Lo que nos está urgiendo educar
Bueno, pues estamos a muy poco tiempo de las elecciones más importantes de que se tenga memoria, hay mucho en juego y los ánimos están fuera de control y se hace antipático el ambiente, porque en muchos casos, los mismos amigos o familiares están en bandos diferentes, se pueden distanciar o de plano perderse.
Es muy triste ver a los mexicanos así, divididos, lo más triste que nos ha traído este gobierno es dividirnos, de por sí nunca hemos jalado parejo, ni nos distinguimos por ser valientes, antes sí, pero ya no, hay temor de perder lo que se tiene, de hacer olas y la comodidad, la civilidad, desde que no se enseña en las escuelas, menos en las casas.
Es el punto de lo que nos está urgiendo educar, porque nuestros hijos nos están viendo y escuchando, y ya sabemos que no aprenden de rollos que les soltemos ni de libros que se aprendan, ellos aprenden viéndonos y escuchando lo que decimos a los demás y de los demás, deducen que así está bien y repiten lo que aprendieron.
Supongo que a estas alturas del siglo, todos los que tienen al alcance internet, tienen aparatito y claro, redes sociales, varias si es posible, es agobiante entrar y que todos peleen y muy fácilmente con grosería, descalificaciones y cero razonamientos, estamos dando la nota y sí, tenemos la culpa por seguirle el juego a quien lo atiza todas las mañanas.
No se trata de meterme en política, se trata de que reflexionemos el ejemplo que damos, porque escuchan nuestros comentarios y ven cómo tratamos a los demás y a lo demás, y lo demás está formado por empleados propios y de algún negocio o establecimiento al que vamos, quienes barren la calle, nos cuidan el coche en estacionamientos, los que piden ayuda en las calles, empleados del hogar, de hospitales, meseros, conductores en el tráfico, policías, y muchos etcéteras.
Y seguro que entre todos esos hay muchos que no nos caen bien, se les tiene algo de tirria, por ejemplo, a los policías, antes eran dignos de todo respeto, ahora, como en todos lados, hay personas buenas, honradas y otras que buscan aprovecharse de quien se deje.
El caso es que es su asunto y no conocemos ni su mente, ni su corazón, ni sus razones, de modo que los malos tendrán que dar cuenta de sus actos ellos. Nosotros de los nuestro y claro, que no podemos tratar a todos como si fueran delincuentes, eso lo dejamos también para las mañaneras, nosotros no, tampoco les podemos tratar como si fueran ciudadanos de cuarta, los tenemos que tratar como personas, con toda la dignidad que ser persona conlleva, para acabar pronto, como nos gustaría que nos trataran a nosotros y a nuestras familias.
Hay que aprender a llamar a las cosas por su nombre, aunque nos suene feo, hay que aprender que todos, quienes causan daño, deben pagar por lo que hicieron, desgraciadamente hay muchos padres, sobre todo madres tapaderas de sus hijos, lo que no les hace ningún bien, ni a los hijos, ni a la sociedad en la que quieren vivir.
Y los otros, se refiere a los animales y las cosas, todos los animales deben estar libres de maltrato, aunque no nos caigan bien, hay a quien no le gustan los gatos o los perros o lo que sea, pero que no nos gusten no da derecho a causarles daño y si nuestros hijos nos ven hacerlo, lo harán, y si lo pueden hacer con un animal indefenso lo podrán hacer también con cualquier persona que se les atraviese y de algún modo les importune en sus antojos o deseos, o simplemente les caiga mal, es el primer paso para el daño a los otros humanos, mujeres más creídas, en palabras bonitas, y que no quieren ver los modos.
Los otros también son las cosas que pertenecen a todos o a otros, es signo de incivilidad, dejar basura por donde vamos, maltratar los muebles públicos juegos, bancas, calles, aparatos de ejercicio, jardineras, cuidar el agua, no desperdiciarla, pasarnos los altos, estacionarnos de cualquier modo o en lugar prohibido, manejar con exceso de velocidad o a menos, obstruyendo el tráfico y causando también accidentes, también llevar el sonido del auto o los otros medios de transporte a todo volumen; es signo de incivilidad cualquier falta a las ordenanzas del gobierno.
Si seguimos por este camino valemadrista, llegará un momento que no podamos vivir juntos, será como vivir en la selva, ya casi es, todos cuidándonos de todos, eso está muy lejos de ser civilizado y supongo que no es lo que queremos para nuestros hijos.
Lo civilizado es vivir con orden, con leyes que se cumplen y se hacen cumplir, donde hay consecuencias para los malos actos, pero no se necesita echar mano de eso, porque todos se comportan civilizadamente.
Los hijos nos están viendo, que nos vean contestar en redes solamente con besos, corazoncitos y con argumentos razonados, propios, sin grosería, que nos vean cuidar las cosas en casa y las de fuera de casa y tratar a todos con una sonrisa, buenos días, gracias, disculpas, empatía, poniéndonos en el lugar de esos otros.