Penélope Cruz gana la Copa Volpi a la Mejor Actriz del Festival de Venecia por ‘Madres paralelas’, de Pedro Almodóvar
La intérprete es la primera española en lograr el reconocimiento de la Mostra. ‘El acontecimiento’, el crudo filme sobre el aborto de Audrey Diwan, obtiene el León de Oro
Penélope Cruz ganó Copa Volpi a la Mejor Actriz del Festival de Venecia. Lo obtuvo, este sábado, por su interpretación en Madres paralelas, de Pedro Almodóvar.
El papel de Janis, aseguró la actriz, el de una mujer herida, pero inquebrantable, que cuida a una hija recién nacida mientras lucha por exhumar a su abuelo, ha sido “quizás el más difícil” de su carrera.
Tanto que es capaz incluso de hacerse sombra a sí misma: su otra actuación que se vio en la Mostra, también hubiera merecido un premio, publicó elpais.com.
“Es un honor. Aquí estamos, celebrando el cine. Gracias Pedro, esto es 100 por ciento tuyo. Tu trabajo impecable, tu dedicación son tan difíciles de encontrar en estos tiempos. Te adoro”, dijo Cruz, con la Copa Volpi entre manos.
La actriz dedicó el premio también a su familia, su marido y actor, Javier Bardem, sus hijos, y al resto del reparto de Madres paralelas. Y terminó con un agradecimiento especial: “A mi madre, Encarna, la mejor maestra y amiga; y a mi suegra, Pilar Bardem”.
Y compartió un recuerdo con la segunda, fallecida hace unos meses. Al final de la última conversación entre ambas, Bardem le dijo: “Te quiero”. Y entonces, añadió dos palabras más: “Copa Volpi”. “Va por ellas dos y todas las madres”, explicó Cruz.
El triunfo en Venecia aumenta, de paso, las especulaciones de cara a otro galardón.
La revista Variety ya la colocó entre las favoritas para el Oscar. Queda tiempo, hasta el 27 de marzo. Y, entre medias, están los Goya, el 12 de febrero.
En Madres paralelas, Cruz domina cada plano. Y ofrece una clase magistral de emoción y verdad en la pantalla. Ni excesiva, ni fría: clava los sentimientos siempre a flor de piel. Una zona compleja, dolorosa, incluso para la propia intérprete, que reconoce vivir intensamente su trabajo.
Pero, tal vez por eso, todavía más conmovedora. El filme mezcla dos relatos: por un lado, Janis y Ana (Milena Smit) coinciden en una sala de hospital, antes de su parto. La primera, a prueba de espantos, celebra un milagro, cuando no se lo esperaba; la otra, jovencísima, vive la espera con terror y dudas. Ambas están solas, pero sus existencias terminarán unidas. Mientras mira al futuro, Janis tampoco olvida el pasado: trabaja para poner en marcha la exhumación de una fosa común en su pueblo, donde su abuelo y muchos más fueron ejecutados en 1936. Tal vez el galardón sirva también para recordar el segundo pilar de la película: la memoria histórica.
Lo cierto es que, tras el Goya por Volver, y el premio a la Mejor Actriz del Festival de Cannes, compartido con todo el reparto femenino de la misma película, la colaboración de Cruz con Almodóvar da como fruto otro galardón. Y sigue la estela de Antonio Banderas, protagonista del anterior filme del cineasta, Dolor y gloria, y premiado por ello en Cannes. Cruz también accede a un club exclusivo que, de momento, solo componen ella y su marido. Son los únicos intérpretes españoles en haber obtenido la Copa Volpi de la Mostra, el festival de cine más antiguo del mundo.