Reporte de situación de empleo en EEUU
Iniciamos ayer la semana con una jornada bursátil relativamente positiva, en donde la excepción en el planeta fueron el Nasdaq y un par de selectivos asiáticos. El mercado de valores estadounidense tuvo una sesión oscilante este lunes, que pasó de negativa a mixta, en medio de las distintas interpretaciones que hay para los últimos datos económicos.
El Dow Jones, el único que subió la semana pasada, logró conservar el optimismo, atrayendo las compras por sus sectores cíclicos y defensivos, en la que pasó a ser su alza número siete de los últimos ocho días de intercambios. El Nasdaq, el indicador yanqui más ganador en lo que va de 2023 (con un 15.5 por ciento), presentó su caída número cuatro en cinco días, mientras que el SP500 viró hacia su segundo día positivo seguido.
Los pensamientos del mercado vuelven a centrarse en la posibilidad de recesión y su magnitud luego que Estados Unidos diera a conocer una Nómina No-Agrícola casi en línea con lo esperado. El dato ha resultado mixto, ya que, aparte de estar muy cerca de las expectativas, porque por un lado podría abonar a un panorama en el que el apretamiento monetario termine y por el otro podría dar cuenta de que uno de los indicadores más sólidos de los últimos meses comienza a sucumbir a la esperada desaceleración económica.
Aunque parezca que la volatilidad vuelve a reinar, las cotizaciones reflejan que el posible fin del ciclo de normalización monetaria de la Reserva Federal es la perspectiva dominante, pues los índices no están muy lejos de su más alto puntaje en casi dos meses. Los operadores también se posicionan de cara a nuevos datos que alimentarán la perspectiva económica y de política monetaria en la semana, como la inflación al consumidor y al productor, además del arranque de la temporada de reportes trimestrales.
En México, las bolsas de valores aceleraron las ganancias de la sesión del lunes en un rebote que se enmarca en datos económicos mixtos y temores sobre la cercanía y magnitud de la siguiente recesión. Los indicadores subieron por segunda ocasión en los últimos cinco días de intercambios, aunque no fueron capaces de compensar el retroceso inmediato anterior. Los índices vienen de su primera semana de pérdidas de las últimas tres.
El mercado tomó en cuenta que tanto la producción de autos ligeros en México como la exportación anotaron otro mes de avance para marzo, siendo la automotriz una de las industrias más importantes para el país. Probablemente los operadores siguen evaluando una inflación local que se desaceleró, pero que sigue generando preocupación por el componente subyacente, mientras que la inversión fija bruta cayó y el consumo privado siguió al alza. Al margen, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado dijo que la compra de las plantas generadoras de electricidad de Iberdrola que realizó el gobierno mexicano es una mala decisión.
Por su parte, el viernes pasado, día que no abrieron los mercados, Estados Unidos dio a conocer una nómina no agrícola casi en línea con las expectativas observándose 236 mil nuevas plazas contra 239 mil esperadas, algo que se incorporó a las señales de desaceleración económica pero también aportó a la perspectiva de fin del ciclo de normalización monetaria. Aunque la incertidumbre por la magnitud de la desaceleración económica continúa, el apetito por riesgo no ha desaparecido y los índices bursátiles mexicanos quedaron cerca de sus mejores puntajes desde comienzos de febrero.
En asuntos energéticos, observamos que los precios del petróleo aceleraron los descensos la primera sesión de la semana, que comenzó con renovados temores sobre el desempeño económico y la posible afectación a la demanda. Así, el precio del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, presentó una baja de 95 centavos para operar en 79.73 dólares, mientras que el precio del crudo europeo, Brent del Mar del Norte, perdió 94 centavos para cerrar en 84.18 dólares el barril.
Los referentes presentaron su segundo día de pérdidas de los últimos siete, luego de presentar tres semanas consecutivas de ganancias por primera vez desde junio (curdo americano) y octubre (crudo europeo). La pérdida de la sesión fue la peor de las últimas dos semanas, sin embargo, estuvo lejos de borrar la subida del 6.0 por ciento que presentaron los precios del crudo la semana previa, motivada principalmente por el recorte de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
Aunque cerraron a la baja, los precios del crudo presentan recuperaciones superiores a 15 por ciento desde los mínimos de quince meses que tocaron hace menos de cuatro semanas, a partir de la volatilidad generada por preocupaciones del sistema financiero. Ahora el insumo energético incorpora a su cotización perspectivas de desempeño económico luego de una Nómina No-Agrícola estadounidense ligeramente debajo de lo esperado, que también podría impactar el panorama de política monetaria.
En temas cambiarios, tenemos que la moneda mexicana concluyó la sesión del lunes con pérdidas, en medio de temores sobre el desempeño económico, aunque desaceleró el ritmo matutino. De acuerdo a los registros de Banco de México, el tipo de cambio concluyó la sesión de ayer en 18.17 pesos por dólar, un retroceso de poco más de 14 centavos respecto al cierre previo.
Por su parte, el Índice Dólar, DXY, el cual rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, presentó un avance de 0.5 por ciento hacia las 102.235 unidades, con lo que hiló tres días positivos. La semana pasada la moneda azteca cerró con pérdidas, dando seguimiento a un marzo en el que ganó casi 2.0 por ciento, tratando de recuperar su mejor nivel en más de cinco años. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.