Podría Taylor Swift pagar millones para ver a su novio en el Super Bowl
La cantante tendrá que volar más de 8 mil 900 kilómetros desde Tokio, y desembolsar hasta 3 millones de dólares para una suite en el estadio Allegiant Stadium de Las Vegas
Hasta hace unos días, parecía complicado que Taylor Swift pudiera llegar a tiempo para ver a su novio, Travis Kelce, jugar la final del Super Bowl junto a sus compañeros de los Kansas City Chiefs.
Pero para una estrella de su categoría todo es posible. Se rumora, de hecho, que la intérprete estaría valorando diversas opciones para ver la gran final de la liga de fútbol americano y con todas las comodidades, gracias a las zonas reservadas más lujosas de las que dispone el Allegiant Stadium de Las Vegas.
El partido más importante del año, que además se erige como la retransmisión deportiva con más audiencia del mundo, se celebrará el próximo 11 de febrero, o el 12 para quienes sigan el enfrentamiento en otras zonas del mundo.
Por su parte, la estrella del pop ofrecerá cuatro conciertos consecutivos en el Tokyo Dome de la capital japonesa, en los días 7, 8, 9 y 10 de ese mismo mes. Como mínimo, se prevé que la artista acabe rendida tras ofrecer cuatro conciertos seguidos, destaca quien.com
En las redes sociales, algunos fans de la diva no confiaban demasiado en que la cantautora pudiera sortear ciertas dificultades para llegara a tiempo para ver desde las gradas, como la distancia que separa a las dos ciudades, que son 8 mil 900 kilómetros.
No tuvieron en cuenta, por un lado, que Tokio va 17 horas por delante con respecto a Las Vegas. Y sobre todo, que una artista como Taylor Swift, cuya fortuna se estima en más de mil millones de dólares, tiene un sinfín de recursos a su alcance para conseguir todo lo que se proponga.
La opción predilecta de la cantante sería una suite premium con capacidad para 32 personas, cuyo precio asciende a 3 millones de dólares. Esa cantidad es nada para la intérprete, pero tendrá que decidirse pronto, ya que otros acaudalados fans del fútbol podrían rentarla en cuestión de segundos, de acuerdo con las fuentes.
Otra idea sería ocupar dos de los algo más austeros ‘premium boxes’, palcos acristalados que costarían 200 mil dólares cada uno.
En el caso de que finalmente se le esfumen todos esos asientos, la cantante siempre podrá pedirle el favor a su ahora amiga del alma Brittany Mahomes, esposa del quarterback y gran estrella de los Chiefs, Patrick Mahomes.
Brittany tiene su propia suite hace semanas y parece que le quedan algunos lugares libres, tras acomodar a su propia familia y demás seres queridos.