Lo que la pandemia de Covid-19 le arrebató en un año a Sinaloa

Karen Bravo
01 marzo 2021

El 28 de febrero del 2020 una noticia sacudía a México y especialmente a Sinaloa, en ese fecha fueron confirmados los dos primeros casos de coronavirus en el País, uno de ellos en la entidad. Se trataba entonces del inicio de una epidemia que ha dejado familias destruidas, empresas en bancarrota, y una incertidumbre pese a la esperanza de la vacunación

CULIACÁN._ La noticia de pandemia del nuevo coronavirus que inició en China corría por el mundo no tan rápido como se propagarían los contagios unas semanas después.

Entonces las especulaciones se enfocaban en saber el origen del virus, las consecuencias en la salud y las medidas que podrían implementarse para prevenirlo, sin embargo, pocos anticipaban el escenario dramático de muertes y desolación que dejaría a su paso la nueva cepa de coronavirus, que más tarde sería nombrado Covid-19.

En enero del 2020 el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud federal Hugo López-Gatell Ramírez aseguró que México estaba preparado para la inminente llegada del virus SARS-COV2 que se propagaba rápidamente por Europa. Solo un mes después azotaría la realidad al País.

EL INICIO DE LA PANDEMIA Y PRIMERAS ACCIONES GUBERNAMENTALES

El 28 de febrero del 2020 México se sacudió con la confirmación de los primeros dos casos de Covid-19 en el País.

Los pacientes fueron detectados con horas de diferencia, el primero se trató de un hombre de 35 años de edad que llegó voluntariamente al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, INER, a solicitar la prueba para detectar el coronavirus. El segundo estaba directamente vinculado con este hombre, se trató de otro paciente masculino de 41 años de edad originario de Hidalgo que llegó a Culiacán el 27 de febrero. Ambos estuvieron en Bérgamo, Italia desde el 15 de febrero.

El paciente confirmado en Culiacán iba acompañado de otro hombre quien resultó negativo en las pruebas para detectar el coronavirus; los dos fueron aislados en un conocido hotel de Tres Ríos.

Estos casos pusieron en alerta a las autoridades, el Gobernador Quirino Ordaz Coppel y el Secretario de Salud estatal Efrén Encinas Torres fueron quienes anunciaron públicamente los pacientes positivos. Después de ello fue instalado en Sinaloa el Comité de Emergencia Sanitario.

Tras cumplir el aislamiento requerido, el hombre de Hidalgo fue dado de alta y regresó a su estado de origen.

Pese a la detección de los primeros casos de Covid-19 y la reacción social que generó, pocos días después inició la especulación y relajación sobre la enfermedad, ya que no eran tantos los casos en el País, aunque en Europa la infección avanzaba rápidamente. En la segunda semana de marzo la Organización Mundial de la Salud declaró al coronavirus como una pandemia mundial.

El País se sacudió nuevamente de realidad con la primera muerte por coronavirus, se trató de un hombre de 41 años que falleció el 19 de marzo, desde el día 9 de ese mes presentó síntomas; el paciente era diabético. Este deceso generó polémica ya que Adriana, esposa del difunto, denunció inconsistencias en el diagnóstico ya que primero le dijeron que se trató de Covid-19 y posteriormente que neumonía. Además reveló que los hospitales no tenían nada pues ella tuvo que comprar todo lo que le solicitaron.

Cuatro días después la Secretaría de Salud estatal anunció la Jornada Nacional de Sana Distancia, que entonces estaba contemplada del 23 de marzo al 19 de abril...lo cual no se cumplió ya que fue ampliada. Las acciones que tomó el Gobierno Federal fue la suspensión de eventos y actividades laborales que involucraran movilización, así como interrupción de las clases en todos los niveles educativos.

El día que inició la Jornada de Sana Distancia, Quirino Ordaz informó el cierre de centros nocturnos, cines, plazas, casinos, teatros y gimnasios, así como medidas en el transporte público.

El 28 de marzo Sinaloa nuevamente se vio golpeado por el Covid-19 y desde ahí no se detendría la bola de nieve de la pandemia. El Secretario de Salud Efrén Encinas Torres anunció los dos primeros fallecimientos por coronavirus, un hombre de 85 años de edad y una mujer de 81 años, ambos originarios de Culiacán. A esa fecha el estado tenía 14 casos confirmados y 46 sospechosos.

Los anuncios por parte de Ordaz Coppel no se limitaron. El 1 de abril informó el cierre de hoteles y moteles de cara a las vacaciones de Semana Santa; al día siguiente le siguió el cierre de playas, balnearios y centros recreativos. Seis días después se sumaría la suspensión de actividades en plazas y centros comerciales.

Con el avance intempestivo de la pandemia por la entidad, el Gobernador endureció medidas en el sector público como medida de prevención para mitigar la propagación del virus. El 12 de abril anunció el cierre de expendios y venta de alcohol en establecimientos en todo Sinaloa; en Culiacán y Navolato incluyó la suspensión del servicio en restaurantes. La prohibición de bebidas embriagantes se extendió hasta las empresas de paquetería y páginas con venta de productos en internet para que no enviarán pedidos a Sinaloa.

La cuarentena hizo lucir a Sinaloa como un eterno domingo, las calles estaban desoladas, casi no había transporte público y todos los negocios estaban cerrados, era un escenario solo visto en la ficción...hasta que llegó el 30 de abril.

