Olas de calor incrementan desde pérdidas económicas hasta muertes: Lancet Countdown
En el supuesto de que la temperatura media global continúe aumentando hasta un poco menos de 2°C, los especialistas proyectan que las muertes anuales relacionadas con el calor aumenten hasta un 370 por ciento para 2050
Patricia Ramírez
Las olas de calor cada vez más intensas incrementan los impactos desde la mortandad hasta pérdidas económicas. En 2023 se observaron las temperaturas globales más altas en 100 mil años, mientras que en 2022 se rompieron récords de calor en todos los continentes, de acuerdo con el último informe de Lancet Countdown.
El informe se base en el trabajo de 114 científicos y profesionales de la salud de 52 instituciones de investigación y agencias de todo el mundo pertenecientes a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el que se recopilaron los datos sobre los efectos que han tenido las olas de calor, así como las proyecciones de las siguientes décadas.
“El cambio climático está perjudicando los sistemas naturales y humanos de los cuales las personas dependen para una buena salud. La superficie terrestre mundial afectada por la sequía extrema aumentó del 18 por ciento entre los años 1951 y 1960 al 47 por ciento entre los años 2013 y 2022, afectando la seguridad hídrica, el saneamiento ambiental y la producción de alimentos”, señalaron los especialistas en el informe.
Uno de los rasgos más preocupantes es el de mortandad. De acuerdo con Lancet, los bebés menores de un año y los adultos mayores de 65 años son los más propensos a sufrir las consecuencias mortales del calor extremo.
En el supuesto de que la temperatura media global continúe aumentando hasta un poco menos de 2°C, los especialistas proyectan que las muertes anuales relacionadas con el calor aumenten hasta un 370 por ciento para 2050.
Por otra parte, el incremento de olas de calor y sequías en el año 2021 se asoció a inseguridad alimentaria moderada o grave. Lo que representa que millones de personas estuvieron en riesgo de sufrir malnutrición y otras enfermedades que se potencian con las altas temperaturas como dengue, malaria, vibriosis y virus del Nilo Occidental.
“Los sistemas de salud están cada vez más saturados y el 27 % de las ciudades encuestadas manifestaron que les preocupa que sus sistemas de salud se vean saturados por los impactos del cambio climático”, apuntó el informe.
En el aspecto económico, los especialistas apuntaron que las pérdidas por fenómenos meteorológicos se incrementaron a 264 mil millones de dólares en 2022. Lancet reconoce que estos impactos se viven en un contexto de desigualdad. Pues en criterios como la reducción de capacidad laboral por exposición al calor afectó más a los países con un Índice de Desarrollo Humano (IDH) bajo y medio.
Respecto a las medidas de implementación para la gestión de emergencias, sólo el 44 % de los países con un IDH bajo y el 54 % con un IDH medio reportaron acciones en 2022, en comparación con el 85% de los países con un IDH muy alto.
México y sus altas temperaturas
En 2020 la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advirtió que las olas de calor se intensifican y duran más días debido a la interacción de la superficie de la atmósfera si existen sequías. Además del impacto que tienen algunos fenómenos climatológicos como El Niño o La Niña.
“Las personas de la tercera edad y los niños son el segmento de la población más vulnerable ante este fenómeno. Sus efectos negativos pueden derivar en deshidratación y problemas cardiovasculares, debido a los cambios bruscos de temperatura y las temperaturas extremas”, señaló en su momento Paulina Ordóñez, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM.
De acuerdo con la investigadora, las olas de calor no pueden predecirse a largo plazo, pero sí es posible prever la variabilidad climática que puede propiciarlas.
Respecto a las olas de calor, este año el gobierno de México se ha enfocado en el monitoreo de las temperaturas y las campañas de prevención. En algunas entidades como la Ciudad de México, las autoridades informaron que se habilitarán 232 salas de rehidratación oral ubicadas en diversos centros de salud de la capital.
Sin embargo, actualmente no existe una estrategia nacional concisa para aminorar las temperaturas.
Proyecciones y soluciones
A nivel global, cada segundo se emiten mil 337 toneladas de dióxido de carbono (CO2). Lancet señala el uso de energías fósiles como el principal responsable en el incremento de las temperaturas. Según estimaciones del informe, sólo el 9.5 por ciento de la electricidad mundial proviene de energías renovables como la solar y la eólica.
“Resulta preocupante que las compañías de petróleo y gas, impulsadas por las ganancias récord, estén reduciendo aún más su cumplimiento con el Acuerdo de París”, indican los especialistas de Lancet.
Lo que resulta más grave para los investigadores es la proyección de enfermedades por las olas de calor y las sequías. En algunos casos como el dengue se estima que la transmisión podría aumentar entre un 36 y 37 por ciento para mediados de siglo.
A pesar del panorama, Lancet propone una serie de acciones que podrían ayudar a reducir los efectos.
“Si se hace la transición hacia las energías renovables, sería posible acceder a energías limpias descentralizadas y, junto con las intervenciones necesarias para aumentar la eficiencia energética, se podría reducir la pobreza energética y sería posible proporcionar servicios de apoyo sanitario de alta calidad”, propone el informe.
Por último, resalta la relación de una industria de energías renovables con otros sectores como el alimentario, asegurando la necesidad de una dieta accesible para todos y con baja huella de carbono.
*Esta nota fue publicada originalmente en Causa Natura Media.