El Cártel de Sinaloa no tiene un jefe único sino cuatro facciones que cooperan entre sí: DEA

Noroeste/Redacción
11 mayo 2024

Según los reportes, el Cártel de Sinaloa es, junto con el Cártel de Jalisco Nueva Generación, uno de los principales traficantes de fentanilo hacia Estados Unidos

El Cártel de Sinaloa no tiene un liderazgo único, sino que funciona como un paraguas que integra a cuatro facciones que cooperan entre sí para traficar drogas y cometer otros delitos, según el más reciente reporte de la DEA.

Las cuatro facciones son “Los Chapitos”, Ismael “El Mayo” Zambada, Aureliano “El Guano” Guzmán y Rafael Caro Quintero. Las cuatro comparten rutas de tráfico, contactos corruptos, acceso a proveedores de precursores químicos ilícitos y redes de lavado de dinero; pero no comparten utilidades ni responden a una misma voz de mando.

En realidad, cita el informe, las pugnas internas de poder ponen en entredicho la viabilidad actual del “modelo del paraguas”.

“Los Chapitos” es el nombre colectivo para la facción que integran Iván Guzmán Salazar, Alfredo Guzmán Salazar, Joaquín Guzmán López y Ovidio Guzmán López, todos hijos de Joaquín Guzmán Loera, estos dos últimos presos en Estados Unidos.

A Ismael “El Mayo” Zambada se le ubica como el co-líder del Cártel desde hace tres décadas; sin embargo, el informe señala que se encuentra en malas condiciones físicas, lo que pone el liderazgo de su facción en duda.

Aureliano, “El Guano”, Guzmán Loera es hermano de “El Chapo” y Rafael Caro Quintero es uno de los fundadores del Cártel, quien tras años de estar detenido por el asesinado del agende de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, fue liberado y recapturado en 2022.

El Cártel de Sinaloa es catalogado como una de las organizaciones criminales más antiguas de México y es el primero en ser listado y analizado en el reporte de la organización estadounidense.

De acuerdo con el documento, el Cártel de Sinaloa es, junto con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), unos de los principales traficantes de fentanilo hacia los Estados Unidos, la droga que ha generado una epidemia mortal de adicción en ese país.

Opera, además, en al menos 47 países del mundo y de manera reciente ha intensificado sus actividades en China para conseguir precursores químicos para la elaboración de fentanilo y metanfetaminas.