El arte de perdonar: un camino hacia la salud empresarial y familiar

José Mario Rizo Rivas
01 septiembre 2024

Está demostrado que existe una correlación positiva entre la capacidad de perdonar y un aumento en el bienestar psicológico, así como una relación negativa entre el perdón y la incidencia de trastornos de ansiedad y depresión.

Además, la habilidad de soltar la ira y el resentimiento se asocia con una mejor salud cardiovascular, menor dolor crónico y niveles más bajos de colesterol.

Estos beneficios para la salud son razón suficiente para invitar al perdón a nuestras vidas. Y cuando se trata de nuestras empresas, el impacto positivo de mantener una buena salud mental en nuestro desempeño debería ser evidente.

Reflexiona sobre cómo una salud mental deteriorada puede perjudicar tu empresa.

Como líderes de empresas familiares, debemos tener en cuenta que los límites borrosos entre las relaciones familiares y profesionales pueden generar una gran complejidad interpersonal. Un problema personal puede dañar a la organización, y viceversa.

¿Qué es más valioso que nuestra familia, nuestra salud y nuestro negocio? Muy pocas cosas. Entonces, ¿no sería lógico adoptar una actitud que beneficie a estas tres esferas?

Sin embargo, si el perdón es tan beneficioso, ¿por qué nos resulta tan difícil? Primero, debemos reconocer que es mucho más fácil mantener el rencor que dejarlo ir.

Pensar constantemente en lo que ocurrió, en cómo nos ha afectado y en las emociones que provoca crea un ciclo reactivo en nuestro cerebro que requiere una acción continua y consciente para romper.

Por otro lado, frecuentemente creemos que perdonar implica necesariamente reconciliación, aceptación de la falta del otro o eximirle de toda responsabilidad. No tiene por qué ser así.

¿Cómo perdonar a alguien que no se ha disculpado o que no lo merece? El perdón no implica ceder ni estar de acuerdo con lo que nos hicieron. Se refiere al arte de entender que lo que ocurrió está en el pasado, y por tanto, la reacción negativa no tiene por qué permanecer con nosotros.

El perdón tiene más que ver con quien perdona que con quien es perdonado. Es quien perdona quien se libera del peso y vive mejor, sin importar lo que suceda con el ofensor.

Si esta persona no ha buscado nuestro perdón o parece que sus acciones no lo merecen, no importa. Lo que importa para nuestro bienestar es alcanzar la paz con los hechos y seguir adelante.

¿Y si debemos trabajar con alguien cuya relación no deseamos rescatar? En las empresas familiares, cuando surgen resentimientos, la relación entre las partes involucradas juega un papel crucial.

Aunque una reconciliación total pueda estar descartada, también debería estarlo aferrarse a emociones que propicien altercados e imposibiliten una convivencia profesional adecuada.

Un líder debe tratar a los demás con profesionalismo, aunque la relación personal se haya fracturado.

Si perdonar no resulta natural, ¿es posible aprender a hacerlo? Es esencial comenzar por observar y cuestionar la situación con la intención de comprender. ¿Qué consecuencias tuvo esa falta? ¿Cómo me afectó o sigue afectando? ¿La falta fue producto de malas intenciones o de circunstancias en la vida del ofensor? ¿Me interesa continuar con esta relación personal y/o laboral? Comprender con la mayor neutralidad posible lo que hay detrás de estas respuestas puede abrir caminos hacia la resolución.

Después de este análisis, el siguiente paso es decidir perdonar y continuar con el curso adecuado para esa relación.

“Sin perdón, no hay futuro.” Desmond Tutu

Recuerda, ni tú ni tu empresa serán los mismos después de atravesar ciertas situaciones, pero de ti depende si el cambio será para bien o para mal.

Como dijo Mahatma Gandhi: “El débil nunca puede perdonar. El perdón es un atributo de los fuertes”. Y como añadió Nelson Mandela: “El perdón libera el alma, elimina el miedo”.

Toma acciones que se alineen con lo que has observado. Comúnmente, verbalizar el perdón es una herramienta poderosa.

La paradoja: En un entorno donde lo más difícil es soltar, es irónicamente el soltar lo que más libera.