Bolsas ajustan y peso frena caída

Guillermo Calles
23 agosto 2022

Iniciamos ayer la semana con una jornada negativa para las principales bolsas de valores del mundo. El mercado de valores estadounidense concluyó un lunes marcadamente negativo, a la expectativa de lo que podrían significar los datos y directrices de política monetaria que serán dados a conocer más adelante en la semana. El Dow Jones y el SP500 registraron su tercera caída en cuatro días y su peor desempeño en poco más de dos meses. Para el Nasdaq fue la segunda baja más pronunciada en el mismo periodo. El Nasdaq refirmó su posición en bear market, al distanciarse casi 23 por ciento desde máximos recientes y acabó con su peor nivel en casi tres semanas.

La caída sucedió pese a que la actividad económica estadounidense, medida por la Reserva Federal de Chicago, presentó un desempeño positivo por primera vez en tres meses. El mercado tiene la mira en este próximo viernes, cuando Jerome Powell, Presidente de la Reserva Federal, dará su primer discurso público luego del dato de inflación estadounidense que ilusionó a los operadores con desaceleración del crecimiento de precios. La autoridad monetaria probablemente espere más datos para hablar de un cambio de tendencia inflacionaria y los inversionistas temen que reitere su postura de retiro de estímulos monetarios acelerada.

El viernes también serán dados a conocer datos relacionados con el avance de precios, por lo que parece que el ánimo de las últimas semanas se desvanece ante la incertidumbre sobre si la nueva información validará o contrariará la esperanza de menores presiones inflacionarias. Actualizaciones sobre el desempeño económico de China, la crisis energética en Europa, la guerra en Ucrania y los últimos reportes trimestrales estadounidenses continuarán como factores en el radar de los operadores.

Por su parte, en México las bolsas de valores sumaron una nueva caída a la racha actual en medio de preocupaciones sobre política monetaria internacional que parecen reavivar los temores de recesión. Los indicadores accionarios aztecas registraron su cuarta baja consecutiva, algo que no sucedía desde mediados de junio. La baja da continuidad a la semana de pérdidas previa, que fue la segunda roja de las últimas tres. Sin datos económicos, el nerviosismo por las consecuencias de la guerra europea y la normalización monetaria acelerada alrededor del mundo parecen dominar el tono de los intercambios.

Esta semana los inversionistas esperan nuevas directrices de la Reserva Federal, que incorporará a su discurso el último dato de inflación estadounidense, aunque con temores de que se reiterara el tono agresivo al esperar más datos que puedan lograr modificar su postura. Desde Estados Unidos también serán dadas a conocer nuevas cifras sobre el incremento de precios, que podrían confirmar o dar vuela a las esperanzas de desaceleración de precios. En México, esta semana serán dados a conocer datos importantes, como las minutas de la última reunión de Banco de México, la inflación de la primera quincena de agosto y el dato final de Producto Interno Bruto del segundo trimestre.

En asuntos energéticos, tenemos que los precios del petróleo frenaron ayer tres días de ganancias, debido a especulaciones que apuntan a que los aumentos agresivos de las tasas de interés en Estados Unidos pudieran debilitar la economía global y, por ende, la demanda de combustible. Así, el precio del contrato de septiembre del barril de petróleo estadounidense, West Texas Intermediate, bajó 0.59 por ciento para ubicarse en 90.23 dólares, mientras que el precio del contrato de octubre del crudo europeo, Brent del Mar del Norte, perdió 0.25 por ciento para llegar a los 96.48 dólares el barril.

El presidente de la Reserva Federal de Richmond, Thomas Barkin, dijo que los banqueros centrales se inclinaban por aumentos de tasas de interés más rápidos y anticipados, a pesar de que ello ponga en riesgo el desempeño de la economía. Los temores sobre el desempeño de la economía hacen que los inversionistas demanden activos refugio, por lo que el índice del dólar subió a un máximo de cinco semanas, lo que encarece el precio de las materias primas para personas en otras monedas. En las próximas semanas podemos esperar que persista la volatilidad ya que continúa la escasez en la oferta de crudo, además de la influencia de los riesgos internacionales, entre ellos la posibilidad de una recesión global, las presiones inflacionarias y la guerra en el este de Europa.

En temas cambiarios, observamos que este lunes la moneda mexicana recuperó terreno ante el dólar por primera vez en seis días, a pesar de que se elevan las expectativas de que la Reserva Federal seguirá subiendo su tasa de interés para enfrentar la elevada inflación, aunque ello ponga en jaque a la economía. De acuerdo a los registros de Banco de México, el peso mexicano ganó ayer poco más de cinco centavos para cerrar en 20.15 unidades por dólar, tras haber tocado en el intradía su nivel más débil en dos semanas. Mientras, el Índice Dólar, o DXY, el cual rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, subió 0.8 por ciento para colocarse en 108.98 unidades, cerca de su mayor nivel en dos décadas.

Las últimas minutas de la Reserva Federal dictaron el ritmo del mercado, luego de que existen expectativas de más anuncios de aumentos de tasas este año, pero que el ritmo podría desacelerarse, dependiendo de los datos inflacionarios. No obstante, la visión de lograr la estabilidad de precios alcanzando el 2 por ciento de inflación anual aún está lejos de terminar. Por lo tanto, se espera una orientación agresiva del Presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, esta semana durante la reunión de banqueros centrales que se celebrará en Jackson Hole, Wyoming. Sigamos atentos; nos vemos el próximo martes.