Rodrigo Prieto, el cinefotógrafo mexicano que buscó en los recuerdos de Scorsese para The Irishman
"Además de referencias personales, el director de fotografía explicó que Scorsese también recurrió a materiales fotográficos especiales para explicarle lo que quería expresar"
LOS CABOS._ Nominado al Óscar por Brokeback Mountain (2005) y por Silence (2016) bajo las órdenes de Martin Scorsese, el mexicano Rodrigo Prieto vuelve a colaborar con el cineasta en The Irishman, una cinta en la cual de nuevo explora el tema de gánsteres, que aunque recurrente en su cine no se imita en su nuevo filme.
“No usamos como referente su cine anterior, era ver esta película como un trabajo solito. Los referentes eran cosas que Scorsese me hablase de sus recuerdos y gran parte de la temática de la película es la memoria. Scorsese me hablaba de cómo eran los restaurantes donde se reunían los mafiosos, cómo recordaba la luz, el color”, detalló Prieto.
Además de estas referencias personales, el director de fotografía explicó que Scorsese también recurrió a materiales fotográficos especiales para explicarle lo que quería expresar.
“Utilizó como referencia la foto fija y yo hice una investigación previa a la filmación. Tomó fotografías que me hacen sentir un algo, una textura, una composición, que podía aplicarse para la escena ‘tal’. Entonces le llevaba eso a Scorsese y ahí comenzaba una discusión. Más que películas, yo uso como referente fotografías o pinturas”, subrayó.
La cinta, basada en el libro I Heard You Paint Houses, de Charles Brandt, explora cómo Frank Sheeran, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en un estafador y sicario que trabajó con algunas de las figuras más destacadas del Siglo 20 y de algún modo se le inculpa por la desaparición del legendario sindicalista Jimmy Hoffa.
El filme explora diferentes épocas y emociones, aunque la melancolía es la que predomina para Prieto.
“Es una película que abarca mucho, muchos temas y muchos personajes, aunque se enfoca en Sheeran. Creo que al final de la película a mí me queda un poco de melancolía, pero no es una película triste, es un thriller emocionante, de risa, tiene momentos muy simpáticos y es muy entretenida.
“Pero al final es sobre de qué se trata la vida”, concretó Prieto.
Fotografía cedida por Netflix que muestra al actor Robert De Niro (i) y al cinefotógrafo mexicano Rodrigo Prieto, mientras posan.
Con esto el cinefotógrafo se refirió a que apela a la vida en general para los espectadores pero también significa una indagación del propio Scorsese a través de su mundo interior y su historia vital.
“Creo que es una exploración de Scorsese del mundo de la mafia y de los italianos en Estados Unidos, pero también de él mismo sobre los cuestionamientos que él tiene sobre su propia vida. Utiliza este mundo que él conoce desde chico, de cuando su familia vivía en la Little Italy en Manhattan y era testigo de muchas cosas. (…) Es un mundo que él conoce muy bien”, citó.
Tal y como se ha hecho en cintas como Ant-man (2015), o recientemente Terminator: Dark Fate (2019), la cinta rejuvenece a los actores principales con la ayuda de tres cámaras y el desarrollo de tecnología y, en palabras de Prieto, el resultado de The Irishman es realmente espectacular.
“Esta es la primera vez que se hace tan realista. Yo siento que esta película es donde se ha creado con mayor éxito. Es la primera vez que se hace sin que los actores tengan marcas en sus rostros, y otras cosas y aparatos, que era una de las condiciones que quería Scorsese”, concluyó Prieto.
Con guion de Steven Zaillian, The Irishman se basa en este libro publicado en 2004 con el título I heard you paint houses, una expresión en clave utilizada por la mafia estadounidense para referirse a los asesinos a sueldo.
A través de los ojos de Sheeran (Robert De Niro), el espectador emprende un viaje por clubes nocturnos, reservados de restaurantes, saunas, hoteles de lujo y callejones oscuros, desde Filadelfia a Florida pasando por Nueva York o Detroit.
En estos viajes contempla los entresijos del funcionamiento interno de la mafia a la vez que recibe claves históricas sobre su relación con el clan Kennedy o con la invasión de Bahía de Cochinos (Cuba).