Muere el actor austriaco Helmut Berger
Fue un ícono del cine europeo de los 60 y 70; su vida estuvo marcada por grandes éxitos, seguido por escándalos y depresiones
Helmut Berger, todo un ícono del cine europeo de los años 1960 y 1970, y artífice de la ruptura de tabúes sexuales de esa época, falleció en Salzburgo poco días antes de cumplir 79 años.
El austríaco fue descubierto como actor por el mítico director italiano Luchino Visconti, del que fue amante durante años.
La vida de Berger estuvo marcada por grandes éxitos en el cine, seguido por escándalos y depresiones, sobre todo tras la muerte de Visconti en 1976.
Nacido en el seno de una acomodada familia de hoteleros de la región austríaca de Salzburgo, Berger aprendió inglés, francés e italiano durante estadías de estudio en París, Ginebra, Londres e Italia.
En 1964, con 20 años, conoció a Visconti, que tenía 38 años más que el entonces joven Berger, que soñaba con ser actor.
De gran belleza y temperamento acusado, realizó una carrera relámpago e interpretó películas consideradas de antología, sobre todo de la mano de Visconti.
Su primer gran éxito fue en La caída de los dioses (1969), dirigida por su mentor, para la que Berger fue nominado para un Golden Globe.
Le siguieron éxitos en películas como El retrato de Dorian Gray (1970), El jardín de los Finzi-Contini (1970) o Ludwig (1972). En Miércoles de ceniza (1973) Berger apareció en la gran pantalla junto a mitos de Hollywood como Elizabeth Taylor y Henry Fonda.
En esa época la revista Vogue aseguró que Helmut Berger era el hombre más atractivo del mundo. El actor personificó la ruptura de los tabúes sexuales en el cine europeo y se hizo especialmente conocido por sus retratos de personajes narcisistas y bisexuales.
En su autobiografía, publicada en 1998, el actor asegura haber tenido relaciones sexuales con decenas de famosos de la época, como Rudolf Nureyev, Britt Ekland, Ursula Andress, Nathalie Delon, Linda Blair, Jerry Hall, Bianca y Mick Jagger.
Tras la muerte de Visconti, que no sólo fue su mentor y amante sino un especie de “padre sustituto”, el actor cayó en una profunda crisis, con un intento de suicido, excesos de alcohol y un estilo de vida decadente.