El vínculo afectivo: La clave del desarrollo emocional y social en la primera infancia
La maestra Lupita Cháidez señala que fortalecer este vínculo proporciona en los niños una base sólida para que crezcan saludables, emocionalmente equilibrados y con las habilidades necesarias para crear relaciones positivas
El vínculo afectivo es fundamental para el desarrollo emocional y social de los niños, especialmente en sus primeros años de vida, señala la maestra de pre maternal del Instituto Senda, Lupita Cháidez Ramírez.
Detalló, que a partir del primer año, los niños comienzan a formar conexiones emocionales más profundas con las personas a su alrededor, incluyendo tanto a sus cuidadores como a otros adultos y niños.
“Este vínculo es crucial, ya que influyen su autoestima, confianza y capacidad para interactuar con su entorno. En Instituto Senda, estamos comprometidos para que nuestros niños desarrollen un vínculo afectivo que los acompañe en su crecimiento personal y académico”, resaltó.
Para lograrlo, dijo, la institución creó un entorno seguro y cálido donde los pequeños se sientan amados, valorados y comprendidos, donde, además, las actividades que realizan buscan fomentar la conexión emocional con sus maestras y compañeros.
Entre las actividades que fortalecen el vínculo afectivo, la maestra enumeró las siguientes.
- Las rutinas de bienvenida y despedida: Los niños de 1 a 3 años suelen experimentar ansiedad al separarse de sus padres o cuidadores. Establecer una rutina clara y reconfortante para las despedidas y bienvenidas les aporta previsibilidad y seguridad, ayudándoles a sentirse seguros en el proceso de separación y creando un ambiente de confianza en el aula.
-Juegos de contacto físico suave: Actividades como jugar al ‘Peek-a-boo’ o hacer cosquillas suaves fomentan la confianza y el afecto mediante el contacto físico.
-Rincón de lectura y cuentacuentos: Leemos cuentos con imágenes grandes y colores brillantes, utilizando una voz suave y cariñosa. Involucramos al niño señalando las imágenes, tocando los libros o mostrando expresiones faciales, para que se sienta parte de la actividad.
-Canciones con movimientos: Cantamos canciones con movimientos simples, como Las manos o La rueda rueda. Los movimientos rítmicos y la música crean un espacio afectivo y divertido para el niño.
-Juegos de imitación: Realizar juegos en los que el niño pueda imitar gestos o sonidos, como palmadas, aplausos o imitaciones de animales, reforzando así la conexión emocional y la comunicación no verbal.
-Momentos de abrazos y caricias: Dedicar tiempo para abrazar o acariciar al niño de manera suave y tranquila, reforzando su seguridad emocional.
- Juegos con pelotas: Jugar a pasar la pelota suavemente de la maestra al niño promueve el contacto visual y la interacción, además de ser una actividad divertida.
-Actividades sensoriales: Ofrecer juegos con diferentes texturas, juguetes y material didáctico, como juegos en el arenero o murales con pintura. Este contacto sensorial, guiado por un adulto, refuerza el vínculo afectivo.
-Tiempo de juego en parejas: Realizar actividades en pareja, como apilar bloques, armar rompecabezas o construir torres con cubos. Esto permite que el niño se sienta acompañado y apoyado.
-Juego libre acompañado: Permite que el niño explore libremente con juguetes mientras la maestra lo acompaña con atención, estando cerca sin intervenir constantemente, lo que promueve la autonomía y seguridad emocional.
-Expresión emocional: Ayuda al niño a identificar y expresar sus emociones, como mostrar una cara feliz o triste y nombrar lo que está sintiendo. Esto fortalece el vínculo afectivo al validar sus sentimientos.
-Tiempo en el exterior: Salir al aire libre para caminar o explorar la naturaleza, tomados de la mano. El entorno natural proporciona una sensación de seguridad y bienestar, facilitando el vínculo afectivo.
“Estas actividades también se recomiendan para realizarlas en casa, en un ambiente tranquilo, asegurando siempre que el niño se sienta amado y respaldado. El objetivo es crear momentos de conexión que fomenten su seguridad emocional y afectiva”, resaltó la maestra.
El Vínculo Afectivo y la Adaptación Escolar
Cháidez Ramírez destacó también que el vínculo afectivo entre padres e hijos es crucial para la adaptación escolar. “Cuando un niño siente que tiene una relación segura, amorosa y de apoyo con sus padres, es más probable que se sienta emocionalmente preparado para enfrentar los desafíos de la escuela, establezca relaciones saludables con sus compañeros y maestros, y desarrolle una actitud positiva”.
Resalta también que un niño con un apego seguro confía en sí mismo, maneja mejor el estrés y la ansiedad, y está más motivado para aprender y participar activamente en la escuela.
“Este apego actúa como un pilar fundamental que facilita la transición al entorno escolar y contribuye a un desarrollo equilibrado en todos los aspectos de la vida”.
Principales beneficios de fortalecer el vínculo afectivo desde la infancia
-Desarrollo emocional saludable
-Mejora en la autoestima
-Mayor confianza y seguridad
-Desarrollo cognitivo y académico
-Relaciones sociales saludables
-Mayor resiliencia
-Desarrollo de la empatía
-Prevención de trastornos emocionales
-Mayor cooperación y conducta positiva.
“Fortalecer el vínculo afectivo desde pequeños proporciona una base sólida para que los niños crezcan saludables, emocionalmente equilibrados y con las habilidades necesarias para formar relaciones positivas a lo largo de su vida”, subrayó la maestra.