entidad estuvieron por lo menos a la mitad de su capacidad fue hace casi 20 meses, cuando al 17 de febrero de 2023 estaban al 50.1 por ciento. Hoy tenemos mucho menos agua.

Los efectos acumulativos de esta crisis hídrica también se manifiestan con el agravamiento en las condiciones de sequía, como se mencionó anteriormente.

El comportamiento en este año fue insuficiente para aliviar la situación. El reporte mensual de lluvias del Servicio Meteorológico Nacional indica que el acumulado de precipitaciones en Sinaloa, para junio, fue de 39.5 milímetros. Las lluvias fueron más abundantes en julio, con un acumulado de 149.9 milímetros, sin embargo, fue la segunda cifra más baja para dicho mes desde 2015.

Agosto es el mes en el que históricamente llueve más en Sinaloa. Este año no fue así. El registro de precipitaciones fue de 209.5 milímetros, el tercero más bajo en los últimos 10 años.

Y aunque septiembre dejó lluvias importantes derivadas del paso de la tormenta Ileana, no se tradujeron en lluvia efectiva, por lo menos eso es lo que indican los escurrimientos a las presas: no fueron significativos.

El registro acumulado de lluvias en dicho mes fue de 117.3 milímetros. En total, durante los cuatro meses de la temporada de lluvias, el acumulado fue de 516.2 milímetros, la segunda más seca en los últimos 10 años, solo mejor que la de 2023 que fue de 464.

La Niña agudizará la crisis hídrica de Sinaloa, alerta experto

El 12 de septiembre, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés) emitió un comunicado para informar que las condiciones favorecían al desarrollo de La Niña en septiembre-noviembre (71% de probabilidad) y que estas condiciones persistirán hasta el primer trimestre de 2025.

Enrique Morales Acuña, Doctor en Oceanografía costera e investigador del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR), explicó que La Niña agudizará la crisis hídrica que sufre Sinaloa.

“Bajo la fase de La Niña, esperaríamos para Sinaloa totalmente sequía”, dijo.

Aclaró que tanto La Niña como El Niño son fenómenos que se manifiestan de distintas maneras, dependiendo la región y la estación. En el caso de La Niña, subrayó que para el centro y el sur de México significa un aumento en las lluvias, pero para el noroeste y el norte se manifiesta en sequía.

“Para un estado que tiene el 32% de agua en las presas, con una actividad económica que consume más del 90%, estaríamos en una situación muy crítica referida a lo que es el recurso hídrico para todos. No sería raro que, si hacen una mala distribución del agua esta vez, estemos en marzo y abril padeciendo nuevamente de escasez de agua”, advirtió.

Morales Acuña agregó que después de La Niña se prevé que habrá una fase neutra muy corta, para dar paso a El Niño, que llegará en pleno verano y prolongará las condiciones de sequía para el estado.

Adaptarse y gestionar mejor el recurso hídrico

Los fenómenos de La Niña y El Niño ya dejaron de ser eventos anómalos para convertirse en una oscilación perpetua que no se puede detener. Lo que sí se puede hacer para mitigar sus efectos es adaptarse y gestionar de manera eficiente el recurso hídrico, consideró el investigador.

“No se está gestionando bien el recurso hídrico y esa mala toma de decisiones genera sequía para todos y sucede lo que pasó este año”, expuso.

Morales Acuña subrayó que sería necesaria una sinergia entre la ciencia y quienes definen las políticas públicas para que con base en estudios, proyecciones y modelos se tomen las decisiones correctas que ayuden en una mejor gestión del agua.

La emergencia por la escasez de agua en Sinaloa no se ha superado. Con las presas apenas a un tercio de su capacidad, con La Niña y la posterior llegada de El Niño, los pronósticos dibujan una sequía inminente y prolongada en los próximos meses.

Plan Hídrico Estatal de Sinaloa, la propuesta de Conselva

Es un hecho que enfrentamos un futuro con menos agua y esto es algo que no podemos cambiar. Lo único que podemos hacer es adaptarnos a esta nueva realidad e implementar los cambios que se necesitan para que el agua alcance.

Esto sólo se puede lograr con la colaboración de gobierno y ciudadanos en torno a las políticas públicas, reglamentos e inversiones estratégicas que deben realizarse para tener la seguridad hídrica que requiere Sinaloa en el corto y mediano plazo.

Las acciones remediales y de corto plazo que se implementen hoy pueden comprometer la disponibilidad del agua a mediano plazo. Por ello, la organización civil Conselva destaca que el agua es un recurso natural que se gestiona de manera integral y a largo plazo, atendiendo estos 4 puntos.

-Proteger y restaurar las cuencas que son el origen del agua y otros servicios ambientales.

-Incrementar la eficiencia en el uso de agua agropecuario

-Administrar de manera eficiente el agua en las ciudades.

-Desarrollar mecanismos financieros que involucren a usuarios y gobiernos.

La abundancia de agua se acabó. Nos espera un futuro con sequías frecuentes y menos agua, que desafiará nuestras capacidades para seguir siendo un Estado productor de alimentos. ¿Seremos capaces de cuidar nuestro principal recurso natural? ¿O lo dejaremos ir como agua entre los dedos? Como dice Conselva, de lo que hagamos hoy, dependerá la seguridad hídrica futura de Sinaloa”.

Para que el agua alcance, es necesario actuar de inmediato. Conselva trabaja con investigadores, gobierno, agricultores, empresarios y comunicadores para, juntos, crear el Plan Hídrico Estatal que promueva una gestión eficiente del recurso hídrico y ponga en marcha soluciones integrales, basadas en la naturaleza, que aseguren el futuro del agua para Sinaloa.

Si quieres saber más de la crisis de agua y el Plan Hídrico Estatal que propone Conselva, sigue nuestra serie #EmergenciaAgua.

#EmergenciaAgua es una serie periodística producida por Conselva para impulsar en la agenda pública la discusión sobre la crisis hídrica y promover Soluciones basadas en la Naturaleza dentro de los marcos legales y sociales.