Los dos hombres más ricos de América Latina concentran más riqueza que la mitad más pobre: Oxfam
Hasta enero de 2024, existían 98 ‘milmillonarios’ en América Latina y el Caribe, los cuales acumulaban una riqueza conjunta de $480 mil 800 millones de dólares, una cantidad similar al PIB anual de Chile y Ecuador juntos, señala el informe ‘Econonuestra’
Los dos hombres más ricos de América Latina y el Caribe concentran más riqueza que la mitad más pobre, el equivalente a 334 millones de personas, informó Oxfam en su informe “Econonuestra. Es tiempo para una economía para todas y todos”.
Este panorama se traduce en que América Latina y el Caribe es la región del mundo en la que existe una mayor polarización entre la riqueza que concentra el 1 por ciento más rico de la población y la que está en manos del 50 por ciento más pobre, detalló la confederación internacional formada por 19 organizaciones no gubernamentales, que realizan labores humanitarias en 90 países.
Agregó que en 2022, el 1 por ciento más rico de América Latina y el Caribe concentró casi 43.5 de cada 100 dólares de la riqueza total, mientras que la mitad más pobre de la población en su conjunto sólo concentró 0.8 de cada 100 dólares.
“Esto significa que el pequeño grupo de las personas más ricas de América Latina y el Caribe acaparan 55 veces más riqueza que la mitad más pobre de la región. En los últimos 25 años, los más ricos han seguido siendo igual de ricos, mientras la mitad más pobre se ha hecho más pobre”, señaló Oxfam.
Detalló que hasta enero de 2024, existían 98 ‘milmillonarios’ en América Latina y el Caribe, los cuales acumulaban una riqueza conjunta de $480 mil 800 millones de dólares, una cantidad similar al PIB anual de Chile y Ecuador juntos.
“Desde el 2000, el conjunto de fortunas de los milmillonarios ha incrementado 368 por ciento, casi seis veces más rápido que el crecimiento de la economía en la región, lo que equivale a 43.7 millones de dólares al día o 306 millones de dólares a la semana. Un trabajador con el salario mínimo promedio de la región tendría que trabajar 90 años para ganar lo mismo que gana un mil millonario latino-caribeño promedio en un solo día”, ejemplificó.
En contraste, en 2023 la pobreza alcanzó 29,1 por ciento (183 millones personas) en América Latina y la pobreza extrema, al 11.4 por ciento (72 millones de personas). Lo que significa que la pobreza extrema se encuentra en niveles superiores a los de 2010 y que actualmente hay 2.9 millones de personas más en esta condición que antes de la pandemia.
“La prevalencia de la pobreza y extrema pobreza se incrementa cuando se cruzan las condiciones de mujer, joven, rural y afrodescendiente o indígena. Ésta es una de las caras de la polarización económica”, alertó.
Sistemas tributarios para pocos
Oxfam explicó en su informe que la política fiscal y en particular, el diseño de los sistemas tributarios, son cómplices de la polarización de la riqueza. Cuanto se recauda y cómo se redistribuye el dinero público es clave en nuestras sociedades.
“Si bien la política fiscal puede ser un instrumento central para corregir los profundos desequilibrios que provoca la economía de mercado, en general en América Latina y el Caribe ocurre todo lo contrario a excepción de pocos casos, las políticas fiscales, especialmente los sistemas tributarios, tienden a reproducir y ampliar la polarización económica y las extremas desigualdades”.
Señaló que los sistemas tributarios latino-caribeños recaudan poco de forma injusta y favorecen a quienes más tienen. La recaudación total de impuestos en la región ha crecido apenas 1.7 puntos porcentuales del PIB regional en los últimos 10 años.
“Pasó del 20 por ciento en 2010 al 21.7 por ciento en 2021. Es decir, la recaudación en América Latina y el Caribe es 10.7 puntos porcentuales menos que el promedio de las economías de la OCDE. Esta brecha supone 544 mil millones de dólares anuales que dejan de invertirse para combatir la pobreza y garantizar los derechos de las personas en la región.
Agregó que este escaso crecimiento en la recaudación se ha dado a costa de quienes menos tienen. Mientras la mitad de la recaudación proviene de impuestos al consumo que afectan de manera desproporcionada a los hogares de menores ingresos, la recaudación de impuestos a las utilidades y ganancias de capital de las empresas ha caído en un equivalente a 0.06 puntos porcentuales del PIB regional entre 2010 y 2021.
“Solo cinco países aplican impuestos al patrimonio neto y solo nueve tienen impuestos a las herencias, sucesiones y donaciones. Las rentas de capital tienen en promedio tasas efectivas por debajo de las rentas del trabajo en América Latina y el Caribe”.
“Este patrón injusto de recaudación provoca que el 1 por ciento más rico de la región pague proporcionalmente menos impuestos que las personas del 50 por ciento más pobre. Por lo tanto, nuestros sistemas tributarios no sólo no ayudan a reducir las brechas de desigualdad, sino que por el contrario las incrementan.