Domingo de Ramos: la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén
Los cristianos católicos del mundo iniciarán la Semana Santa conmemorando el momento en el que Jesucristo hizo su entrada triunfal en Jerusalén y fue aclamado como el Mesías por una multitud que lo recibió con palmas y ramos de olivo
Este domingo 2 de abril, la Iglesia Católica dará inicio a la Semana Santa 2023 con la celebración del Domingo de Ramos, que nos recuerda la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén.
El Papa Benedicto XVI publicó en 1998 una “Carta circular sobre la preparación y la celebración de las fiestas pascuales, Carta de fiestas pascuales”, un escrito que es referencia para todos los sacerdotes del mundo para entender mejor el significado de cada rito celebrado en la Semana Santa.
Para el Domingo de Ramos se tienen las siguientes explicaciones.
En primer lugar informa que la Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, que comprende a la vez el presagio del triunfo real de Cristo y el anuncio de la Pasión.
Explica que la entrada del Señor en Jerusalén, ya desde antiguo, se conmemora con una procesión, en la cual los cristianos celebran el acontecimiento, imitando las aclamaciones y gestos, que hicieron los niños hebreos cuando salieron al encuentro del Señor, cantando el fervoroso “Hossana”.
En el documento se pide que la procesión sea única y tenga lugar antes de la Misa en la que haya más presencia de fieles; puede hacerse también en las horas de la tarde, ya sea del sábado o del domingo.
“Para ello hágase, en lo posible, la reunión de la asamblea en otra iglesia menor, o en un lugar apto fuera de la iglesia hacia la cual se dirigirá la procesión”, se detalla.
Pide que los fieles que participan en esta procesión lleven en las manos ramos de palma o de otros árboles. Los sacerdotes y los ministros, llevando también ramos, preceden al pueblo.
“La bendición de ramos o palmas tiene lugar en orden a la procesión que seguirá. Los ramos conservados en casa recuerdan a los fieles la victoria de Cristo, que se ha celebrado con la procesión”, explica el documento.
De esta manera se cumple con la primera parte de la Liturgia del Domingo de Ramos.
Para la segunda parte de la celebración se recomienda una procesión solemne para ingresar al templo para recordar la entrada de Jesús a Jerusalén.
“Durante la procesión, los cantores y el pueblo cantan los cantos indicados en el Misal Romano como son el salmo 23 o el salmo 46, y otros cantos apropiados en honor de Cristo Rey”.
La mayoría de los fieles traerán a su mente un canto que aún es popular en México: Qué alegría cuando me dijeron: ¡Vamos a la casa del Señor!, ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén, un canto del compositor y etnomusicólogo Miguel Manzano nacido en Villamor de Cadozos, Zamora, en España.
Al llegar a la lectura de la Pasión, es de las pocas veces que el Evangelio se lee bajo la voz de un narrador, la voz del pueblo y la voz de Jesús. Solo en Domingo de Ramos y el Viernes Santo, la lectura de la Pasión de Cristo se realiza a tres voces.
“La historia de la Pasión goza de una especial solemnidad. Es aconsejable que se mantenga la tradición en el modo de cantarla o leerla, es decir, que sean tres personas que hagan las veces de Cristo, del narrador y del pueblo. La Pasión ha de ser proclamada ya por diáconos o presbíteros, ya, en su defecto, por lectores, en cuyo caso, la parte correspondiente a Cristo se reserva al sacerdote”, se especifica.
Para la proclamación de la Pasión no se llevan ni luces ni incienso, ni se hace al principio el saludo al pueblo como de ordinario para el Evangelio, ni se signa el libro. Tan solo los diáconos piden la bendición al sacerdote.
Estos son los elementos esenciales dentro de la celebración del Domingo de Ramos que sacerdotes y fieles pueden entender para vivir y entender mejor los símbolos en el inicio de la Semana Santa.