El Día del Niño y las cinco semanas de encierro hicieron efecto en la población. Desde tempranas horas fotografías y videos inundaron Facebook, Twitter e Instagram por las largas filas que se hicieron en pastelerías y pizzerías convirtiendo a Sinaloa en noticia nacional porque la población rompió la cuarentena en plena emergencia sanitaria.

Estas acciones generaron un “regaño” por parte del Gobernador emitido vía Facebook al día siguiente de los hechos, a propósito de una entrega de patrullas. También valió que la Ley Seca fuera extendida hasta el 18 de mayo para evitar que ocurriera lo mismo por el Día de las Madres.

LA NUEVA NORMALIDAD

Aunque la Jornada Nacional de Sana Distancia fue anunciada para concluir el 19 de abril del 2020, la realidad no dio para eso.

El Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud federal Hugo López-Gatell Ramírez, quien se convirtiera en el rockstar de la pandemia y sensación de las redes sociales, fue el encargado de anunciar la hasta hoy llamada “Nueva Normalidad”.

Como vocero oficial López-Gatell Ramírez anunció que la Jornada de Sana Distancia concluiría el 17 de mayo para los 269 municipios con menor presencia del virus. En estas demarcaciones iniciarían sus actividades de forma progresiva incluidas las escuelas...pero la realidad tampoco dejó hacer posible este escenario y a la fecha los estudiantes siguen tomando clases de forma virtual. El resto de las entidades concluirían la cuarentena el 31 de mayo, de ahí serían las autoridades estatales las que se harían cargo del manejo de la pandemia con base en el Semáforo Epidemiológico Covid.

Para entonces el escenario que en Sinaloa no era el más adecuado. El Secretario de Salud estatal Efrén Encinas Torres anunció en mayo que la pandemia estaba en su punto máximo a nivel local, y las cifras confirmaban su argumento.

Sinaloa dejó el confinamiento en su punto máximo de la pandemia, era el sexto lugar en casos confirmados con tres mil 139, y sexto lugar de muertes con 460 al 29 de mayo del 2020.

LAS VÍCTIMAS CIVILES Y ECONÓMICAS

Apenas en marzo, sin avisorar la tragedia que se aproximaba, Diego Castro Blanco presidente de Canaco advirtió lo que se veía venir, el cierre de al menos 850 empresas...solo en Culiacán.

Con el avance de la pandemia, los letreros de “Se Vende” y “Se Renta” invadían los locales de pequeñas y medianas empresas por todo el estado. Muchos de los comercios que bajaron cortina para iniciar la cuarentena, no pudieron levantarla cuando ésta concluyó.

En julio el escenario económico era arrasador. Edna Fong Payán, presidenta de Coparmex informó que al mes de mayo registraron 61 mil personas que se quedaron sin empleo, pero no eran solo números, eran ciudadanos que empezaron a verse en las calles, en las bandas sinaloenses tocando en los semáforos para subsistir, en meseros de eventos ofreciendo aguas en los cruceros por propinas para poder mantener a sus familias.

Mientras la desesperación imperaba, en paralelo corría en el mundo la noticia de que vacunas en investigación generaban respuesta de inmunidad, estos estudios se estaban realizando en Estados Unidos y Rusia en el mes de julio.

La pandemia estaba arrasando con las familias mexicanas. Aunque en el mes de mayo el Subsecretario López-Gatell Ramírez, afirmó que Culiacán había aplanado la curva de contagios, diariamente morían 7.4 personas en Sinaloa.

En septiembre el funcionario federal informó que la entidad llegó a su punto máximo de la epidemia en la semana 23 y que desde entonces su tendencia era a la baja, pero un mes después la misma Federación reveló el escenario más apegado a la realidad sobre las pérdidas humanas por el coronavirus.

Ese mismo mes Noroeste documentó uno de los primeros análisis sobre subestimación de muertes asociadas al Covid-19, que era del 30 por ciento.

En octubre el Gobierno Federal anunció que Sinaloa tenía un 30 por ciento de exceso de muertes, esto según un cálculo realizado con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, y del Registro Nacional de Población.

Las pérdidas, además de abarcar familias, golpearon al sector salud el cual perdió 62 elementos en Sinaloa durante el 2020 y contagió a cinco mil 107 más.

El subregistro de muertes continuó durante todo el año pasado, arrojando al 31 de diciembre un 43.89 por ciento, es decir, a ese día murieron mil 852 personas más de lo que dio cuenta la Secretaría de Salud estatal, reveló Noroeste el 7 de febrero del 2021.

VACUNACIÓN Y LA NUEVA ESPERANZA

El 13 de enero del 2021 inició la vacunación de personal sanitario con 9 mil 750 dosis que llegaron al estado, correspondientes al laboratorio Pfizer. Una semana después arribaron 2 mil 925 más para suministrarse en la primera línea de atención de pacientes con coronavirus.

Poco más de un mes después la inmunización se amplió a los adultos mayores en Mocorito, San Ignacio y Rosario con el arribo de 22 mil 850 vacunas de AstraZeneca. Una vez suministradas en las tres demarcaciones mencionadas, fueron aplicadas mil 600 en Escuinapa de ese mismo lote.

El último arribo al cierre de este edición fue de 16 mil vacunas el 24 de febrero del 2021, contempladas para el personal de salud, elementos de Cruz Roja, Protección Civil y médicos afines privados, así como para continuar la inoculación de personas de la tercera edad en el municipio de Salvador Alvarado.

Aunque la vacunación ha traído un aire de esperanza a la población, el Secretario Encinas Torres reitera cada que tiene oportunidad que las medidas de prevención deben continuar en la población pese a la inmunización de una parte de la ciudadanía.