Buche de totoaba, la 'cocaína del mar'
"¿Por qué está provocando una crisis pesquera y ambiental?"
Vale más que la cocaína, y alrededor de este producto pesquero se han creado redes transnacionales del crimen organizado similares a las del narcotráfico.
Envueltos en empaques plastificados, su tráfico ilegal trasciende fronteras para llegar al continente asiático, especialmente a China, donde es considerado un símbolo de estatus y de poderío económico, al mismo tiempo que se le atribuyen propiedades curativas y afrodisíacas que no tiene, según estudios científicos.
Se trata del buche de totoaba (Totoaba macdonaldi), una especie endémica del Alto Golfo de California que llega a medir hasta 2 metros de largo y pesar 150 kilogramos.
Esto no sería mayor problema si no se tratara de una especie en peligro de extinción, clasificada por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 y enlistada en el apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, mejor conocida como CITES.
Al ser una especie en riesgo, su captura está prohibida desde 1974, por lo que se ha desatado una pesquería ilegal en busca de satisfacer el mercado negro chino, que paga cantidades exorbitantes por la vejiga natatoria de este animal marino, de la cual se dice que rejuvenece la piel, otorga longevidad a quien la consume y eleva la potencia sexual.
Hasta ahí parece grave, y ciertamente lo es, pero la situación se pone peor si tomamos en cuenta que la pesca furtiva de totoaba se realiza con redes de enmalle que, al quedar a la deriva en el mar, provocan la mortandad de la vaquita marina (Phocoena sinus).
Como es bien sabido, esta es otra especie al borde de la extinción. La organización norteamericana Centro para la Diversidad Biológica alertó los últimos días que sólo quedan 15 ejemplares vivos, y de seguir así, puede extinguirse para el 2021, lo que ha puesto el foco de atención sobre el sector pesquero nacional.
Esta carismática marsopa, muy parecida a un delfín, también es endémica del Alto Golfo. Desde hace años, el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA) ha señalado que si el gobierno mexicano no toma medidas efectivas y urgentes, la vaquita está condenada a desaparecer de la faz del planeta de forma definitiva.
Casi 700 buches decomisados en el año: Profepa
A pesar de que el Gobierno Federal, prohibió la pesca con redes agalleras y ha concentrado marinos y oficiales de Pesca en esa zona, la pesca ilegal y el tráfico continúan; incluso descuidando la veda de otras especies importantes, como el camarón.
Esto se puede observar en el creciente número de decomisos en la región del Alto Golfo y en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, un nodo estratégico en el contrabando por su conectividad aérea con Asia.
Tan solo en lo que va del año han incautado 695 vegigas natatorias de totoaba. En el más reciente, se decomisaron 21 buches procedentes de Mazatlán.
Sin embargo, esto no ha sido suficiente para detener a los furtivos. Y el 26 de julio pasado, con la finalidad de proteger a la vaquita, la Corte de Comercio Internacional de Estados Unidos ordenó un embargo a productos pesqueros de esa región que sean capturados con redes agalleras, principalmente camarón, chano, sierra y curvina.
Pescadores legales, los más afectados
En intentos por controlar la pesca furtiva de totoaba, en 2015 la Semarnat y otras autoridades federales instrumentaron un plan de “tolerancia cero”, en adición a medidas anteriores como el establecimiento de una zona de refugio de la marsopa mexicana.
Ese año, se suspendió de manera temporal la pesca con redes agalleras afectando a 2 mil 500 pescadores de los puertos de San Felipe y Santa Clara, en Baja California. Le costó al erario un programa de compensación de mil millones de pesos.
Dos años después se declaró la prohibición como una medida permanente en el Alto Golfo, por lo que los pescadores legales han pagado las consecuencias viendo reducidas sus áreas de trabajo.
Y ahora, con la resolución de la Corte de Comercio de EU, el sector camaronero del Pacífico se mantiene en alerta. Esto, porque al no diferenciar la procedencia del producto, que es pescado con redes de arrastre y no de enmalle, también puede ver afectada su comercialización en el vecino país del norte, su principal mercado.
