Pura sabrosura con Celso Piña en Mazatlán
"‘El Rebelde del Acordeón’ complace a su público en la Semana de la Moto y junto con Pato Machete interpreta ‘Sobra corazón’"
Celso Piña sabe que la cumbia y el ballenato conquistan a la gente. Él no toca para un grupo, un sector de la sociedad o una tribu, él toca para la gente la que, aunque no lo planee, termina moviendo “el bote”, la que siente en la piel y el corazón el ritmo marcado por su acordeón y la guacharaca, y como acto reflejo se mueven los pies y los hombros.
Toca para la gente, “todos somos gente” dice él y todos responden a la sabrosura, todos quieren bailar, desprenderse de sus preocupaciones con el movimiento que relaja, con la música que provoca ese movimiento y él, Celso Piña, sabe cómo hacerlo y está seguro que funciona.
Por eso en Singapur, Francia, España, China, Finlandia, en donde estrenó la exitosa Reina de cumbias, la gente responde con entusiasmo a su propuesta musical; lo mismo pasó en la Explanada de la Moto, que se convirtió en una gigantesca pista de baile conquistada por la sabrosura de los ritmos latinos que desde el foro Celso Piña lanzó.
Noche de complacencias
Ninguno de los músicos que acompañan al regiomontano tenía una lista de canciones, que vaya guiando el concierto. “El Rebelde del Acordeón” escucha lo que la gente pide, si no escucha bien, por el micrófono se pone a dialogar con el público para acordar lo que va a tocar; los músicos de su Ronda Bogotá se comunican con él con los sonidos, entienden los primeros acordes de cada canción y se integran al flujo de sonidos.
Recientemente Celso Piña colaboró con el que llama su amigo, el hiphopero Pato Machete, y grabaron Sobra corazón, una cumbia enriquecida con el estilo de decir rimas del rap. El público rugió con el coctel Celso y Pato cuando este último subió al escenario para compartirlo con el “Cacique del Cerro de la Campana” y cantar La cumbia sobre el río.
La noche estuvo marcada por los ritmos latinos que convergen en el catálogo con olor a trópico que Celso Piña desplegó con sonidos de acordeón sobre la Plaza de la Moto cargándola de alegre energía.
Otro éxito, La cumbia sampuesana, puso a bailar a toda la plaza. Recordó a los miles que estaban frente a él su admiración por Gabriel García Márquez y a ritmo de cumbia tocó y cantó Macondo.
No podía faltar la cumbia que le rinde homenaje a un movimiento que llevó el ritmo por los barrios marginales de muchas grandes ciudades mexicanas, Los Sonideros.
El público coreó Los caminos de la vida, al mismo tiempo que los bailó y reconoció que quiso estrenar Reina de cumbias en México y que terminaron tocándola por primera vez en público en Finlandia, pero no importó porque “todos somos gente, sentimos lo mismo y todos queremos bailar”.
La multitud vibró cuando anunció que quería recordar a sus amigos de Café Tacvba interpretando Aunque no sea conmigo.
Siguió con La cumbia de la paz, La china y el pelón para terminar con una de las piezas que lo colocaron en el gusto de millones de personas, Cumbia poder; así terminó una noche de sabrosura mazatleca.
DUETO
- Durante su presentación, Celso Piña invitó al escenario a su amigo Pato Machete, con quien grabó Sobra corazón, tema que interpretaron a dueto, seguido de La cumbia sobre el río.
- Pato Machete estuvo previamente en el escenario de la Explanada de la Moto.