Desde Sinaloa, el líder nacional de la Canainpesca, Humberto Becerra Batista, comentó que la situación es preocupante. Y por ello se están tomando medidas para marcar dicha diferenciación en conjunto con las autoridades pesqueras norteamericanas.
“La pesca de arrastre debe estar excluida de este embargo; no obstante, nos preocupa mucho esta resolución, por lo que se buscará el mecanismo para diferenciar el camarón nuestro del Pacífico”, reafirmó.
Grupos criminales tras la “cocaína del mar”
Tras el tráfico de totoaba se encuentran dos personajes: "El M11" y el "P9", que son quienes controlan los envíos desde el estado de Baja California hacia países de Asia. Según datos de una investigación realizada por la organización Elephant Action League (EAL), el primero sostiene vínculos con el Cártel de Tijuana y el segundo es “un prominente y respetable” empresario chino.
EAL detectó tres “cárteles de totoaba”, dirigidos principalmente por mexicanos que financian a los cazadores furtivos, y después comercializan las vejigas natatorias a un grupo de comerciantes chinos bien conectados que residen en México.
De acuerdo con el informe, citado por el portal Infobae el 29 de julio de este año, los pescadores de San Felipe tienen motivación para realizar la pesca ilegal, ya que una sola vejiga, que puede ser capturada en un día, cuesta hasta 500 dólares (9 mil 280 pesos). No en vano es conocida como la cocaína del mar o la cocaína acuática.
“En el mercado negro en China el gramo puede alcanzar un precio de hasta 46 dólares, mientras que el gramo de oro se ubica en aproximadamente 40 dólares”, apunta el reportaje con base en datos de Fake Gold.
El documento generado por EAL advierte que estos “cárteles” están compuestos por ex narcotraficantes, pescadores, socios de cooperativas pesqueras, empresarios y traficantes chinos, que se mueven con total impunidad.
De esta forma, “la mercancía llega a ciudadanos chinos de Mexicali, Tijuana, Ensenada, Mazatlán, Puerto Peñasco, Guaymas, La Paz o Calexico, en California quienes compra las vejigas natatorias y las mueven con mulas”.
Las vejigas se pasan de contrabando a través de países de tránsito como Hong Kong, Corea del Sur, Japón, Taiwán e incluso Estados Unidos.
En el camino, a los traficantes no les ha importado acabar con especies en peligro, como la vaquita marina, que tantos esfuerzos ha significado en México en la búsqueda de su rescate.
LOS DECOMISOS 2018:
09 MARZO
La Profepa realiza dictamen pericial de identificación de 22 buches o vejigas natatorias de Totoaba (Totoaba macdonaldi), en coadyuvancia con la Procuraduría General de la República (PGR), en la ciudad de Mexicali, Baja California.
21 MARZO
Procuraduría ambiental identifica 27 vejigas natatorias (buches) de Totoaba (Totoaba macdonaldi), en coadyuvancia con Policía Federal y la Procuraduría General de la República (PGR), en el Puerto de San Felipe, Baja California.
24 ABRIL
Un ciudadano de nacionalidad china fue detenido por elementos de la Policía Federal en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México con 416 vejigas natatorias de pez (comúnmente llamados “buches”), repartidos en 2 maletas de viaje. Fue vinculado a proceso por un Juez de Control en el Centro de Justicia Penal Federal con sede en el Reclusorio Sur.
09 MAYO
Profepa identifica de 209 vejigas natatorias (buches) de Totoaba (Totoaba macdonaldi), en coadyuvancia con la Policía Estatal Preventiva del estado de Baja California y la Procuraduría General de la República (PGR), en la Ciudad de Mexicali, B.C.
31 JULIO
Autoridad ambiental decomisa 21 vejigas natatorias de totoaba (Totoaba macdonaldi), en el área de paquetería de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), los cuales provenían de la ciudad de Mazatlán y tenían como destino China.